Yina Arenas, una latina en el escenario de Microsoft Build
Trabaja en Graph, una de las apuestas de futuro de Microsoft
No es común que una mujer haga una demostración técnica. La industria de la tecnología la ha relegado a un segundo, tercer o casi cuarto plano, en parte porque escasean, en parte porque solo servían como azafatas para salir mostrando producto, sin más. Las excusas para mantener la situación han sido muchas y las oportunidades pocas, por eso la aparición de Yina Arenas el pasado miércoles fue un soplo de aire fresco, una ilusión.
Arenas salió al escenario del Centro de Convenciones de Seattle, en pleno Build, la conferencia de desarrolladores de Microsoft. Los de Redmond dieron un paso importante, no hubo una sola demostración en la que no tuviera un papel relevante una mujer. Y no eran modelos, eran chicas normales, de diferentes orígenes razas y etnias. Bueno, haremos una concesión, el pelo de Yina tenía un alisado perfecto, pero en este contexto es algo irrelevante.
Lo importante es que en Microsoft las mujeres son relevantes y tienen un espacio de privilegio en su cita más importante, por sus logros, por su talento, por su desempeño laboral.
Arenas es ingeniera y trabaja en Graph, mejor dicho en su integración con Office, crea aplicaciones para sacar más partido al programa más usado en el mundo laboral. Va de la mano con el ecosistema de desarrolladores para hacerles ver que esta plataforma promueve la productividad y cada día ofrece más posibilidades de trabajo en equipo.
Ella fue la encargada de mostrar cómo la inteligencia artificial de Microsoft, combinada con Skype y su reconocimiento de voz, permite hacer presentaciones en español y chino sin demora, sin barreras. Habló en español, su compañero en el escenario en chino. La audiencia vio cómo aparecía también el inglés. La frontera entre culturas se estrechaba. El público rompió a aplaudir. La tecnología había hecho magia y una mujer latina hablaba en español ante algunos de los mejores desarrolladores de software del mundo.
Queremos más, muchas más Latinas in Tech.
Hecho con cariño y esmero en San Francisco