Pusle O2 o de cómo mi vida cambió tras ir al médico.

Gab Sato
Seikatsu Blog
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4 min readMay 12, 2015

Estoy en la media. Pertenezco al primer mundo, y desgraciadamente he cumplido unos añitos y he pasado de un IMC (resulta de dividir el peso entre la talla al cuadrado) de 23 a uno de 27. Para los que no sepan de que hablo me refiero a que hasta 25 es aceptable a partir de ahí estás en sobrepeso.

Todo comenzó una mañana del mes pasado cuando acudí a mi médico por otro asunto, la rinitis estacional hizo acto de presencia y me dirigí como de costumbre a por unas recetas. Al acabar la consulta el médico me preguntó: “-¿Te hemos hecho una analítica alguna vez?”, en menos de lo que canta un gallo estaba sentado en la camilla con el tensiometro en el brazo y con cita para sacarme sangre.

Cinco días después los resultados estaban sobre la mesa. Colesterol alto, Ácido úrico alto, Colesterol LDL alto y una “enzima” del higado AST en 54. Por supuesto la Tensión arterial estaba en 152/95. Llegó el aluvión de preguntas, “¿Fuma?, ¿Bebe?, ¿Hace deporte con regularidad?, ¿Ha cogido unos kgs?” Mis respuestas, aunque al principio pensé en mentir descaradamente brotaron de mi boca con una sinceridad absoluta: “Si, si, no y si”. El médico impasible me miró y me soltó a bocajarro: “- Tiene un 20% de probabilidades de tener un infarto en los próximos 5 años”. En realidad no recuerdo el porcentaje pero si he de emplear una palabra para explicar la sensación que inundó mi alma fue la de “acojone total”. Después me dió unas indicaciones sobre dieta, ejercicio y hábitos. Por supuesto, dejar de fumar, por supuesto comer 5 veces al día, por supuesto poca cantidad y ciertos alimentos, por supuesto salir a caminar todos los días 30 minutos como mínimo y a paso ligero. Como el colesterol no estaba muy alto, me dijó que de momento no hacía falta empezar con “estatinas” pero que en 3–5 meses me quería repetir el análisis para ver si estaba todo mejor. Pero que si no dejaba de fumar y perdía unos kgs la cosa se iba a poner muy mal.

Salí en estado de shock. Mi vida iba a cambiar, casi tanto como cuando nacieron mis hijos. Mis hábitos tenían que cambiar. Después del trabajo me tomo unas cervecitas, ahora tendré que pedir cocacola ligth. Se acabó el café y la carne roja. Me voy a tener que buscar otra escusa para parar cada dos horas, ya no vale el tabaco (si es que puedo dejarlo) y una de las cosas que mas me va a costar: Salir a hacer deporte. Creo que tengo unas zapatillas por ahí (hace años que no las busco). Esto se me hacía cuesta arriba con solo pensar todo lo que suponía. Para una persona normal, hacer tantas cosas de una es muy duro. Sobre todo cuando tenías tu rutina clara y sin margen a la variación. Ahora tendría que ser otra persona. “Yo sin mis caprichos no soy yo” pensé.

Como necesitaba hacerlo mas difícil me decidí a ser un hombre de mi tiempo, tiempo de los gadgets, del internet de las cosas. Me decidi a comprar una pulsera de esas que miden los pasos, los kms, las colorías, etc. Esta mide hasta la saturación y la frecuencia cardiaca. Dado que necesitaba medir mi TA (cuanto mas mejor, ¿no?) también me compré un tensiometro, pero sin conexión bluetooth, de los de antes, no quiero parecer friki. La pulsera se llama pulse O2 y me costó 120 euros. Todo por la salud. Viene con pulsera, pinza y conector con el pc. Se sincroniza automaticamente con el móvil y me manda mensajes de apoyo. Dice que tengo que caminar al menos 10000 pasos al día y aunque parece fácil no lo es. Antes usaba mi coche y cumplía la maravillosa rutina de: “de casa al coche y del coche al trabajo y viceversa”.

Vivimos en un estado de contradicción constante. La sociedad nos invita a ser sedentarios, a comer mal y a trabajar mas de lo que debemos. Es mas fácil y rápido hacer las cosas mal. Pero de repente salta la alarma y todo cambia, tienes que esmerate a luchar en el último momento contra todo el constructo social de sedentarismo y comida rápida del presente, y lo tienes que hacer porque hemos desarrollado ecuaciones que te dicen la probabilidad de morir en los próximos 5 años.

Yo, con solo intentarlo, he empezado a adelgazar, dicen que al principio es mas fácil por te quitas lo que mas engorda. No he dejado de fumar todavía, pero espero mi cita de revisión con anhelo. Espero volver a mi IMC y lo mas importante, espero disminuir mi riesgo de muerte en los próximos años. He comprendido que debo hacer las cosas poco a poco sin prisas, pero sin olvidar mis objetivos. Además, tengo mi pulsera, que me anima si bajo un kg.

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Gab Sato
Seikatsu Blog

Me gustaría autoproclamarme escritor, pero creo que sería muy osado por mi parte.