Sobre la maternidad

Pame Perez G
Shango Lector BLOG
Published in
7 min readAug 5, 2020

A propósito de que estamos en la semana mundial de la lactancia materna, me gustaría aprovechar para escribir mi experiencia, iniciando con esta pregunta: ¿quién nos enseña a ser mamás?

Todo lo que leerás es con base a mi experiencia. Cuando me enteré de que estaba embarazada para mi fue una bendición, estaba increíblemente feliz y a la vez muy asustada ya que en el 2018 tuve un embarazo ectópico que terminó en una cirugía de emergencia en donde mi vida corrió peligro y en la que al final perdí una de mis trompas de falopio; a partir de ese momento tuve una depresión muy fuerte, ya que esto fue una cirugía idéntica a la cesárea pero sin bebé, con muchas secuelas hormonales. Los doctores siempre me hablaron de lo difícil que sería para mi embarazarme si es que llegaba a poder hacerlo, y sobre todo mencionaron que si quería ser mamá, tenía que hacerlo pronto, ya que cada año que pasara las probabilidades bajarían drásticamente.

La verdad tenía pocas esperanzas, pero cuando me enteré que estaba embarazada y que pude superar aquel obstáculo, mi mayor temor se convirtió en el día que cargara a mi bebé por primera vez y creo a partir de que se dio ese momento, cambié.

Los primeros meses fueron los mas difíciles, en mi caso las nauseas no eran solo matutinas como en las películas, tenía poco apetito y casi todo lo vomitaba, al final perdí casi 8 kilos en el primer trimestre, además tenía mucha ansiedad, me preocupaba mucho el día en el que llegara el bebé y saber si podría cuidarlo, no me sentía preparada del todo. El segundo trimestre lo disfruté bastante, las nauseas habían bajado, empezaba a sentir antojo por algunas cosas, se me empezaba a asomar mi pancita y creo es cuando mas radiante me sentía. En el tercer trimestre ya había comprado casi todo lo básico que necesitaría para la llegada del bebé, me había mentalizado para el parto y también para el post parto, pero estaba muy incómoda con las agruras, a la hora de dormir ya en ninguna posición me sentía cómoda, tenía que ir al baño cada 40 minutos, caminaba con dificultad porque sentía demasiado peso y mi espalda me estaba matando cada segundo del día, incluso tuve algunos sustos como el día de mi baby shower que pensamos el bebé llegaría antes (falsa alarma).

Llegué al hospital el 26 de enero a las 3 de la mañana con dolores de parto pero tenía muy poca dilatación, me mandaron a casa a dormir otro rato y me recomendaron volver a medio día, fueron horas difíciles, sentía mucho dolor pero sabía que quería un parto natural, así que daba todo de mi para aguantarlo.

Debo decir que me encantó el trato en el hospital, creo que fui afortunada.

Todo el tiempo me acompañó una doula y me puso a hacer ejercicios que ayudaron a que fuera mas rápida la dilatación; hicimos ejercicios con la pelota suiza, aromaterapia, incluso un baño caliente antes del parto. Yo pedí que me pusieran la epidural porque el dolor era en verdad fuerte y tuve un parto vertical, mi bebé nació a las 17:30 del mismo 26 de enero y yo creí que me iba a morir en ese momento.

Jamás había hecho un esfuerzo tan grande como lo hice ese día, me quedé sin energía, la noche anterior no había dormido. El doctor me dijo que mientras limpiaban al bebé y me pasaban a mi habitación podía dormir un poco, pero yo sentía que si cerraba los ojos ya no iba a ser capaz de abrirlos de nuevo, lo más extraño es que morir me parecía y parece aterrador en el sentido menos egoísta que alguna vez sentí, y es que ahora mi mayor terror es dejar a mi bebé solo en el mundo sin mi.

Mi mamá me regaló un tratamiento de placenta, lo cual ayudó mucho a que no tuviera depresión post parto, a bajar de peso rápidamente y sobre todo a recuperar muchos de los nutrientes que perdí en el embarazo, me hizo sentir muy bien la verdad.

Creo que las mamás, tías, suegras, cuñadas, hermanas, amigas y abuelas siempre te dicen que donde vas a sufrir más es en el post parto, y creo también es de lo que menos se habla, por ejemplo en las películas donde pintan al parto como la peor parte, pero en realidad la adaptación es lo mas difícil.

El nacimiento del bebé es también el nacimiento de la mamá; yo nunca antes fui mamá, no se que es ser mamá, no sé como hacerlo.

La noche que me quede en el hospital, fue una noche que a la fecha mi esposo y yo consideramos la más bizarra de nuestras vidas, nos dieron al bebé y nos dejaron a él y a mi solos, ¿responsables? ¿él y yo? ¿en serio?. Además, aunque estoy hablando de la maternidad, vaya que los hombres no viven el embarazo, ellos no se preparan de la misma manera que nosotras a la llegada del bebé, pero ahí estuvo él, siempre apoyándome y cuidándome.

Ahora que ve al bebé, ya es real, ya es algo serio, algo que puede tocar y sentir, y me imagino que él también sintió miedo.

Como les dije, el post parto es la peor parte, incluso peor que las nauseas, peor que el parto, tu cuerpo ya no es el cuerpo que reconociste los años anteriores, tu tiempo ya no es tu tiempo, es el de alguien más, tu sueño ya tampoco te pertenece, los recién nacidos duermen periodos de horas muy cortos e intermitentes. Y la lactancia no es como la pintan, es difícil y dolorosa, al menos los primeros días, es cansada y muy molesta. Yo tuve exceso de leche y todo el tiempo tenía mis pechos duros como piedras con bastante dolor y se me derramaba la leche cada 2 horas, así que tenía que usar protectores para lactancia todo el tiempo lo cual no es cómodo. ¿Pero lo cambiaría? JAMÁS.

Me encanta esa conexión que tenemos mi hijo y yo, le digo: “te amo” cada vez que come, porque mi leche está llena de nutrientes, es de hecho lo único que tiene que comer los primeros 6 meses y la OMS recomienda que mínimo hasta los 2 años, nosotros llevamos ya 6 meses de lactancia materna exclusiva y exitosa, no sé si llegaré a los 2 años, quizá no, pero cada gota cuenta.

Te recomiendo que si quieres llegar a tener una lactancia materna exitosa, investigues mucho, la mayoría de veces que las mujeres cambian a dar formula es por falta de información. Y lo entiendo, si sientes dolor y el bebé te está lastimando, te vas a desanimar, pero para eso hay asesoras de lactancia que te dirán como conseguir un buen agarre, si hay dolor algo no está bien.

Dar pecho no debe doler mas que al principio que no está acostumbrado tu cuerpo a que te succionen cada 3 horas, a partir de la semana esas molestias se van disipando.

Jamás había amado tanto a alguien como amo a mi hijo, sin dudarlo daría mi vida por el, estoy muy agradecida con la vida por permitirme ser madre y por tener a un bebé como José Emilio en mi vida, pero sé que mi caso es muy particular.

Quisiera que ahora que se rechazó el proyecto para despenalizar el aborto, concientizar sobre la burbuja de privilegio en la que yo vivo. Mi hijo fue deseado, tengo casa y comida, mi hijo tiene ropa, cuna, juguetes, es un bebé amado por su madre y su padre, nació en un hospital privado, a mi nadie me obligó a ser mamá ¿quién soy yo para decidir por las demás? NADIE.

Algunas de las mujeres que obligan a ser madres no tienen casa, algunas no tienen pareja, otras no tienen suficiente dinero, incluso algunas ya tienen otros hijos, hay casos donde fueron violadas o violentadas por su pareja, o simplemente no quieren ser mamás, ya tienen otros planes profesionales, que consideran mas importantes que la maternidad, y todo eso está bien, si no quieren ser mamás, no deberían estar obligadas a serlo, porque yo, con todo el amor del mundo que tengo, se lo estoy dando a mi hijo, educándolo, intentando que en un futuro sea una persona de bien, pero si un hijo no es deseado, no es querido, no es priorizado, solo estamos creando adultos no funcionales en el futuro y creo que eso es peor.

No le deseo a nadie nacer en un mundo donde no será amado, ser mamá tampoco debería ser un castigo y por eso mi postura es la legalización del aborto seguro y gratuito.

LA MATERNIDAD SERÁ DESEADA O NO SERÁ.

Concluyo con que mi maternidad es un viaje largo, muchas veces cansado, casi siempre en terreno desconocido, con días buenos y días malos pero siempre con todo el amor del mundo que tengo para darle.

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