Privacidad y visibilidad: una zina LBGTQIA+
La idea de hacer una zina acerca de la privacidad para personas LGBTQIA+ ha surgido a partir de conversaciones que repiten la misma historia de violencia y vigilancia: al ser sacadas del closet, las personas son sometidas a un control de sus vidas sociales por parte de la familia, teniendo sus comunicaciones en línea y por teléfono o cartas monitorizadas y limitadas, y sus relaciones personales, como las de amigos y amorosas, vigiladas de muy cerca o completamente impedidas.
Creyendo que las nociones básicas de seguridad digital pueden ayudarnos a circular más libremente en nuestros entornos digitales, y a evitar la exposición y represión en los contextos domésticos, en los círculos de trabajo, escolares o de amistades, empezamos a desarrollar esta zina. Si, para mucha gente, salir del closet es un gesto político, poder elegir cuando salir y con quien compartimos nuestras identidades sexuales, es ciertamente, nuestro derecho.
Otro factor que ha motivado la producción de esta zina fue la intensificación del uso de Internet por grupos conservadores y sujetos con discurso de odio. Las amenazas en línea, los ataques y la derribada de páginas y perfiles son parte de la rutina de muchos activistas, estrategia que calla voces, viola la libertad de expresión e impacta la lucha y vida de estas personas.
El proceso de elaboración de esta zina comprendió una serie de entrevistas que nos ha ayudado a reflexionar acerca de la complejidad del ejercicio de la privacidad de las vidas LGBTQIA+. Para mucha gente, Internet es una plataforma de aprendizaje, diálogo, sociabilidad y acceso a contenidos. Es un espacio potente para imaginar futuros posibles, construir puentes, admirar todos los colores de la comunidad LGBTQIA+ y divisar nuevas perspectivas para la vida. Para aquellos que se comprometen en prácticas políticas activistas, Internet es todavía más: una plataforma esencial para la visibilidad, una estrategia de lucha ampliamente adoptada como resistencia y camino de conquistas.
La relación entre privacidad y visibilidad es un aspecto complejo de la vida LGBTQIA+: la visibilidad como estrategia política, que ocurre por medio de la exposición de la propia vida, es colectivamente adoptada como forma de resistencia, pero a la vez, puede volver las personas más vulnerables a ataques y represalias de grupos conservadores, así como la familia, iglesia, vecindad, escuela y trabajo. Además, las redes sociales como Facebook, Snapchat y Youtube, medios muy utilizados para la expresión de la identidad, sexualidad y estética de personas LGBTQIA+, refuerzan una lógica centralizadora: muchas obligan a mantener una única identidad en línea, con políticas de verificación de nombre real y otras medidas que impactan sobre todo las transidentidades.
La opción entre perfiles públicos o privados en redes sociales está igualmente llena de paradojas. Por una parte, tener un perfil privado en las redes sociales es visto por muchos activistas como un obstáculo para alcanzar más personas. “Si con el perfil público ya es difícil de alcanzar la gente debido a los algoritmos de Facebook, imagínate con el perfil privado”, dice uno de los entrevistados. Otra entrevistada señala que “mi opción de mantener un perfil público es porque todos los posts vuelven públicos, incluso a aquellos que no tienen Facebook”. Por otra parte, la conciencia de ser observado y aun amenazado en las redes restringe las posibilidades de los posts para todas las personas entrevistadas prácticamente: “Pienso mucho antes de publicar y tengo mucho cuidado”. En un desenlace contradictorio, la ampliación del repertorio de narrativas y estéticas legítimas — una de las mayores conquistas de la estrategia de visibilidad — resulta comprometida por la posibilidad de censura o represalia.
En este contexto, la pregunta central es: ¿Cómo potenciar, entonces, el uso de Internet y de las tácticas de visibilidad que los activistas LGBTQIA+ emplean y, a la vez, disminuir los riesgos de violación de la privacidad y asedio en línea? Las herramientas y prácticas de seguridad de la información pueden ser útiles, pero más que prescribir herramientas, lo que proponemos aquí es tomar prestada de la seguridad de la información la idea de “gestión de identidades” y pensarla de manera más amplia, más potente, más cerca de las vidas y trayectorias LGBTQIA+. Por lo tanto, proponemos modos de experimentar y ejercer múltiples identidades no solo como una forma de defensa, sino también como creación de nuevos modos de existir en el mundo.
