Hugo Barra, el hijo pródigo
El brasileño recobra protagonismo en Silicon Valley al frente de Oculus
Hugo Barra es el carisma hecho persona. Cercano, afable y con un mínimo acento que recuerda su origen, Brasil. Cuando habla español, lengua que domina a la perfección, tiene un leve toque colombiano.
Barra ha levantado un gran aplauso en el centro de convenciones de San José. Mark Zuckerberg le presentó en el escenario con todos los honores. Y la audiencia respondió. El directivo era uno de los responsables de Android en Google. Sabía hacer accesible el discurso, divulgar y crear.
Tras algunas dificultades personales terminó por cambiar Silicon Valley por China. Allí se convirtió en la cara más amable de Xioami. Era el mejor embajador de una marca emergente e innovadora, plenamente centrada en construir comunidad.
Tras cuatro años recorriendo el mundo, Facebook le fichó para ser el máximos responsable de Oculus, su plataforma de realidad virtual que va más allá de los juegos, con la telepresencia y la narrativa como claves a explorar.
No era una contratación impostada, al contrario. Al subir al escenario mostró como en los 90, cuando era todavía estudiante en Los Ángeles ya usaba prototipos de realidad virtual con cascos voluminosos de escasa calidad.
Oculus Go, por 199 dólares y listo para comienzos de 2018, es su gran apuesta para popularizar este formato. Lo seguiremos de cerca.
En Silicio nos hemos quejado con frecuencia de la ausencia de latinos en tecnología, sobre todo en estas citas de gran realce. Justo es aplaudir a Facebook por apostar por este brillante directivo.
Hecho con cariño y esmero en San Francisco
