Mr. Hyde

Miguel Angel Luján
Shango Lector BLOG
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3 min readSep 19, 2020

Dualidad y expresión; el manejo de las pasiones y lo denso de las ideas, la aparente necesidad de ocultarnos de nosotros mismos y la aparente obligación de reprimir nuestros deseos, o de practicarlos a oscuras en callejones ocultos, escogiendo lo más recóndito de la ciudad para poder ser un poco más libres que en nuestra imaginación, para que nuestra identidad no perjudique a los conservadores que con aberración excluyen y etiquetan, para que nuestros actos no rocen con los de nuestra especie, para no ser tan malos como ellos cuentan.

¿Qué es esta dualidad al parecer inherente al hombre?

A priori, el Dr. Jekyll, se muestra como quien se mostraría a la mayoría; un esbozo mal dibujado de la interacción debida entre el individuo y la sociedad, lo cuerdo y lo bien hecho, los rituales comunes, como el salir a caminar por las húmedas calles de Londres o escuchar las vagas pláticasu7 de los más cercanos eran cosas de él.

Mr. Hyde, aunque es el mismo personaje, no se puede tocar de la misma manera, es debido ahondar en sus actos y tratar de revelar lo que en ellos esconde, ¿ausencia de ethos? ¿problemas psicológicos? ¿rencor social? ¿la necesidad humana de exportar cuanto pensamiento se nos cruce por más atroz y amoral nos parezca?

El asesinato de Mr. Hyde, es la prueba que da apertura a la identidad de nuestro personaje; En este caso, se declara como inocente al sujeto, y es que, aunque hubiera sido rencor o despecho, incluso alevosía, es también válida la libertad del hombre y jugar a ser dios en la única vida que se tiene, es válida la indiferencia y el escondite, el misterio y la egolatría, conceptos ya viejos que se pueden tomar como pretexto hasta literario para la ejecución hostil y envidiosa de otro ser vivo.

Entrando a terrenos de la psicología deriva la dualidad, hipótesis que desarrollaremos brevemente, tocando Mr. Hyde desde la perspectiva más etérea y neutra posible.

Sobre la dualidad de nuestro personaje en cuestión, se puede decir que hay un contrastable comportamiento y apariencia, factores que resaltan en nuestra búsqueda, por otra parte, hay que recordar lo que no se tiene, es decir, las facultades psicológicas y sociales para poder permanecer en el devenir histórico sin inconvenientes, cualidades que bien podrían responder a las habilidades del doctor.

Las pasiones (tema que es imprescindible tocar si se habla de una moral sutil y acciones difíciles de digerir como un asesinato o personalidad divida) se suelen encapsular y ordenar en cuanto a perversión, ejecución y frecuencia, es común encontrar personajes de la cotidianidad o ficción que se muestran por entero sin temor a la condena, un poco más anormal es percibir por casualidad a los seres que aún deambulan por los senderos de la ética, aun más extraordinario es encontrar a quien se deslinda de lo ya dicho, de lo normativo, y prefiere gastar su única bala en otra persona, gesto altruista si se mira desde lo absurdo de la existencia.

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Miguel Angel Luján
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poesia surrealista, filosofia, declaraciones pasionales. El lenguaje no tiene dueño