«Songbird» — Fleetwood Mac

David Alvarez
45rpm
Published in
3 min readFeb 17, 2020

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Coge cualquier canción de amor del Top 40 actual y te encontrarás con un puñado de gominolas en la boca. Las canciones románticas son casi siempre un campo de batalla desde el que compositores desalmados disparan toneladas de azúcar. El amor incondicional, el no correspondido, la infidelidad o el desengaño, son a menudo un Chernóbil de glucosa musical por el que caminamos cada vez que escuchamos esa lluvia ácida en forma de pop lastimero.

Por suerte hay tanta música grabada antes del apocalipsis de degradación sonora que comenzó a principios de los ochenta — y que se extiende hasta nuestros días — , que no resulta demasiado arduo encontrar excepciones. «Songbird» de Fleetwood Mac es el ejemplo perfecto. Para mí la canción de amor más hermosa jamás escrita. No hay nada más sincero que una canción de amor en la que no haga falta recurrir a cursilerías ni utilizar un lenguaje ortopédico para decir algo tan fácil de entender como “te quiero”. No tiene una letra especialmente brillante, ni una estructura armónica enrevesada, ni una instrumentación wagneriana. Ni falta que le hace.

«Songbird» es una canción honesta, transparente, sincera…Porque la verdadera belleza de este tema se encuentra en lo que no tiene. La falta de artificios, rimas forzadas, amaneramiento o sensiblería. Un ejemplo perfecto en el que se evidencia que no es necesario retorcer las palabras para escribir una buena letra. Tan solo una voz, un piano y una guitarra acústica de fondo es todo lo que necesita esta canción para doblarte el alma.

Quizá el secreto esté en la inmediatez. «Songbird» fue compuesta en media hora por Christine McVie, — teclista y una de las vocalistas del grupo — . Según cuenta ella misma, se levantó en mitad de la noche con la canción en la cabeza y se sentó al piano para tocarla. Fleetwood Mac andaba inmerso en la grabación de “Rumors” (1977), el mejor disco de la banda y sin lugar a dudas uno de los mejores discos de toda la historia de la música pop, sino el mejor. Al día siguiente se la presentó al grupo y todos quedaron hechizados con ella.

Aunque queda para la historia como una canción de amor de pareja, lo cierto es que Christine McVie la escribió pensando en sus compañeros de grupo, en los años vividos y en como siempre se habían querido y apoyado mutuamente para hacer grandes cosas. Los problemas sentimentales entre los miembros de la banda habían desencadenado una situación de casi ruptura. Esta canción significó una larga tregua.

Bonus track: Mención aparte merece la versión que a mediados de los noventa hizo Eva Cassidy de este hermoso tema. Al igual que hizo con todas las versiones que grabó, llevó «Songbird» al siguiente nivel. Si la canción original es especial, en la voz de Cassidy se convierte en algo verdaderamente mágico capaz de atravesarte.

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