Desintegración cerebral
Escribir, escribir un momento mientras tienes la consciencia desmantelada, deslizarte entre recuerdos, querencias e intenciones hasta horizontes que no podrías alcanzar sin agotarte, una presión que cierra los ojos y te embota la mente.
Estoy escribiendo esto mientras paso mis últimos minutos en el vórtice, tras 13 horas de batalla, 13 horas de rotura y demolición controlada. Y solo pienso en apagarme, en ponerme en suspensión a punto del salto que me desconecte de esta realidad y permita que se enfríe la película cinematográfica recién creada. Tiempo para archivar, repasar y deshilar lo aprendido. Tiempo para volver a empezar.