Cuonda, la casa de los podcasts
Una plataforma para escuchar los mejores contenidos en español
El formato audio gana adeptos. Siempre los tuvo, pero faltó dar con el momento y la forma para que surja como merece. Se partía de una carencia, la métrica. Apple ha sido, con el iPod y su difusión a través de iTunes, el gran almacén internacional, pero no ha conseguido dotar a los anunciantes de las herramientas necesarias para convertirlo en un formato interesante para la publicidad. Si no se sabe el impacto y el alcance exacto la desconfianza espanta el negocio potencial.
Las oleadas para hacer de este formato una opción narrativa que aspira a una gran audiencia han sido sucesivas, pero ha terminado por cobrar importancia cuando tanto Amazon como Google han empezado a apostar por la interfaz de voz como formato informativo. Apple llegó primero con Siri, pero no ha terminado de dotar su plataforma de contenido. Antes, hubo quien quiso ser el gran difusor. Odeo, la startup precursora de Twitter, pretendía hacer de uso común los pequeños cortes de sonido.
Cuonda nació hace más de un año como el gran almacén. Cuenta con algunas ventajas: La calidad como hecho distintivo. Tanto en la edición como en la selección de contenidos. También, por ser los primeros en ofrecer una diversidad de temas amplia y sin poner la mirada en una sola plataforma con el español como punto diferencial.
Cuonda ha conseguido crear el gran almacén independiente de los podcasts, aunando a la comunidad previa e impulsando formatos propios, como los hilos de Washington, de Dori Toribio. Cada domingo la periodista publica un resumen-análisis semanal de la actualidad política de Estados Unidos. Un gran acierto que ha ganado gran aceptación en escaso tiempo. Sucedió algo similar cuando el Politibot pasó a ser otro formato a escuchar.
Cuonda nació en Nueva York, de la mano de Ana Ormaechea que ha pasado por Stanford y NYU, consultora reconocida y antes periodista, Ángel Jiménez de Luis, el periodista de tecnología que marca la pauta, en El Mundo desde hace más de 15 años, y Luis Quevedo, la voz y cara de la ciencia para la audiencia de América Latina.
¿Por qué nso gusta tanto? Porque cubren un nicho que estaba ahí pero no se llegaba a encarar con independencia y valentía, porque prima la calidad, y porque se percibe la calidad de periodística en cada pieza que publican, en cada decisión que toman.
Sin ir más lejos, una de nuestras iniciativas favoritas en Silicon Valley, El Valle de los Tercos, se publica también en Cuonda. Han conseguido ser el gran distribuidor de contenido en audio para llevar en español.
Hecho con cariño y esmero en San Francisco
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Aclaración (similar al disclaimer en inglés, pero sin ir de guay): Ana y Ángel son dos grandes amigos del núcleo fundador de Silicio.
