¿Se puede ser Líder y Persona al mismo tiempo?

Fabi Borquez
Salmonas
Published in
9 min readJun 21, 2020
Photo by Austin Chan on Unsplash

Gran lección de humildad nos está entregando esta pandemia, de la misma forma que nos regala el espacio para crecer, bajar el “volumen” de los ruidos externos, escucharnos, conocernos, querernos y aprender a soportarnos. Así tal como estamos muchos, en modo de Introspección, es que podemos mirar nuestras relaciones con otros desde otra perspectiva y hacer lo que a los introvertidos de corazón nos gusta tanto: analizar.

Si hace un año me preguntaban a quién admiraba, mi respuesta era: Jacinda Ardern. Si hoy me preguntan, mi respuesta es la misma solamente que ahora las personas ya saben de quién hablo y no tengo que explicar quién es y qué hace esa tal Jacinda (hace un año atrás, si tenía que hacerlo).

Jacinda Ardern, PM de Nueva Zelanda

Hoy, todos estamos presenciando las consecuencias de las decisiones de los líderes del planeta y a todos nos ha quedado claro quienes lo hicieron y siguen haciendo bien y quisiera analizar y compartir contigo esto, para que lo utilices como impulso de energía y motivación, porque, para qué gastar líneas de texto hablando de los que sabemos que están metiendo las patas.

Hace poco más de 3 meses, le dije a mi novio “deberían cerrar las fronteras en los países” y me miró con cara de “si, suena lindo, pero tal vez es un poco extremo”. Luego de esa cara, le expliqué los motivos por los cuales lo hubiese hecho tan pronto se supo lo del Covid y que tenía que ver con la salud y la población pero también con una recuperación temprana y menor impacto en la economía, al analizarlo a largo plazo. Ese día él me dijo que tenía razón, pero que sabía que las decisiones de los países estarían más enfocados en la economía y una visión más de corto plazo y que mi idea, a esa gente, le podría sonar medio “utópica”.

En esa conversación pude recordar un problema que vivimos a nivel “humanos”: cada vez que algo se nos hace poco común, pareciera que lo vemos como imposible de llevar a cabo, porque no cumple con los “estándares” o con lo conocido y lo mandamos al cajón de la “utopía”, ese cajón que — al abrirlo — pareciera que pudieras ver estrellas, unicornios, muchos perritos y humanos bien intencionados.

El mundo “Utópico” donde las personas se preocupan de las salud y piensan a largo plazo.

Pero todo esto me lleva a cuestionar “¿Qué es lo común” y más importante aún “¿Por qué es considerado común?”

“¿Qué es lo común” y más importante aún “¿Por qué es considerado común?”

La herencia de un pensamiento

Con los movimientos feministas que hicieron notorias muchas realidades y que llegaba a un punto de movimiento muy lindo y reconocido antes de que llegara la pandemia, se hizo muy conocido el término “patriarcado”. Y esa es justo la respuesta a las preguntas que hago en mi párrafo anterior y la verdad es que — muchos humanos — están acostumbrados a percibir la realidad como un “bias” desde un prisma del patriarcado, en el que se exacerbó la idea de masculinidad y se le relaciona a conceptos como: perseguir estatus, éxito profesional, ser productivos, hacer dinero, ser fuertes, no dar espacio a sentimientos, alimentar y cuidar el ego, no caer, no parar… y así todo lo que se le parezca.

Llevando esto a un escenario no tan macro — como la sociedad y el liderazgo a nivel mundial — sino que al escenario más micro y en el que nos toca estar a muchas de nosotras día a día, que es el ambiente laboral y el liderazgo dentro de éste, es que quisiera hacer un análisis paralelo y contarles un poco de mi experiencia.

La esencia humana como motivador

Yo tengo un rol de liderazgo en el mundo de startups y producto y cada vez que me ha tocado impulsar algo nuevo, ya sea un concepto, idea de producto o un cambio de mindset me he encontrado con esa mirada — que puedo identificar bien — de “ay, pobre, no sabe que eso ya lo intentamos” o de “esa mujer que no hace código como yo, no va a venir a decirme qué hacer” o de “en qué mundo vive, parece novata, seguro hay unicornios y estrellas en su cabeza”.

Mientras lucho por eso, me han catalogado de que tengo “ansias de aceptación temprana” o de “intensa” o de “demasiado positiva” o de “ingenua”.

Y así mi cara cada vez que lo mencionan :)

Estoy feliz de que no les he dado el poder de cambiar algo en lo que creo firmemente y que hoy puedo ver que tiene éxito con el gran ejemplo de Jacinda Ardern y su forma de tomar decisiones que se salen de lo “tradicional”, ya que ella apela a la empatía, la confianza y al poder de la colaboración humana. Exactamente lo contrario a lo que estamos acostumbrados a ver y vivir en un mundo en el que lo normal, viene desde el prisma y bias del pensamiento tipo “patriarcado”.

…empatía, la confianza y al poder de la colaboración humana

Todas esas miradas que bien reconozco, no han hecho que yo detenga mi lucha por crear culturas de trabajo más humanas, por generar un ambiente en el que se pueda confiar en el otro y me han dado aún más fuerza para poner límites sanos y dejar de estar en ambientes de trabajo en los que — pese a varios intentos — no hay voluntad o apertura para hacer estos cambios.

Lo anterior, se suma a todas esas críticas — la mayoría a mis espaldas — acerca de mi forma poco común de liderar un equipo porque era “muy cercana” o porque era “muy flexible con los Home Office”, ya que confiaba en el equipo — ingrediente fundamental a mi parecer — y buscaba resultados, no horas presenciales.

Recuerdo que incluso una vez una persona me dijo que no debía conversar “tanto” con las chicas encargadas de la gran labor del aseo en la oficina y yo me quedé algo desconcertada… luego otra persona me dijo que Yo no debía lavar mi plato y vaso que utilicé en la cocina de la oficina, porque eso me hacía “perder tiempo” y Yo era una líder que no podía perder tiempo en eso. No estuve de acuerdo esa vez y sigo sin estarlo porque yo no soy un rol, soy un humano más.

Con estas experiencias y comentarios, recuerdo que — en un momento en el que la empresa creció mucho — me sentí hasta rara porque las personas me comenzaron a tratar con distancia, como si no fuera parte del mismo equipo. También llegaron los que revisaban mi calendario y se comenzaron a acercar a mi para que le hablara de “ciertos temas” a la CEO cuando veían que tendría reuniones de ese tipo.

Todo esto es parte de lo mismo: El pensamiento obsoleto con herencia de patriarcado puso en nosotros la idea de que liderar era “solo para algunos” y que si llegabas ahí, pasabas a un escenario de segregación instantánea, en el que ya no se piensa que eres parte de un grupo humano, sino que estás fuera de ese grupo diciendo cosas que se deben hacer, sin involucrarte con las necesidades de las personas de tu equipo.

El pensamiento obsoleto con herencia de patriarcado también es responsable de elevar el ego en ciertas disciplinas y mal-entender la relación de trabajo-salario-respeto por las personas.

Vengo de una de las escuelas de ingeniería más prestigiosas en mi país (Chile) y creo que es primera vez que lo menciono porque nunca creí necesario hacerlo, pero lo hago para contarles lo que me tocó vivir ahí de cerca. Día a día podía vivir lo que era ser parte de una minoría de mujeres que entraban a esa Universidad y presenciar esa actitud o aires de superioridad en las escuelas de Ingeniería hacia otras disciplinas o hacia otras Universidades con menor “prestigio”.

Esta forma de pensar, también lo he podido identificar bastante en el mundo de tecnología con algunos desarrolladores que creen tener superioridad por sobre otros roles en la empresa y no se dan cuenta que no hacen más que repetir lo que la herencia de patriarcado les metió en la cabeza… ¡ah! pero en sus cuentas de Instagram postean que son “progre”, “black lives matter” y “todos somos iguales”.

La forma de pensar de algunos, que se auto-segregan con aires de superioridad.

¡ah! pero en sus cuentas de Instagram postean que son “progre”, “black lives matter” y “todos somos iguales”.

Habiendo identificado el origen de esto, veo que algunos lo catalogan como el normal deseo de segregación natural en cualquier ser vivo. Yo no lo veo asi.

La razón por la cual no lo veo así es porque saltan algunas dudas en mi cabezota como si lo normal, ¿es lo auténtico? ¿es lo natural? ¿lo normal nos va a llevar a resultados diferentes de los que vemos ahora?

Como líderes tenemos la gran responsabilidad de movilizar a un grupo de personas, lo que implica proponer metas y muchas veces ideas nuevas. Un grupo de personas es — por naturaleza — diverso en conocimiento y en experiencias acumuladas.

Un grupo de personas es — por naturaleza — diverso en conocimiento y en experiencias acumuladas.

Honrar a tu equipo

Lo que me ha tocado experimentar, es que esas diferencias — debido muchas veces al pensamiento obsoleto con herencia de patriarcado — son mal llevadas a un escenario de ego, a veces rivalidad y generando un resultado común de desconfianza.

Aquí pasan 2 cosas: las personas deciden vivir en ese ambiente que no es tan saludable, pero que es “normal” o deciden salir de ese ambiente con la esperanza de encontrar uno “mejor” en otro lado. En esto último, se pierden talentos buenísimos, conocimiento del contexto y todo lo relacionado a algo puramente humano, ya que contrario a como he escuchado muchas veces en el mundo de las startups, un ser humano, no es fácilmente reemplazable ni con toda la documentación del planeta. Debemos valorar el trabajo y conocimiento de las personas que trabajan con nosotros y honrar el tiempo y esfuerzo que dedican para que las cosas se lleven a cabo.

…un ser humano, no es fácilmente reemplazable ni con toda la documentación del planeta.

Liderar, intentando mostrar nuestro lado humano, nos invita a ser auténticos, a mostrar vulnerabilidad, a abrazar diferencias y sobre todo y muy importante a honrar y respetar genuinamente a las personas que trabajan contigo.

Si te estás preguntando por qué tu equipo no “te sigue” o por qué no los ves comprometidos con las metas que tienen como empresa, pregúntate cómo estás honrando a tu equipo.

Hay muchas maneras de honrar a tu equipo:

  1. Mostrar tu lado humano: ¿han visto tu lado humano? Esto no se trata de mostrar los 10 libros que leíste el mes pasado, ni tus victorias deportivas, ni tu familia con la foto perfecta, ni de cómo te levantas todos los días a las 6 am a entrenar, no es un concurso de popularidad ni algo para alimentar el ego (para eso, existen las redes sociales) sino más bien mostrar tus motivaciones y tu lado vulnerable en el que los honras y les solicitas ayuda para lograr objetivos porque tu sol@, no puedes.
  2. Conocer a tu equipo: ¿sabes quiénes son? ¿qué los motiva personal y profesionalmente? Si entiendes esto, podrás entender quién puede tener mayor interés en colaborar en X o Y situación, porque ya sabes que esas situaciones son las que esas personas están buscando. También podrás entender que el rol que cumplen en tu equipo es fundamental y no deberías obligarlos a ejercer un rol que se aleje de sus aspiraciones profesionales y humanas, porque si lo haces, el resultado podría ser que una valiosa persona deje la organización, en búsqueda de su crecimiento. Lo mismo puede pasar si presionas a las personas para que den su 120% y esas personas quieren o necesitan pasar más tiempo con su familia, ya que se terminarán quemando y dejando el lugar que no les da espacio para ser “humanos”.
  3. Confianza: ¿Confías en tu equipo? ¿demuestras que confías en ellos? Si dejas que tu equipo resuelva creativamente los problemas y no estás pidiendo reportes, entorpeciendo decisiones o averiguando por diferentes fuentes acerca cómo van las cosas, entonces no tienes porqué preocuparte. Preocupate cuando comiences a hacer “mico-management” o cuando dejes que las ideas de pocas personas, nublen tu confianza hacia el equipo que te ha acompañado por un tiempo. Hago énfasis en “pocas personas” porque si una área completa o más personas tienen algo que decir acerca de alguien de tu equipo, tal vez hay algo que sí esté pasando y debes protegerlos de las manzanas podridas en la organización.
  4. Agradecer: Es importante cambiar el mindset tradicional y herencia de ese pensamiento obsoleto con herencia del patriarcado en el que se piensan cosas como “ellos deberían estar agradecidos conmigo porque les di una oportunidad en mi equipo” o “por qué les voy a dar las gracias si están haciendo su trabajo”. Creo que aquí debes hacer un check de ego/humildad, ya que tu equipo está dando tiempo de su vida y aportando con sus ideas para que tu plan de área o tu negocio — en el caso de los Founders — siga funcionando y creciendo. Recuerda que tu sol@ no lo lograrías, aunque a ratos el ego te engañe con pensamientos de “Yo lo hubiera hecho de otra manera” o “Mejor lo hago Yo”.
¡Gracias!

Quisiera dejarte con la inquietud de abrazar la diferencia humana y honrar el esfuerzo del otro, aunque no sea de tu mismo género, ni tengan el mismo conocimiento, ni vengan de contextos similares.

Espero que esto te pueda hacer algo de sentido si estás tratando de liderar un equipo en estos tiempos en los que nos damos cuenta que la humildad y la humanidad es la clave para conectar con las personas y así los equipos — compuestos de valiosas personas — se sigan moviendo a pesar de una pandemia y de todos los cambios que esto signifique.

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Fabi Borquez
Salmonas

Hyper-observant Chilean, living in Mexico since January 2018. Head of Product @ Crabi