Mi última marea
(espero que no te duela)
Que me lleve lo que me tenga que llevar,
corriente brava de dudosa consistencia,
que acaricias a los hombres con fuerza desmedida
cascada que no da pie a las despedidas.
Olas de suspiros y una palmera estática,
guardaré esta postal mágica en mi bolsillo
por si tropiezo con lo escéptico, y algún día le encuentro el brillo,
por si el viento no me lleva,
por si es solo un sueño esta marea,
por si acaso,
cuéntale a la entropía el esfuerzo que hice por contenerla.
¿Te importa si hago un juramento?
si coloco a Saturno en una de tus macetas y una nota en sus anillos,
que diga que lo mío, (pero lo mío sin paranoia y delirios)
siempre fue quererte
como niño jugando bajo la lluvia.
No habrá más apapachos de la abuela
y de mi café sobre la mesa se han de olvidar,
nunca fui bueno para eso de la cotidianidad,
ni para estar, o para ser, justo ahora recuerdo a Maquiavelo
y a Sartre, da igual lo que hayan dicho,
si me escuchas en una de tus tardes de vinilos
recuerda que…
El sonido, sordo apenas comprendido
a cómo sabe a río, perdido como estrella apenas presentida
que saborea su muerte cual profeta en agonía
admirada de vez en vez por la rejilla de mi ocio
me abstenía muy desde dentro a aceptar la caída.
Innumerables átomos en esquinas inciertas
cual estrellas a punto de morir, solo me quedo con tu sonrisa
y diez minutos junto a ti.
¿Te importa si te dedico mi última vida y quizás la única?
prometo ya no prometerte más cosas
esto es solo parte de mi partida.