A Guadalajara le sienta bien la postura anti-inmigración
México impulsa las startups con talento de todo el mundo
Fuimos por primera vez hace poco más de un año y volvimos con la sensación de que el despertar estaba cerca. Guadalajara es el hub de México para el mundo tecnológico. Desde hace más de 30 años tienen una sólida relación con Silicon Valley. Comenzaron como una maquila, un centro de ensamblaje de impresores y Xbox, para pasar a diseñar productos a ser vivero de startups y creatividad.
Oracle proyecta un gran campus allí. HP, Microsoft e Intel hace tiempo que se fijaron en esta ciudad donde se presumen de mariachi y tequila como señas de identidad.
Un reportaje firmado por dos buenos amigos en Reuters (Julia Love y Sal Rodríguez) corrobora este momento. Guadalajara gana peso. Según la investigación de ambos periodistas, la reducción de visas H1-B tienen un beneficio para México, más startups dedicen mudarse allí. La calidad de vida es notable, los costes para la matriz son menores que en muchos otros lugares del mundo occidental, la formación de buena, la cultura compatible con Estados Unidos y hay varios vuelos directos que unen San Francisco y San José con Guadalajara.
Un factor que no se suele contar tanto es la implicación de los políticos, sobre todo a nivel local y estatal. En una reciente entrevista con EL PAÍS, el gobernador del Estado, Aristóteles Sandoval, reafirmaba su compromiso: “Jalisco puede acoger a los inmigrantes de Silicon Valley”.
La capital de Jalisco se ha convertido en una de las ciudades más ilusionantes por méritos propios, pero también por su comunidad, con dos colectivo especialmente destacados: Hacker Garage y Hackers and Founders con el popular Mak al frente. Sin olvidar a Raúl Martín con la renovada Campus Party y preparando nuevos proyectos que pronto desvelaremos por aquí.
Un síntoma más de que la tecnología e innovación cada vez tienen menos fronteras y generan más oportunidades.
Hecho con cariño, esmero e insomonio en Madrid
