Habitas en una ficción

Miguel Angel Luján
Shango Lector BLOG
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2 min readSep 12, 2020
Michael George Haddad on Behance

Todo comenzó con un día soleado y una pizca de curiosidad mañanera; moría de ganas por ver la gran estrella y encontrar las aves que se regocijaban con su calor.
Quería salir un rato, solo uno, quería comprobar que mi sueño había terminado.

Maldita memoria, por su ausencia necesitaba observar lo que en veinte años,
por su ausencia despertaba con la falacia de los cinco segundos, y que podía crear otro espacio, porque soy consciencia, una herida de traumas pasados, pero puedo, o es lo que susurro al momento de morir. Tengo que admitirlo, con un poco de esperanza.

La decepción llegó cuando alcé la mirada al cielo buscando al sol y no estaba,
me percataba entonces falto de arte, determinación y espanto.
Antes de perder la esperanza pensé en la hora y su posición.
la decepción se quedó cuando vi que no eran las nubes las que lo tapaban.

Desconcertado ante aquel paisaje aún indescifrable,
decidí salir en busca de una explicación, no podía quedarme con la idea inefable de que habitaba una ficción.
Sonreía mientras caminaba por los senderos ya marcados y atravesaba los grandes bloques de gentes que se movían de forma ordenada,
la gracia de esta realidad dirigida por luces parpadeantes y letreros sugerentes era totalmente genuina.

No aguanté mucho, me había aturdido, la prisa con la que surgía todo allá afuera me había dejado rendido, ¿cómo lo hacen? ¿cómo es que pretenden alcanzar al tiempo y retenerlo por unos segundos?
para aprovecharlo en que
¿Cómo es que no veo a nadie llorando por vivir en esta realidad tan amarga?

No soy de aquí, lo sé, donde habito la música mueve al tiempo, y la flora es empoderada, rebrota y avanza sin temor a ser conquistada,
donde floto y me mecen, me sumerjo y aguanto, donde descanso es donde las aves no me tocan, abrazan, las luces te llevan, con la libertad de que lo gris, no opacara el destello decoherente que lo alcance.
Donde vivo el sol calienta desde lo orgánico, desde la gratitud, donde el rencor no moldeó a la estrella y la convirtió en venganza, donde la gente no muere en llamas, enclaustrada, durmiendo bajo las murallas mal hechas.

Volveré a dormir, quizá fue una mala idea, o un mal sueño.
Ojalá que sea mi mala memoria, y todo esto sea solo un mal recuerdo, si, uno denso, tergiversado, molesto, ficitico.

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Miguel Angel Luján
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poesia surrealista, filosofia, declaraciones pasionales. El lenguaje no tiene dueño