Fui al cielo

Un ser extraño jugando a descubrirse.

Subí al cielo por un instante, deseaba rodearme de la mortalidad demostrada por el brillar de las estrellas, aquel espacio donde se puede meditar de tan forma extraña. No hay acuerdo, ni seguimiento, las ideas vienen y se esfuman en el aire creando paisajes donde los recuerdos comienzan a ser desplegados entre tantas vivencias. Fui al cielo.

No intente salir de ahí, lo deseaba con gran afán para desaparecer, estremecer todo aquello por lo cual me consideraba algo, ahí comencé a considerarme yo, sin perdidas, sin dolores, con cicatrices, lleno de odio, rencor, amor, felicidad y dudas. Un ser extraño jugando a descubrirse.

Si perdí fue grato, he ganado tanto, creado y configurado, existe un mundo de diversas sintonías, lleno de tantas cosas donde se puede uno escabullir, fantasear y destruir. El mejor poderío yace en la imaginación.

Ahí, con la mirada perdida, viendo solo constelaciones y un gran brillo fue donde perdí tiempo para convertirlo en algo distinto, algo con lo cual podré.

El antagonismo aparece, se apodera por un instante y la lucha aparece, son dos mundos distintos, tanto el agradable como aquel que no se quiere visitar, partes de confusión y distracción, la batalla mental comienza con las negativas a creación de positivas; si bien el temor se vuelve algo humano entonces necesitaba algo de eso.

Una destrucción surgió, sin existir un renacer o algo parecido, simplemente se esfuma, como tal lo hace el fuego. Por un instante solo se desea no saber de posibilidades y el querer existir pasa a ser mas fuerte.

Donde fui no había nadie, no existe el tiempo, jamás habrá esperanza, mucho menos el odio, a donde fui solo era una idea.