Diseñamos experiencias y proponemos soluciones.

¿Qué es ser diseñador UX/UI?

✍🏻 Martina Rusch

Estaba de viaje por Argentina realizando una excursión con un grupo de personas. Nos detuvimos a descansar para recuperar energías y continuar. Mientras nos preparábamos el guía, con curiosidad, me preguntó: “¿A qué te dedicás? ¿En qué trabajás?”. Hice una pausa interna porque sabía que responderle de forma técnica lo dejaría a él sin entender qué hace un diseñador UX/UI. Lo primero que me salió decirle fue: “Diseño aplicaciones, sitios webs; hago que las cosas no solo se vean bien sino que también funcionen bien”. El guía se quedó pensando y me respondió: “Yo recién ahora estoy aprendiendo a usar las aplicaciones porque nunca se cómo sacar un turno. No entiendo como usarlo.” Y mi respuesta sin dudarlo fue: “A eso nos dedicamos los diseñadores, a intentar que todos podamos sacar un turno”.

Nuestro trabajo como diseñadores de interfaces (UI) y experiencia de usuario (UX) abarca una amplia variedad de tareas que atraviesa los distintos equipos de trabajo y le da vida a los proyectos.

Nuestro principal objetivo debe ser, ante todo, pensar y diseñar soluciones para las personas. Enfocamos la mayor parte del tiempo y la energía en entender qué necesidad tiene el usuario, cómo podemos ayudarlo, qué podemos ofrecerle sin descuidar las necesidades del negocio, del cliente y la viabilidad de su realización.

¿Qué tareas llevamos adelante en el proceso de diseño?

Una de las tareas que afrontamos como punto clave para el proceso de crear un producto digital es la etapa en dónde comenzamos a investigar y analizar las necesidades que tiene el cliente y el porqué requiere de ese producto digital. Entendemos los puntos de dolor, descubrimos qué necesitan los usuarios y a raíz de empatizar, idear y definir los requerimientos, logramos realizar una propuesta que se fundamenta a través de herramientas y metodologías centradas en escuchar y entender a todos los involucrados.

Este proceso es clave para un diseñador ya que con cimientos bien firmes se logra avanzar a las etapas visuales con mayores certezas y nos permite mitigar los riesgos que pudiesen existir si no se realizara un análisis de investigación previo.

La otra punta importante del diseño es justamente diseñar la interfaz. En esta etapa planteamos propuestas y bocetos en baja fidelidad, es decir, sin mucho detalle, hasta pantallas en alta fidelidad con información real, colores, tipografía, imágenes, entre otros. Requiere de armar un sistema de diseño con todos los elementos y recursos a utilizar.
Decirlo parece sencillo pero requiere de exactitud, entendimiento, creatividad y habilidades de diseño para poder llevar adelante esta tarea.

¿Cuáles son los ejes transversales?

La experiencia del usuario y la creación de interfaces es tan importante como tener en consideración puntos transversales a la hora de realizar nuestra tarea como diseñadores:

Diseñamos para personas: Pasamos muchas horas diseñando, pensando soluciones, debatiendo, analizando, pero no tenemos que olvidarnos que diseñamos para personas reales. En nuestras cabezas siempre debe estar la idea de : “Lo que yo diseño hoy, lo que pienso y evalúo hoy, será utilizado mañana por personas”. ¡Nunca debemos perder de vista este horizonte!.

Diálogo activo: No podemos dejar de dialogar con las personas. Tenemos etapas donde se entablan entrevistas y actividades que requieren de intercambio con los usuarios así como también con el cliente y todo el equipo que desarrollará el producto. Una buena comunicación y diálogo continuo es indispensable para nuestra labor del día a día.

Iteración: Este debería ser el “tatuaje” por excelencia de un diseñador. Constantemente debemos iterar, cambiar, proponer, volver a diseñar. Nunca se tiene algo 100% cerrado. Siempre existe la posibilidad de volver a repensar una pantalla o un flujo. Nada es estático.

Intercambio interdisciplinario: Se trabaja en equipo y es importante entender los procesos y herramientas de los otros. Lógicamente no podremos abarcar todas las áreas en profundidad pero sí una mirada general y global para que, lo que se haga en diseño, no quede como un trabajo aislado sino integrado al equipo buscando una armonía en ello.

Inclusión: Buscamos constantemente incluir a todas las personas y eso implica considerar desde el lenguaje lo más que se pueda así como también la disposición de componentes y funcionalidades de la interfaz para lograr accesibilidad y acortar la brecha de la desigualdad.

Ética: No nos debe dar lo mismo realizar un producto digital que, por beneficiar a alguien, pueda generar un efecto adverso en otros. Buscamos analizar los efectos e impactos que pueda tener planteando los distintos escenarios posibles de uso con sus riesgos y ventajas.

De forma muy general queda planteada la tarea del día a día como diseñadores. No hay que caer en una mirada simplificada de nuestra labor. En nuestras manos está el poder de generar soluciones, propuestas e ideas. No es simplemente que algo se vea lindo. Necesitamos que lo que se ve lindo funcione, ayude, resuelva y simplifique la vida a otras personas.

Citando a Franco Pellegrini en su libro “El diseño del mundo: ¿Cómo se crea una experiencia?” (Página 39) él nos dice: “…Todos somos diseñadores de nuestro futuro y tenemos la posibilidad de mejorar la vida de las personas en nuestro entorno. La clave está en aprender a ver, a indagar y a comprender las situaciones para poder accionar de una manera diferente o superadora.”