CARGA MENTAL

Pame Perez G
Shango Lector BLOG
Published in
6 min readAug 12, 2020

No estaba muy segura de cómo empezar con este tema ya que me parece complicado. Pero veamos... si lees el título y no te viene a la mente sobre qué estoy escribiendo te lo explicaré:

La carga mental como dice el libro “Solas (aún acompañadas)" de María Florencia Freijo: es la enorme cantidad de exigencias de logística, coordinación y previsión de tareas que tenemos las mujeres en el día a día y los malabares que debemos hacer para cumplir con ellas.

Quiero decirles que yo escuché este término hace dos años más o menos. Antes de eso, no sabía lo que era la carga mental y tampoco la había reconocido en mi vida a pesar de haberla visto en la relación de mis padres, conocidos e incluso en la mía.

¿Y a que me refiero con esto? Está tan normalizado que ni siquiera nos damos cuenta de que algo esta mal.

No solo sucede en parejas.

A ver, seamos claras, desde el momento en el que nacemos mujeres comienza esta expectativa de ser buena hija, buena novia, buena esposa o buena madre, la carga mental empieza desde que somos niñas pero cada vez se va haciendo mayor.

La carga mental es un diálogo interno que empieza desde niñas, que nos exige recordar a no abrir las piernas cuando estamos sentadas, sumir la panza, no hablar demasiado, ser sensatas, pacientes y conforme vamos creciendo y nos hacemos de algún novio tenemos que recordar ser femeninas, pero no tanto, darnos a respetar, esperar a que él de el primer paso, ser sumisas; luego cuando nos casamos tenemos que ser amas de casa, pero procurar estar bellas cuando llegue nuestro marido, saber cocinar, ser incluso más sumisas y vaya cuando tienes hijos, son todas esas responsabilidades (algunas que nos persiguen desde que somos niñas hasta las nuevas donde estamos casadas) más aparte ser buena madre, tener tiempo para el bebé como también para la relación con nuestra pareja. Eso si hablamos de una mujer casada, ya que la carga mental no aplica únicamente para las mujeres que se casan, ni tampoco para las que son heterosexuales, las que trabajan etc… cada una tiene su propia y pesada mochila llena de carga mental impuesta por un sistema que no nos deja ser nunca libres completamente.

¿Podría culpar a mis padres por esto?: No, realmente así crecimos, así crecieron ellos. Pero es nuestra responsabilidad deconstruirnos todos (hombres y mujeres) para no replicar patrones.

El fin de semana empece a ver la película “The break-up” donde actúa Jennifer Aniston, es de esas típicas películas domingueras, pero creo apenas llevaba unos 30 minutos cuando no pude seguir viéndola y es que me desespero al grado de quitarla (incluso cuando una película es mala la veo para poder criticarla) porque no toleré la actitud del protagonista (extremadamente tóxico y macho) y vi reflejados a muchos hombres que conozco en ese personaje. No se las recomiendo, pero si quieren entender y a la vez enojarse y creer un poco más en la carga mental definitivamente esta aborda el tema para que lo visibilicemos, (como una comedia romántica gringa, pero ahí está).

Aquí hablo basada en mi experiencia porque es lo que he vivido. Yo crecí en una familia clase media, papá trabajador de tiempo completo y mi mamá siempre ha trabajado dando entrenamientos, por lo que ella siempre ha estado con mi hermana y conmigo todo el día, desde que salíamos de la escuela.

En mi casa siempre limpiamos entre las tres, no lo veíamos como un castigo si no como una obligación. Cada domingo en la mañana empezábamos y nos repartíamos labores como barrer, trapear, limpiar el baño etc… siempre asumí que todo el mundo sabía hacerlo (muy pocas veces vi a mi papá hacerlo) pero como en mi familia abundamos las mujeres, nunca noté que la mayoría de los hombres no tenían la misma educación en casa que yo.

Antes no entendía porque cuando mi papá tenia un detalle, como cocinar los fines de semana, mi mamá en lugar de agradecerlo, le molestaba, y cuando crecí me di cuenta que mi papá cocinaba pero dejaba la cocina tan tirada que en lugar de aliviar el fin de semana de mi mamá lo volvía una carga más en la lista de cosas que tenía por hacer.

Y ahora esta carga mental me ha llegado a mí de una manera especialmente dura, con la maternidad y el matrimonio. ¿A que me refiero?; vivir con tu pareja se vuelve difícil, cuando las manías de cada uno no congenian, todos tenemos manías y modos a los que estamos acostumbrados, por lo que convivir con alguien externo que tal vez no se coordina contigo, lo hace un poco complicado, pero digamos que pasas esa etapa, porque van conociéndose como pareja, y después llega la hora de repartir los deberes, creo que desde este punto empiezo a sentir cierta molestia porque la carga mental comienza a hacerse presente, ya que yo soy la que voy a repartir esos deberes.

Entonces… reparto los deberes, pero además de repartirlos tengo que escoger un día para organizar la lista de pendientes por hacer... lo hago, pero también tengo que hacer la lista del supermercado, automáticamente ya tengo en mi cabeza el trabajo que debo hacer, el ejercicio pendiente, la comida, el libro que estoy leyendo y mis sentimientos que a veces guardo en mi cerebro. Tengo espacio para todas esas cosas que mencioné antes, en donde ya no había lugar y eso se va volviendo una carga, que se lleva a diario de acciones que no debo olvidar porque son importantes.

Desde que llegó el bebé, la lista aumentó al triple, porque ahora tengo que recordar cuándo le toca la vacuna al bebé, qué va a comer cada día y qué cosa ya comió, si hacen falta pañales, toallitas o crema, cuántas siestas ha tomado en el día y de cuántas horas, sacar la ropa que ya no le queda y hacer la lista de la ropa que le falta, leer sobre todas las formas de crianza, alimentación balanceada, sueño saludable, estimulación temprana y un sin fin de etcéteras.

Sé que lo que vivo hoy no se asemeja a lo que vivieron mi mamá, mi abuela y mi bisabuela, pero es un problema que se sigue dando.

¿Y qué puedo hacer para solucionarlo? -Hablar con tu pareja.

Eso hago yo, y sé que es un proceso difícil, porque estamos acostumbrados a diferentes cosas, pero es responsabilidad de ambos, no solo hacer las cosas, también tener la iniciativa para hacerlas y compartir la carga ambos, para que ninguno de los dos se vuelva loco.

Escuchar un “es que tu dime en qué te ayudo” es precisamente un “me deslindo de toda la carga mental que conlleva” además no es ayuda, es responsabilidad de ambas partes, la próxima vez evita usar la palabra "ayuda" e intenta ser proactivo.

¿Y cómo solucionamos esto en un nivel más general? Tú, mamá o papá que estás leyendo esto: educa a tu hija de la misma manera en la que educas a tu hijo, que ambos sepan hacer las mismas actividades, enseña a hacer la limpieza una obligación y no un castigo. Tú, lector: divulga esta información para que exista mayor paz mental y trabajo equitativo, preguntate si le has dejado la carga mental a alguien.

Una de mis amigas me menciono una posible solución: “me hizo reflexionar, en todo esto, yo creo que no se trata de liberarnos de la carga mental, si no de que esa carga sea compartida y solucionada en ambas partes de la relación, que ambos tengan lo mismo en mente, y que por lo tanto haya una coordinación para que no recaiga en una sola persona”

Y tú ¿qué otras medidas tomarías?

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