Cannons at Fort Rodney, Pigeon Island, Santa Lucia by Nerlo under Public Domain.

Le ofrecen un masaje como compensación por haber sido violada

El caso de Georgina Mortimer

Jesús Belenguer
4 min readSep 9, 2016

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Que violen a una mujer no es noticia. Si lo fuera, en España el telediario abriría todos los días con el relato de las tres víctimas de violación, que según el Ministerio del Interior, denuncian haber sido violadas cada día. Si fuera noticia, los españoles estaríamos muy alarmados exigiendo, con pancartas en la calle, medidas para acabar con semejante barbaridad.

Como no es noticia el hecho en sí, nos enteramos puntualmente de algún caso cuando está rodeado de circunstancias que la hacen noticiable. El caso de la señora Mortimer es uno de ellos. Al parecer, ha demandado a la empresa que organizó la actividad caribeña en cuyo desarrollo sufrió una violación. Hasta aquí no hay noticia, pero resulta que la empresa organizadora le respondió ofreciéndole, en compensación, un bono de masaje y manicura. Y aquí sí, ya estamos ante un hecho noticiable.

Así lo consideran La Verdad y el Ideal, otros como El Confidencial le dan un trato, no mejor, pero sí un poco más en profundidad. Gracias a ello nos podemos enterar de los detalles:

«Las habitaciones no tenían llave, pero había varias instructoras por allí, y entendí que cerrarían la puerta principal cuando nos fuéramos a dormir», explica ella misma. Con la tranquilidad de que hay alguien responsable de encargarse de tu seguridad, se acostó sin que pudiera ni sospechar que podía sufrir un ataque.

«Me desperté y me encontré con un total extraño, siendo estrangulada y violada por un monstruo. Pensé que me iba a asesinar». Así recuerda la doctora la pesadilla (desgraciadamente muy real) que tuvo que vivir. «Su mano apretaba mi garganta tan fuertemente que creí que iba a perder el conocimiento. Casi no podía respirar y mucho menos gritar. Estaba aterrada», prosigue.

Los detalles son importantes. Nos permiten analizar la situación y entender qué ocurrió y qué medidas podemos tomar en el futuro para evitar que se repita.

Desgraciadamente, el caso de la señora Mortimer es típico, confió que la empresa que ofrecía la actividad garantizaría su seguridad. Es algo que la mayoría de los ciudadanos de los países occidentales harían. Estamos tan acostumbradas a que sea el Estado el que garantice nuestra seguridad, que hemos perdido la habilidad básica para percibir las situaciones de peligro y evaluar correctamente los riesgos personales que afrontamos.

Debemos acostumbrarnos a preguntar por la seguridad antes de seleccionar un paquete turístico o un alojamiento y la seguridad debe estar en la «parte de arriba» de nuestra lista de requisitos. Si tenemos dudas, acerca de la seguridad de un alojamiento, debemos preguntar al director de seguridad del mismo —en hostelería es habitual denominar al responsable de seguridad como Loss Prevention Manager— y si no lo hay, debemos asumir que estamos en un ambiente muy inseguro. En este otro artículo hacemos un repaso acerca de las precauciones básicas en hoteles y otros alojamientos.

Pero eso no es todo. Hay muchas situaciones por las que nos podemos ver obligadas a hacer uso de alojamientos inseguros o situaciones que invitan a la prudencia. En los cursos de autoprotección, no solo enseñamos a evaluar los riesgos, también ofrecemos soluciones a situaciones típicas.

Un ejemplo de esas situaciones es la que vivió la señora Mortimer. Para ellas recomendamos, incorporar al equipaje de todo viajero, un bloqueo para puertas con alarma. Por menos de 160 gramos y poco más de 7 euros, ofrece dos características fundamentales: no se puede abrir la puerta sin arrancarla de sus goznes y suena una potente alarma que en la mayoría de los casos ahuyenta al malhechor y que siempre nos pone en guardia a nosotras y al resto de los huéspedes.

Bloqueo de puertas con alarma –haciendo click en la imagen accede a la tienda en Amazon.

Si tiene interés en conocer más a fondo los sistemas de bloqueo para puertas, o incluso comprar uno, puede consultar el siguiente artículo.

Siempre que leo estos sucesos me pregunto por qué la formación en autoprotección no se incorpora al sistema educativo formal. Con soluciones muy sencillas, se ahorrarían muchos problemas y mucho sufrimiento. Quizá con el tiempo llegaremos a ello.

La señora Mortimer ha sido muy valiente, ha denunciado y expuesto a la luz, una forma de pensar muy peligrosa. Personalmente le agradezco su esfuerzo, la información que nos ha facilitado y el ejemplo de como afrontar una situación tan difícil como una violación. Aunque quizá el mérito no es solo suyo: En el Reino Unido, cada año, se denuncian una media de ciento treinta actos de violencia sexual por cada cien mil habitantes, en España solo veinte. Quizá el comportamiento de la sociedad británica es muy diferente al nuestro, quizá deberíamos reflexionar sobre ello.

Este artículo muestra una pequeña parte de las posibles soluciones, si le preocupa el tema o considera que su seguridad está en riesgo, no dude en acudir a un profesional de la seguridad privada, para eso estamos. Y si quiere hacer un curso de seguridad para mujeres eche un ojo a nuestra propuesta:

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Jesús Belenguer
Autoprotección familiar

Director de Seguridad Privada y TS en Gestión de Riesgos y Protección Civil. EU en Análisis de la Conducta Violenta y en Ingeniería Protección Contra Incendios