Donut County, un vacío un tanto glaseado

Shurik Sokolov
Simposioblog
Published in
2 min readFeb 21, 2019

La premisa es simple: Sé un agujero en la tierra y trágate tantas cosas como puedas, resolviendo unos cuantos rompecabezas a lo largo del camino. Una fuerza extraña e inexplicable absorbe cosas a en cantidades ingentes por todo el mapa, contando, claramente, con sus residentes.

Este juego ha sido muy comparado con Katamari, sin embargo, tiene una gran diferencia respecto a este, los agujeros que aterrorizan a la población son silenciosos, eficientes y limpios. También tiene toques de Animal Crossing.

El Creador Ben Esposito (Tattletail) hace una gran mezcla entre una trama trágica, alegre y… Lo más importante… Un gran amor hacia los mapaches.

A 999 pies por debajo de la superficie de la Tierra, una fogata resuena alrededor de los residentes que han quedado atrapados en el vacío y los escombros de sus vidas anteriores.

Desde que los mapaches llegaron a la ciudad y se apoderaron de la tienda de donuts, los agujeros han estado apareciendo por todas partes. Un mapache en particular llamado BK parece tener la culpa. Afirma que sólo estaba haciendo su trabajo de “repartir donuts”, pero nadie está convencido.

El mundo es tu patio de recreo, claro, un recreo que se derrumba. A pesar de algunos reveses serios, los personajes siguen siendo optimistas y conservan un sano sentido de la resolución. Escuchar a cada uno de ellos contar sus historias es como estar con un gran grupo de amigos.

No os fiéis de los mapaches.

--

--