La clarividencia por The Joker

Juan Rey Lucas

“Todos los descubrimientos verdaderos surgen del caos, son resultado de dirigirse hacia lo que parece incorrecto, ridículo y tonto”

Chuck Palahniuk

La creación o construcción de anti-héroes ya no es idílico, sino consecuente con lo que el orbe ha ido desenvolviendo en su arquitectura como entidad.

Una película como manifestación estética es una pieza más de lo que puede darse como representación, o acto de exhibición, sobre las conductas y aconteceres de su temporalidad. El filme de Todd Phillips ha re-articulado al payaso que nunca ha dejado de flotar por el inconsciente freudiano e incluso troquelando hasta uno lacaniano.

La visión por la aceptación de todos nuestros instintos puede conmovernos y resistir porque no seamos devorados y aniquilarnos de un chasquido. Audaz Arthur Fleck empero, inevitablemente abraza sin reprimendas o vergüenzas el abismo.

A The Joker se le puede estereotipar con todos los adjetivos y zafiedades, pero pudiendo ser ello, va más allá de sí. No es la negación de lo humano, sino la edificación de lo que ha encontrado en su especie. El capitalismo moderno (al igual que el soporífero aparato neoliberal) ha sido incubadora con más celeridad de este tipo de individualidades. E incluso habrá quienes ponderen porque se manifiesten con respecto a la asfixia que ha logrado la pandemia y la máquina planetaria subyugadora.

Hay una alegría en Arthur que es adversa y bizarra a la felicidad que el mundo provee: la particularidad de una con la otra es que la de Fleck es emanada de todas sus complejidades y vehemencias; mientras que la del orbe es una configuración de sus diseño supuestamente efectivo e impositivo más no opcional: el sentimentalismo de Arthur alcanza el nivel de afección.

Lo más iluminador -y por supuesto lo más miserablementetriste- no es que sea una parodia, una sátira, una metáfora. No. Es una mimesis. Uno de los tantos mundos posibles y quizá uno de los más palpables. Lo gracioso y la desgracia difuminan su bifurcación para desplegarse uno a la par del otro y concebir nuevos gestos de lo que el orbe encarna. Walter Benjamín menciona que el cine es tan descomunal que es capaz de mostramos nuestra propia autodestrucción en todas sus formas. Bueno The Joker hace efectivas y contundentes las letras del filósofo alemán. El detalle con respecto a la cinta, es que es la propia humanidad quién engendra el acéfalo con todos los requerimientos para una culminación exitosa hacia su descenso.

“Me fascina el caos, creador y destructor de universos, sin propósito alguno, sin ningún sentido”

Javier Sanz

La venganza queda eliminada: es la lucidez alcanzada la que recorre al cuerpo del arlequín que con su esquizofrénica risa pronuncia y anuncia el caos a gestionarse. Ya no es la racionalidad del régimen con lo que se anhela relacionarse, sino una lógica del corpus excesivo y enfocado en su entrenamiento para la obtención de las furias. El dolor y la hilaridad también coexisten como compulsiones quirúrgicas para la generación de lo impredecible.

Hay ciertas conciencias moralinas quienes niegan que el personaje adversario de Batman tenga algo de nosotros. Arthur Fleck toma también con literalidad lo que la lucidez le permitió escribir a Emil Cioran: “Podemos imaginar todo, predecirlo todo, salvo hasta donde podemos hundirnos”

He ahí el secreto de las bestias humanas: trasquilando el mundo tras la silla de Macbeth o la espada envenenada, puesta en la mano de Hamlet. Aunque hay que reconocer que ciertas veces el monstruo que se ha de edificar se encuentra a la altura del aparato deformado contra el que se opone. Hoy en la actualidad, el existente tanto como endriago o como genio acaparan los mismos reflectores, a veces hasta más por parte de la fiera. Habrá que ponderar por el ir a contracorriente sobre todo en los últimos tiempos para que jamás nos volvamos vestigio del estigma: “Hasta que el destino nos alcance”

“¿Es el hombre sólo un fallo de Dios; o Dios sólo un fallo del hombre?” Friedrich Nietzsche

Filósofo, ensayista, cuentista, poeta. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras, en la Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universitaria. Ha tomado cursos de redacción autobiográfica en la Casa Universitaria del Libro. (Alumno de la escritora Rosa Nissan); también talleres de Redacción y Literatura Creativa en el Museo del Escritor. Narrador, guionista y coplista para distintos semanarios de la red.