El ciclo del aprendizaje

Lucas Hourquebie
Snappler
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3 min readNov 8, 2019

En el año 2016 entré a Snappler, unos meses antes de terminar mis estudios universitarios, con un objetivo muy claro en mente: aprender de quienes saben, formarme como profesional y ganar experiencia.

El tiempo fue pasando, y a medida que iba enfrentando desafíos y proyectos, y escuchando a la gente con más experiencia, fui ganando confianza y conocimientos. Sin embargo, llegó un día que me cambió: me ofrecieron manejar un training frente a 8 personas, jóvenes estudiantes que, como yo hacía no mucho tiempo, estaban buscando su primer trabajo.

Siempre me gustó ayudar a la gente, y me encanta explicar y estar hablando por horas sobre algo, pero nunca me había parado en frente de un grupo de personas a hablar, ni había preparado clases o ejercicios. Pero no estaba sólo, Mauro y Fran me ayudaron a organizar, y juntos planificamos lo que hoy digo que fue una de las experiencias laborales más lindas que tuve.

El curso fue intensivo, y durante un mes vinieron los chicos de lunes a viernes por una espacio de 6 horas para aprender y trabajar. No sólo les estaba explicando una tecnología o un lenguaje de programación, sino que también les intenté transmitir otras cosas mucho más importantes: la idea del trabajo en equipo, tener pensamiento crítico y metódico, debatir ideas abiertamente y tener la libertad de tomar una decisión. Todavía no estoy seguro de quién fue la persona que más aprendió de esa experiencia, si los chicos o yo.

El curso comenzó con clases y explicaciones desde las bases de Ruby on Rails, Git y JavaScript hasta diferentes cuestiones un poco más avanzadas, incluso implementamos tests y armamos una pequeña API. Pero lo más importante: trabajaron en equipo, se dividieron las tareas, hubo revisión de código y hasta "los hice pasar al frente" para que mostraran al resto de los compañeros su solución a un problema y así debatirlo entre todos de forma abierta.

Finalizado el curso, muchos de los chicos entraron en la empresa, y se fueron formando profesionalmente en diferentes proyectos. Personalmente, compartí mucho tiempo de trabajo con dos de ellos, Juli y Giuli, y fue una experiencia maravillosa. Con el tiempo, ellos fueron los que pasaron a enseñarme cosas a mi, y fuimos construyendo el conocimiento de forma conjunta.

El tiempo pasó, y las vueltas de la vida hicieron que me desprendiera de Snappler como empleado para seguir otras metas. Sin embargo, antes de irme, apareció Vero con una idea maravillosa: seguir formando parte de Snappler, pero en un rol en el que pudiera capacitar a la gente en diferentes tecnologías. A día de hoy, hace casi un año que dejé de ser empleado de la empresa, pero nunca me fui: organizamos dos charlas de testing en Ruby/Rails, otra sobre uso avanzado de Git, y acabamos de tener una charla sobre buenas prácticas en Ruby. Además, colaboré en la organización de otro curso para que nuevas personas aprendan y entren a la empresa, y sigo asistiendo a los eventos de "tercer tiempo" de la empresa.

¿Y qué pasó con los chicos del curso original? Bueno, hoy son ellos los que enseñan, los que lideran proyectos, profesionales que toman decisiones y que trabajan en equipo. Por supuesto que todo es mérito de ellos, pero me llena de orgullo pensar llegaron a ser lo que anhelaba el día que los vi por primera vez. Esa es la satisfacción más grande de enseñar: ver cómo el alumno se transforma en maestro, cómo el conocimiento se comparte abiertamente y cómo se genera el pensamiento crítico.

Ya con algo más de experiencia, pero siempre con muchas ganas de aprender y enseñar, creo que la más linda moraleja que me dejó esta experiencia es que el conocimiento no debe ser "una bajada de línea". En mi opinión, el conocimiento no tiene que ser un proceso vertical, sino más bien algo colaborativo, en donde "el que enseña" transmite, pero también recibe, y donde el conocimiento se genera en conjunto.

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Lucas Hourquebie
Snappler

Software engineer, Jedi Knight and Pokémon trainer. He/him.