Un cuento con mucha realidad: Contra-espionaje

Yaret R.
Shango Lector BLOG
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3 min readMay 13, 2020

No tengo ningún despertador que logre abrir mis ojos de buen humor, el cuerpo pesado influye hasta en lo débiles de mis uñas, pero la cabeza… la cabeza es lo peor. Hace un par de meses que debo cuidar mis movimientos, no puedo girar rápido porque se me mueven las paredes, así que caminar es una de mis actividades favoritas porque lo tengo que hacer lento. Cuando iba a la universidad necesitaba usar dos camiones y solo tomaba uno, la otra mitad del camino iba a pie, pero nunca pude disfrutar del caminar como tal, porque siempre iba tarde. Los humanos no somos otra cosa mas que bombas de tiempo, corriendo, siendo invidentes artificiales tropezándonos a cada rato.

Metro. Yaret Ramírez, 2016

Las enfermedades parecen cruces de luz neón dentro del estomago, a veces prenden una por una y a veces todas juntas. Hay una cruz que nunca se apaga últimamente: la de la esperanza, la peor de las enfermedades virulienta y silenciosa, destruye sueños, creadora de expectativas, de nervios, de ansiedad y de insomnio. No por nada dicen que la esperanza muere al último… y que cosa tan más desalentadora, mucho tiempo esa frase se ha constituido como un consuelo, para aguardar, pero tan solo piensa en las salas de espera de cualquier lado, esas que huelen a vacío, precisamente el olor que te imaginaras, así huele el vacío de la esperanza, de lo que sea: el olor de la medicina, artefactos de metal frío, cabello recién pintado y el olor de los zapatos nuevos, hemos comprado el sentimiento de la espera: esperanza con olores que solo nos recuerdan lo mal que la pasamos mientras: esperábamos.

Sarahí Cejudo. 2018

Pensemos que de tanto postergo, hay en la luz de neón un mes abierto a la posibilidad: Septiembre, solo ahí habrá caído el veinte de las veces que nos bastaron para necesitar enfermarnos de esperanzas: Voy a ir al cine, voy a ir a tomar cerveza, voy a ir a correr, voy a hacer ejercicio, voy a estudiar, voy a trabajar, voy a ver a mis clientes, voy a ver a mis amigxs, voy a continuar.

No quiero pensar en Septiembre, pero se que habrá algo ahí, o al menos eso ESPERO. Hemos estado enfermos desde hace mucho, de tiempo, y aunque antes pretendíamos detenerlo para que no se nos fuera la hora de comida, el día, la vida en dormir, nos paralizamos en conjunto, sin imaginar que ya casi viene nuestro cumpleaños y que hay que empezar desde cero para salvarlo u otra fecha importante… la que sea, aún así las luces y las catástrofes venideras, nos hablaran sobre el hoy, y es que jamás seremos la misma foto de ayer.

Sarahí Cejudo. 2018

Entonces espera, que enfermos, seguiremos unidos.

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Yaret R.
Shango Lector BLOG

Sensible empedernida, Malabarista de palabras, colecciono historias y tés. Las fotos e ilustraciones son mías a menos que diga lo contrario.