Guía práctica para iniciar tu propia colección de bichos

Desde que era niño me llamaban mucho la atención los bichos, en especial los voladores, como las libélulas y las mariposas “88”, a tal punto que a mis 5 años en casa de mi abuela, guardaba cadáveres de mariposas entre las hojas de la Sección Amarilla y libélulas en las cajas de los cassettes. También cada que iba al baño/almacén de la casa de mis padres y pasaba mucho tiempo en el, buscaba entre los cajones de herramientas de mi papá unos frascos de cristal que me gustaba ver mucho. Despedían un olor a alcohol mezclado con metal y líquidos grasosos que se guardaba en las cajas de herramientas y dentro de estos frascos habían alacranes, arañas, milpiés, e incluso había pequeñas serpientes (de las cuales recuerdo haber ayudado a encontrar una a mi papá, dentro del tanque de agua de la casa de mi abuela paterna).

Tal vez, este tipo de cosas es parte fundamental de lo que soy ahora y por lo que decidí estudiar biología.

Durante la licenciatura, tuve un par de materias que se centraban en el estudio de este tipo de bichos. “Artrópodos” fue mi favorita, impartida por el Maestro e Investigador Enrique Montes de Oca, y en uno de los trabajos de la asignatura nos impulsó a iniciar una “colección entomológica”.

Es algo obvio asumir que, desde el punto de vista de un investigador o un maestro de universidad, una colección entomológica necesita cumplir ciertos requerimientos para ser valiosa, no solo visual o monetariamente, también en cuestiones de información, porque cada organismo que entra a la colección representa datos y no debe tratarse como algo sin importancia. Imagínate que un día, un ser más grande que tu, interrumpa tu día tratándote de forma poco digna para terminar todo chueco en una caja fea y húmeda, o peor, en la basura.

Sin embargo, desde mi punto de vista, no es necesario ser una persona profesional para comenzar a crear tu propia colección, cualquiera puede hacerlo, conociendo dónde y cómo comenzar de una manera ideal. Niños con ayuda de sus padres, jóvenes y adultos pueden hacerlo. Es una buena forma de conocer y respetar lo que te rodea. Esa es la razón principal de que esta pequeña guía y consejos exista.

Así que, comencemos con la guía.

Diaethria anna: Mariposa 88

GUÍA PARA COMENZAR TU COLECCIÓN ENTOMOLÓGICA

1. - Conoce tus gustos y miedos
   Es importante que antes de comenzar a buscar insectos, arañas, cochinillas o milpiés (todos estos se englobaran a partir de ahora como “artrópodos”) tengas en cuenta con que quieres lidiar y con que no. No digo esto porque algún artrópodo vaya a morderte o picarte y te vaya a pasar algo malo, lo digo porque no sería justo que mates alguno de estos y no le des un trato digno.
   Si te dan miedo las abejas, hormigas, avispas, cucarachas, o las arañas, no te desanimes y no las busques para matarlas, pasa junto a ellas, y si te llaman la atención, pero no tanto como para tener un contacto cercano, puedes tomarles una fotografía. Probablemente, conforme vayas ampliando tu colección, pierdas el miedo a tocar artrópodos que tienen formas raras, que te causen ñañaras en el occipucio o que parezcan intimidantes y te animes a explorar nuevas cosas y conocerte mientras aprendes.

Ejemplares de los estadios de vida de la cucaracha Periplaneta americana.

2.- Equípate con lo necesario
Desde recipientes del tamaño necesario para colectar lo que deseas hasta ropa y calzado cómodos para estar al aire libre (en tu casa, jardín o azotea por ahora, debido a la contingencia del COVID-19).
Estas son algunas cosas esenciales que necesitas y dónde puedes encontrarlas. No necesariamente debes cargar con todo esto para realizar la actividad de colecta.

• Alcohol, algodón y acetona (Los venden en la farmacia, el alcohol pueden venderlo en presentaciones de 70 y 96 grados. Lo ideal es contar con etanol, pero se puede trabajar con el alcohol antes mencionado. Con la acetona y el algodón puedes crear cámaras letales para mariposas o artrópodos que no necesariamente deben ser sumergidos en alcohol — más adelante explicaré qué es y cómo crear una)
• Recipientes (Pueden ser de plástico o de vidrio, desde las cajas de Tic-Tac, frascos de Gerber® hasta los de yogur de litro y cubetas. Procura tener de diferentes tamaños, ya que no solo se utilizan para colectar artrópodos, en ellos puedes llevar a cabo muchas cosas, como almacenar alcohol o especímenes para realizarles limpieza, crear trampas con o sin atrayentes y crear cámaras letales)
• Hojas de papel, lápiz y tijeras (Estos son necesarios para que al colectar un artrópodo anotes toda la información importante que se te ocurra, principalmente en que ciudad y país lo encontraste, la fecha, y el lugar -el suelo, la pared, sobre una planta, etcétera-, con esto puedes realizar una ficha de colecta de cada espécimen que forma parte de tu colección. También, puedes añadir pequeños recortes con esta información al alfiler donde coloques a cada uno)
• Alfileres entomológicos (Estos tal vez sean el material más específico de la lista, pero si no tienes problema con utilizar alfileres de costura con los artrópodos que colectarás, puedes sacar provecho de esto y hasta combinar los colores de las cabezas de los alfileres. Si tienes inquietud de intentar con alfileres entomológicos, los puedes comprar en una tienda tipo proveedor científico, hay de diferentes grosores y puedes encontrar uno especial para tus necesidades exploratorias)
• Una caja para almacenar los artrópodos (Lo ideal es que sea una caja de madera, con un fondo donde puedas fijar los alfileres y una tapa que tenga cristal que permita ver lo que hay dentro de ella y se pueda colgar, pero no es necesario tener este tipo de caja para comenzar. Puedes utilizar cajas de cualquier tamaño, como las de zapatos, celulares, tuppers de la cocina o de chocolates Ferrero Rocher, lo importante es que tenga una tapa que proteja lo que pones dentro de ella y no este sucia, de esta manera evitarás que tu colección se ensucie o le caiga polvo. Para fijar los alfileres con tus especímenes, el fondo de la caja debe ser de un material que no sea difícil de perforar por los alfileres, como el poliestireno expandido (similar al unicel) o el foam board. Si quieres añadirle un toque especial, puedes forrar esta parte con tela de algún color que te guste)

Como objetos extra que pueden aumentar la calidad de tu experiencia y alimentar tu curiosidad están:

• Pinceles (para limpiar y darle mantenimiento a tu colección)
• Guantes protectores (por si quieres tener un contacto más cercano sin lastimarte ni lastimar al organismo, también funciona como defensa para las plantas urticantes o con espinas)
• Lupas (para poder observar con mayor detalle a tus bichos)
• Vernier (para conocer la medida de los integrantes de tu colección)
• Redes de tela (como la que Bob Esponja utiliza para atrapar medusas)
• Cámaras fotográficas
• Telas y lamparas (para hacer trampas de luz en la noche)
• Pinzas (para facilitar la sujeción de los artrópodos e introducirlos a los frascos)
• Atrayentes (como frutos, flores, carne, o aromas que atraigan a ese bicho que te llama la atención y vengan por montones)

3.- Estudia tu objetivo
Capturar artrópodos tiene distintos grados de destreza, ya que algunos son más rápidos que otros, otros aparecen a determinada hora o determinado clima o estación del año. Si quieres que tu colección sea enfocada en algún tipo de artrópodo de tu gusto, puedes dejar un comentario en esta publicación y con gusto te ayudaré a investigar donde puedes encontrarlo.
También puedes colectar conforme vayan apareciendo en tu casa o los lugares que frecuentas, muchas veces llegan artrópodos muy vistosos a nuestras casas y pueden ser parte de tu colección (como mariposas, polillas, escarabajos, arañas, libélulas, cucarachas, mosquitos, orugas y hormigas).

4.- Prepárate para la aventura
Carga contigo de 3 a 4 frascos vacíos y secos, de diferentes tamaños para capturar artrópodos vivos, 1 o 2 frascos que contengan alcohol, pero que no estén completamente llenos, para evitar que se derrame en tu ropa. Si esperas encontrar organismos grandes como tarántulas, insectos palo, polillas gigantes o escarabajos enormes, lleva un par de frascos grandes vacíos y secos también.

5.- Colecta con conciencia
Capturar artrópodos puede tornarse en una adicción, en el buen sentido, ya que puedes llegar a querer colectar todo lo que se mueve, pero debes ser consciente de tu capacidad de procesar todo lo que colectas hasta el punto final que es fijarlos de una manera que luzcan en su caja. Ve a tu tiempo, respetando cada individuo que colectas y dedicándole tiempo a su proceso para que el producto final quede espectacular.

6.- ¿Sumergir en alcohol o meter en cámara letal?
Debido a la gran diversidad de artrópodos, se sugieren distintos métodos de sacrificio para comenzar el procedimiento de añadirlos a una colección entomológica. Los principales métodos son sumergirlos en alcohol algunos minutos hasta que queden inmóviles o introducirlos en una cámara letal: un recipiente que tenga algodón con ácido acético y cerrar este recipiente hasta que el organismo muera.
La cámara letal que sugiero construir en casa no necesariamente debe llevar ácido acético, puede llevar acetona, ese liquido que se utiliza para quitar el esmalte de las uñas. Sumerge algodón, de un tamaño similar a un chicle de bolita en acetona e introdúcelo en un frasco que puedas cerrar, y después coloca el artrópodo dentro del frasco y ciérralo. Cuando el bicho deje de moverse puedes agitar suavemente el frasco para verificar que esté muerto y después sacarlo.
La manera de saber qué método es el mejor para tu artrópodo es mediante la vista y el tacto, si observas que es algo frágil, se dobla fácilmente o alguna parte de su cuerpo puede quedar dañada si se humedece, opta por la cámara letal. Si es uno que se ve solido o muy duro, sumergirlo en alcohol es lo mejor.

Algunos ejemplos para saber qué método utilizar se encuentran en la siguiente lista:

• Sumergir en alcohol:
  Escarabajos
  Hormigas
  Chinches
  Arañas
  Pulgas
  Alacranes
  Cochinillas y crustáceos en general
  Cienpiés, milpiés
  Cucarachas
• Utilizar cámara letal:
  Mariposas
  Polillas
  Libélulas
  Orugas
  Avispas
  Abejas
  Mosquitos

Cabe mencionar que no todos los artrópodos se preservan en seco. Por ejemplo, es mejor preservar a las arañas sumergidas en alcohol, ya que si se mantienen en seco, sus cuerpos se deforman por la deshidratación y se arrugan.
También, un punto importante es que si tu interés es coleccionar larvas, es más sencillo conservarlas si las matas sumergiéndolas en agua caliente, a punto de hervir, antes de colocarlas en alcohol.

Después de haber sacrificado a todas las muestras que colectaste, es necesario separarlas en sobres o triángulos de papel (con los datos de colecta de cada uno, escritos con lápiz) y almacenarlos en cajas de plástico, cartón grueso o metal inoxidable.
Otra alternativa, es colocar los artrópodos en capas de papel absorbente y algodón, dentro de una caja bien cerrada.
Esto con la finalidad de que tus muestras se sequen rápido y evitar que se infesten con hongos.

Montaje y conservación

Como mencioné brevemente en el punto 6 de la sección anterior, hay diferentes maneras de preservar tu colección: en seco o en líquido (existe otra que se utiliza en colecciones científicas, las preparaciones permanentes, pero se necesitan materiales muy específicos).

El tipo de montaje a realizar dependerá del tamaño, consistencia o estado de desarrollo del organismo.

A) Montaje simple
Se usa para individuos medianos (5–10 milímetros de largo) y grandes (10–30 milímetros). Consiste en atravesar directamente el cuerpo del artrópodo con un alfiler. Como regla general, el alfiler se clava verticalmente en el tórax, de esta forma quedará 1 centímetro entre la cabeza del alfiler y el cuerpo del insecto.

La ubicación o punto donde debe clavarse el alfiler dependerá del orden al cual pertenezca el artrópodo.

a) Escarabajo (Coleóptero) b) Grillo o saltamontes (Ortóptero) c) Hemípteros o Heterópteros d) Abejas (Himenóptero)

• Lepidoptera (mariposas), Odonata (libélulas), Hymenoptera (abejas, avispas, hormigas, etcétera), Díptera (moscas), se perforan en la parte media del mesotorax y un poco desplazado a la derecha del mismo.
• Coleóptera (escarabajos, catarinas, gorgojos, etcétera): en el ángulo superior izquierdo del élitro derecho.
• Hemiptera (chinches): en el mesoescutelo (parte triangular del tórax), desplazando el alfiler hacia la derecha. El alfiler debe salir entre el segundo y tercer par de patas.
• Orthoptera (saltamontes, grillos, etcétera.): un poco hacia la derecha de la parte media de la cresta que presenta en el tórax. El alfiler debe aparecer entre el primero y segundo par de patas.

Una vez que el organismo ha sido atravesado con el alfiler se fija clavándolo sobre una placa de unicel o foamboard y se acomoda. Las antenas generalmente van hacia delante. Cuando exceden la mitad del cuerpo del artrópodo conviene colocarlas en forma de una curva hacia atrás, para evitar roturas.

Las patas se acomodan de la siguiente forma: el primer par hacia adelante y los dos restantes hacia atrás. Estas posiciones se logran fijando los apéndices/patas con alfileres sobre la placa de unicel.

Para acomodar las mariposas se usan los extendedores. A falta de éstos se puede usar una plancha de unicel a la que se le realiza una ranura de manera tal que pueda encajar el cuerpo del insecto. Una vez que se atravesó el cuerpo del insecto con el alfiler, se procede a acomodar las alas. El primer par se lleva hacia adelante de manera que deje al descubierto el segundo par. Los bordes anteriores (o margen costal) de las alas del primer par deben formar entre sí un ángulo de 90° aproximadamente, y 45° con la línea media longitudinal del insecto. Para evitar la pérdida de escamas que cubren las alas, trátalas con delicadeza. Una vez acomodadas se deben fijar mediante tiras de papel sujetas con alfileres.

Formas de extender las alas de una mariposa. Incorrectas: a,b y c. Correcta: d

B) Montado doble
Cuando los artrópodos son pequeños (3–5 milímetros de largo) no pueden ser atravesados directamente por el alfiler porque se pueden romper fácilmente. En estos casos se pega el individuo sobre una tarjetita, de forma triangular, confeccionada con cartulina o papel duro. Las dimensiones de la tarjetita son: 1 centímetro de base por 2,5 centímetros de altura. La pleura (la parte inferior del artrópodo) se pega con resistol vinílico neutro en el vértice más agudo de la tarjeta. Esto se realiza con el objeto de que al ser los artrópodos animales de simetría bilateral (la mitad de su cuerpo es igual a la otra) por lo menos una mitad del cuerpo quede preservada sin ningún tipo de daño, para posibles estudios taxonómicos. A continuación se pasa el alfiler a través de la tarjetita de cartulina.

Montado doble de un insecto

C) Líquido conservador
Para conservar artrópodos pequeños, frágiles, o estados de desarrollo juveniles se los coloca en líquido conservador. Puede usarse alcohol al 70% (7 partes de alcohol y 3 partes de agua), pudiéndose agregar glicerina para evitar la evaporación.

EXTRA: Gel antibacterial
De manera experimental, he llegado a guardar artrópodos en frascos con gel antibacterial y lucen bastante bien, se quedan suspendidos en el frasco, podrías intentarlo también. Coloca gel en el frasco hasta donde te gustaría que quede suspendido, acomódalo con ayuda de un pincel o unas pinzas y después llena el frasco y tápalo adecuadamente.

Producto final

Después de varias colectas puedes llegar a crear cajas de artrópodos similares, y que se parezcan a alguna de estas fotos:

Los escarabajos y las mariposas son los artrópodos mas populares en las colecciones, debido a sus colores vistosos. Sin embargo, una colección diversa luce de la misma manera que una de estas.

En caso de que tengas alguna duda sobre cómo realizar algún paso, o cualquier cosa, no dudes en comentar en esta publicación y responderé lo más pronto posible para que sigas con tu aventura al descubrimiento.

De igual manera, puedes encontrar aquí 3 guías extendidas que recomiendo, pueden ayudarte mucho a complementar la información.