SANTIAGO
Sabes que yo quería conocer Tokyo contigo, recuerdo que decías que de otra forma no tendría sentido.
-Young Tender
Santiago no (es) un nombre, (o) los rastros de algún hombre. Es un silencio acumulado, la promesa de un futuro inalcanzable, el paraíso abandonado, un par que (ya no) espera.
Es el último de la fila, lánguido y solitario, con la esperanza en sus entrañas pero sobrado en derrotas. Es toda la luz del mundo y también un fantasma, mi fantasía más Preciada o quizá es solo un producto de mi imaginación. Ya lo sé he dicho mucho pero por muy contrario que parezca, no es ni la mitad de todas las cosas que realmente impontan:
Es un misterio y también seis mil formas de decir te quiero, seis mil maneras de decir te odio, pero siempre, seis mil oportunidades para empezar de cero.
Si quisiera podría serlo todo; un amor, un lugar, un rumor, un final. Pero es tan cobarde que no puedo nombrarlo ni siquiera como la referencia de la cordillera que deseaba cruzar un invierno.
SANTIAGO ES: UN FRAGMENTO, UNA ROLA CON AUTOTUNE QUE ME HACE RECORDAR LA HISTORIA DE DOS QUE ENTRE KILÓMETROS SE ABANDONARON
y si yo no te vuelvo a ver, donde quiera que estés, que estés chido y que estés bien…