Jessica La Rosa
Sin Fronteras
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2 min readApr 26, 2018

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Sueños de patín en un club de Bernal

Patines de Fiona

El reloj marcaba las 10 de la mañana del domingo, llovía muchísimo en la ciudad de Bernal, se escuchaba el granizo caer sobre el techo de chapa, se podía ver a las patinadoras y a sus papás llegar mojados por la lluvia. Entra el profesor Guido Alejandro Pérez y enciende el reproductor de música negro.

Las 28 alumnas se acercan hacia Guido para empezar. Al comenzar con la clase las hace correr alrededor de la pista durante 5 minutos, las chicas terminan, agarran una colchoneta de goma azul cada una, las apoyan en el piso verde de cemento y comienzan a hacer abdominales, luego sentadillas y fuerza de brazos y piernas.

Al finalizar el preparamiento físico elongan primero sentadas y luego acostadas. Siendo las 10:45 las pequeñas salen y van por un pasillo con las paredes de cerámica blanca hacia el vestuario a ponerse los patines. Entran, se sientan en los bancos que hay antes de las duchas y se cambian, toman líquido y vuelven a retomar la clase.

Las niñas comienzan a deslizar con prolijidad para luego comenzar a hacer figuras y luego saltar. Cuando eran las 11:35, una de las alumnas más grandes, estaba realizando un salto llamado “Metz” se le engancha la rueda izquierda interna de atrás con la derecha interna de adelante y cae de espalda, da la cabeza contra el piso y comienza a llorar, no por el golpe, sino por la frustración de que después de tanta práctica haya fallado nuevamente.

Fiona de 16 años y 1,58 cm de alto con el pelo castaño oscuro y largo queda tendida en el piso hasta que dos papás la alzan a upa y la llevan hacia un banco para acostarla y esperar al kinesiólogo. Cuando Cristian llega le realiza movimientos en los músculos para ver si tiene alguna lesión, le alcanza hielo y Fiona con mucho cuidado, lamentándose por el dolor se lo pone en la espalda, precisamente en la cintura.

Mientras tanto Guido continuó con la clase, preocupado, pero no podía dejar al resto de las alumnas solas. Cuando eran las 12:15 las alumnas tienen un break de 10 minutos donde pueden tomar y comer la vianda preparada por las mamás.

Eran las 13:30 y las alumnas comenzaron a practicar la coreografía para la competencia del 13 de mayo que se realizará en el club “Sol de Wilde”. Una por Una va pasando y Guido corrige los errores para que puedan mejorar y llegar al podio en el torneo.

14:30 se da por finalizada la clase, las pequeñas van al vestuario a sacarse los patines y a ponerse las zapatillas y elongar como al principio de la clase.

A las 15:00 las alumnas se despiden del profesor y se retiran junto a sus padres para ir a compartir un rico y esperado almuerzo

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