Díganme que estoy equivocada
Mira, fui bien ilusa
porque te aburre lo fácil
y yo te dije a todo que sí.
Y terminé en el mismo cajón,
donde enterraste otros muertos
donde dejaste olvidadas
otras historias,
y todos tus cuentos.
Acá me quedé yo.
sigo teniendo:
Las mismas series apiladas y
libros empolvados,
frente a mi cara.
Y la verdad es que aún no encuentro
algo que goce tanto
como tu mirada clavada
en el medio de la almohada.
Donde a veces dormimos
donde a veces cogímos
donde a veces reímos
donde a veces nos quisimos
donde solo en las noches quisiera sentir más
(sin preguntarte cómo estás)
donde solo en las mañanas quisiera sentir menos
(sin cuestionar que todo depende del tiempo).