Alternativas para hacer antes /durante/cuando no te alcanza / o mientras decides ir a terapia

Yaret R.
Shango Lector BLOG
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8 min readMay 31, 2020

He visitado los consultorios terapéuticos desde los 19 años, no siento que sea mucho porque no he sido constante ni tampoco siento que ha sido muy poco para hablar de ello, en realidad, así sea tu primer acercamiento a la terapia, esta contando desde ya, una experiencia extrapersonal… platicar con alguien más, alguien que no está actuando con la emociones frente a ti… o esperemos así sea. Antes de hablar de actividades sociales quise relatar alternativas que representan un consultorio personal, donde solo somos nosotros y nuestra respiración.

Imagen tomada de Pinterest

No recuerdo el nombre de mi primera terapeuta, pero duró mas o menos 6 meses la terapia y recuerdo que me dio de alta ella, mas no yo sola, eso… le pasa a más personas de lo que se piensa. Recuerdo que dos terapias previas a la final había sentido una especie de liberación sensorial, ya no me lastimaban mis pensamientos destructivos, los dejaba pasar y los ignoraba, luego de unos minutos los olvidaba, me ocupaba en otra cosa, así que el día que fue mi ultima terapia ella me dijo que no permitiera que nunca alguien más desprestigiara lo que siento, pienso y decido. Me despedí de ella y aunque intente buscarla una vez mas dos años después, no encontré su teléfono.

Mientras estuve sin ir a terapia regresé, (digamosle así) a mis actividades rutinarias, porque yendo a terapia tenía que ajustar mis horarios, entonces sin ella tenía más tiempo para caminar y no ir corriendo a todos lados. Continué en ballet, yendo a natación cada noche, yendo a la universidad, haciendo tareas y viendo tutoriales de bordado en Youtube. Sin embargo estas alternativas significaron más cuando necesite ir a terapia una vez mas, viéndome en el fracaso de la búsqueda del teléfono de quien había sido mi terapeuta y con mi incapacidad para ir a tocarle a su casa, estas fueron mis alternativas:

1. Escuchar algo mientras iba en el transporte publico:

Supongo que muchos compartimos este gusto, siempre con precaución.
Mis actividades requerían siempre de que caminara o tomara algún camioncito, el metro, en fin… pero cuando necesitaba calmar la ansiedad conocí los beats bajitos que hacen sentirte en un anime bonito, color pasteludo y con olores a te de jazmín, actualmente están en un streaming eterno en YoTube , para ese entonces yo me descargué unas listas con mezclas, y las reproducía en loop para así no arriesgarme a que se reprodujera alguna canción aleatoria que tuviera letra, evitaba a toda costa la voz, ya que suficiente tenia con las vocecitas chiquitas de mi mente. Indudablemente estos beats chiquitos lograban que llegara a la siguiente actividad un poco más concentrada.

Ejemplo de beats chiquitos

2. Ir a ballet y a natación

No estoy hablando de ir a una fiesta a un antro… en realidad la actividad tenía muchos pros y contras en mis momentos de nula terapia, pero esta alternativa puedes ejemplificarla con esa actividad física que es tu némesis, que amas pero a veces odias, porque sí… es importante el contraste de emociones para equilibrar la mente. Ya que venia con una fuerte dosis de beats chill, llegar a ballet era la revolución a la velocidad con la que venía, ponerse las medias, luego el leotardo, después las zapatillas y amarrarse el cabello sin un pelito fuera, el entrenamiento me hacia olvidarme completamente de lo que andaba haciendo antes, hasta de mi nombre, era duro, bastante, y exigía mi máxima concentración para no lastimarme.

Luego de tal ajetreo y movimiento venia la calma, era ensayar alguna obra que estaban montando o seguir con alguna improvisación, entonces todo eso que estuvo tan pesado antes y que deja a una bien hecha nudos de tanto esfuerzo, me soltaba como algodoncito, era terminar con la revolución de pensamientos y de cuerpo deprimido. Ir a natación era exactamente lo mismo, y como estas actividades las alternaba, por ello las junté en un mismo número.

¨The company men¨ por Ignasi Font

3. Dormir BIEN

Ni tan simple como eso, al tener cierto grado de ansiedad y depresión juntos, es complicadísimo conciliar el sueño, no todos tiene la misma fortaleza y por ello la menciono, ya que al final del día mi cuerpo estaba cansado, trataba de apagar todas las luces, apagar el teléfono, poner una alarma externa al celular, y no escuchar absolutamente nada, en unos 5 minutos ya estaba dormida. A veces es mas fácil cansar al cuerpo que a la mente.

¨Encantadas¨ por Esther Gili

Continué alternando actividades hasta que comencé a escuchar música con voces y letras en el transporte publico, a nadar y hacer ballet con consciencia equilibrio y dividiéndome y a dormir hasta en el camión, así hasta los 25 años. Debo decir que antes de cumplir 25, por ahí de los 22 ya tenía en mente ir a terapia, no me sentía muy ansiosa o deprimida sino que a diferencia de esas circunstancias quería descubrir el rumbo que venía para mi luego de acabar la carrera.

Conocí a quien fuera mi segundo terapeuta durante solo un mes, en ese momento no me encontraba en donde vivía originalmente y pronto debía regresar a casa, así que antes de irme, aproveché el ultimo mes para ir a consulta unas 4 veces, entonces conocí otras alternativas.

Una de las alternativas que tuve fue nuevamente el ejercicio, como ya me había funcionado decidí irme a lo seguro pero en esta ocasión quise internar algo que pensaba no lograría, me inscribí a pole dance. Siempre me he considerado de brazos débiles y muy miedosa para los moretones y golpes, luego de mi clase prueba quise seguir intentando. Alterné mi actividad en pole dance y mi terapia, luego del mes me dieron de alta, sin embargo seguimos en contacto a distancia un par de veces luego de haber regresado a mi casa.

4. Adopté a mis gatas Prana y Aura

Esta alternativa fue la mejor decisión que te tenido, el día que fui a recogerlas, sentía que todo lo andaba haciendo mal o como dirían con las patas, y verle sus ojos separados de recién nacida a Prana y escuchar el maullido de Aura, solo me dio el mensaje de: bueno ya nos adoptaste… ahora no solo debes ocuparte de ti sino también de nosotras, así que intentaremos hacerte tus días menos tristes ronroneandote un mucho todas las noches. En realidad no nos importa que llores solo queremos que nos acaricies.

¨December’s cat¨por Saatchi

5. Lavar los platos

Esta actividades sigue siendo de mis favoritas para el entorno unipersonal y más si es en silencio cuando estoy sola, el objetivo es encerrarme entre el jabón, los platos sucios y el agüita cayendo en mis manos. Dicen que es una forma de reflexión y yo lo confirmo, en realidad no encasillaría solo al lavar los platos, sino a a cualquier actividad de limpieza, hay quienes disfrutan de limpiar el ropero, la cama, el piso, el baño, los platos, la estufa etc. Supongo que el olor es un estimulante para el equilibrio del humor.

¨Can’t sleep sad girl¨ Intan Novitasari

Un par de meses antes de cumplir 26 años volví a terapia; lavar los platos, bailar, escuchar beats chiquitos de música sencilla y mucho menos hablar de dormir lograban hacerme sentir bien, así que digamos que me fui de urgencias al consultorio donde en mi primer terapia solo lloré, no se me entendía nada supongo y lloré toda la hora y media. Comencé un tratamiento de terapia cognitiva conductual. Hasta este punto había desconocido las otras dos clases de terapias a las que fui antes.

Mi terapia duró algunos meses, no la terminé, me mudé de ciudad pero mientras duró puedo asegurar que las cosas que llegué a odiar las volví a tolerar y las que no toleraba las volví a realizar y las que no hacía pero que extrañaba, comencé a desearlas y a quererlas poco a poquito. Conocí actividades dentro de mi terapia, actividades que fueron más sobre observarme, escucharme y sentirme, tenía muchos bajos de humor y presión, estrés, comencé a enfermarme demasiado y entonces traté de localizar de donde venía todo ese dolor.

6. Una de las alternativas durante y después de terapia fue escribir.

A mis 17 años escribí una serie de cartas que encontré en mi última mudanza, entonces recapitulé que escribir había sido una actividad mutada: fue divertida, luego una catarsis, un consuelo, después una enfermedad, luego una desesperación, algo frustrante, la odié, me lastimaba y después hubo un perdón, la comencé a tolerar más, la necesitaba y lo acepte, comencé a interactuar más con ella sin obligarme a escribir algo choncho, solo la visitaba y me alejaba. Cuando comenzaba la ansiedad hacía cuadros de palabras clave, post-its llenos de frasesitas, hasta llegar a la bitácora.

7. Encuadernar

Esta alternativa contaría como ese oficio que siempre has querido aprender y estas deseoso de hacerlo o ya lo has hecho, uno no sabe para que nace, ni cuando lo descubre sabe si durara para siempre, pero cortar papel, telas, hilvanar y pegar fue mi sutura. Después me di cuenta de que la recuperación comenzó cuando me gustaba observar las diferentes telas y papeles que existen, tengo planeado coleccionar diferentes encuadernados papeles y telas… esto piénsalo con la alternativa en oficio que te obsesiona.

Imagen tomada de Pinterest

Avisé a mi ultima terapeuta la decisión de mudarme, entonces en la siguiente terapia nos despedimos prometiendo estar en contacto, actualmente me gustaría volver a hablar con ella, algunas veces soñaba que iba a su consultorio, digamos que la pandemia no afecta que mis próximas terapias con ella sean en linea ni que me sienta mal por no tener una atención más personal. Justo así tuvo que pasar. Lo que me orilla a la ultima alternativa que encontré hace un par de días

8. Bordar

Recordé que cuando fue mi primer acercamiento a terapia bordaba un poco, y busqué algunos tutoriales, una cosa más: actualmente me emociona mucho pensar en que podré decorar mi cuarto y mi casa con algunos de mis bordados.

Luego de que dejé terapia y me mudé he estado intentado regresar a los consultorios, me gustaría hablar de esto, y conseguir mas alternativas, una nunca sabe en que momento odiara lo que tanto amaba antes, una vez me paso que deje de comer helado de fresa porque luego de una depresión comenzó a darme asco. Yo amaba el helado de fresa. Supongo que por esa razón quisiera agotar algunas alternativas en lo que vuelvo al diván, no quisiera tener más helados de fresa rodeándome.

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Yaret R.
Shango Lector BLOG

Sensible empedernida, Malabarista de palabras, colecciono historias y tés. Las fotos e ilustraciones son mías a menos que diga lo contrario.