Aprender a volar

Armando Sobrino
Soñar en colectivo
4 min readNov 14, 2015

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Hace unos días, Roberto Castillo señaló la necesidad de emprender una reflexión sobre el futuro de Wikipolítica y planteó algunas preguntas para comenzar el debate. El siguiente texto es una respuesta a esas preguntas a la vez que la cristalización de años de conversaciones, pensamientos y trabajo en torno a ese futuro.

Wikipolítica nació de una idea: las personas debemos hacer política para resolver los enormes problemas a los que nuestro país se enfrenta. Las acciones que hemos emprendido se dirigen a un objetivo cada vez más claro: crear una democracia fundamentada en los Derechos Humanos a través de la participación ciudadana.

Sin embargo ¿qué significa participar? ¿hay limites a esa participación? ¿hay medios particulares en los que nos debemos enfocar? Múltiples veces he conversado estas preguntas y me parece que las respuestas pueden catalogarse en tres perspectivas:

  1. La perspectiva colectivista que afirma que el sistema está roto y debemos de empezar desde cero ya sea dinamitando el Estado, refundándolo o ignorándolo. En esta línea están el EZLN, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad así como algunas autodefensas y comunidades rurales autogestionadas.
  2. Otra perspectiva es la de sociedad civil para la que basta con impulsar la legislación e implementación de leyes clave, vigilar a los gobiernos y emprender acciones desde la ciudadanía para resolver los problemas públicos. A esta perspectiva responden innumerables ONGs pero también colectivos ciudadanos y redes de organizaciones.
  3. Finalmente, una tercera perspectiva, la de los ocupantes, que cree que es imprescindible que personas organizadas con un compromiso real de trabajar por país más justo tomen espacios de gobierno.

Aunque comparto muchas de las razones y el espíritu que sostienen las y los colectivistas, dudo que en una sociedad-red, globalizada y controlada por Estados y corporaciones sea posible crear mundos alternativos a través de los caracoles, comunidades autogestionadas o la desaparición de los gobiernos. Estamos más allá del punto donde eso era posible… si es que fue posible alguna vez.

Por otra parte, sin negar el valioso trabajo de quienes construyen desde la sociedad civil, creo que los últimos 25 años nos han enseñado que no basta con articular demandas, dialogar y colaborar. Si el único ente social con capacidad política, burocrática y económica para emprender cambios de largo alcance es controlado por una élite cínica, indolente y ajena a la realidad de la mayoría; en última instancia, protestar es gritarle a la pared y proponer es firmar acuerdos con el martillo…

Me adhiero a quienes creen que necesitamos liderazgos políticos a quienes sí les importe, que necesitamos personas organizadas dispuestas a arriesgarse a gobernar, a equivocarse, a tomar decisiones difíciles y tratar de construir un futuro que valga la pena.

¿Qué significa participar? Significa organizarse, votar, proponer proyectos, vigilar el trabajo público, protestar… ¿hay límites para la participación de Wikipolítica? ¿debemos enfocarnos en un medio de participación en particular? Mi respuesta es que sí.

Como personas, podemos emprender toda clase de acciones que seguramente contribuirán a un cambio, sin embargo, como organización tenemos la responsabilidad de ser estratégicos, de ser valientes. Nuestra historia, nuestro presente y nuestra situación nos lo exigen.

Debemos recordar que Wikipolítica es hija del Wikipartido, una organización que ante las enormes barreras de entrada se recreó para utilizar las candidaturas independientes, iniciativas ciudadanas, consulta popular y demás herramientas políticas y legales para hacer lo que antes sólo un partido podía hacer.

Debemos reconocer nuestro presente, que hoy por hoy existen miles de organizaciones que ya trabajan toda clase de problemas sociales, que promueven la participación ciudadana, que vigilan a los gobiernos, que colaboran con ellos… ¿para qué una organización más? ¿qué podemos aportar realmente? ¿quiénes somos?

Debemos aceptar nuestra situación y la responsabilidad que conlleva. La victoria de Wikipolítica Jalisco y Kuma fue una victoria internacional, decisiva y esperanzadora. Su campaña se narró en múltiples idiomas y se siguió en todo nuestro país; las brigadas de ocupantes, la profesionalidad de la coordinación y la calidad moral del equipo y Kuma demostraron que existe una política más noble, más diversa y más humana que puede ganarle a los partidos y su régimen de cinismo. La victoria fue en un distrito de la Zona Metropolitana de Guadalajara pero los ojos están puestos en toda la red, en el futuro.

En los últimos meses, Wikipolítica ha recibido incontables peticiones para crear nuevos nodos o colaborar, Kuma y su equipo han llenado auditorios en todo el país, los nodos existentes han crecido de forma exponencial… algunas personas creemos que ganamos más que una diputación local, que recuperamos un atisbo de esperanza, que recuperamos el derecho a soñar… ¿Quiénes somos? ¿Qué es Wikipolítica? Somos una fuerza política en potencia, una de las primeras organizaciones con capacidad de devolverle el gobierno a las personas. De recuperar el poder, no por el poder en sí, sino para transformar nuestra realidad y construir otros mundos posibles.

A eso, propongo, se debe enfocar Wikipolítica: construir otro mundo posible. Para ello, necesitamos devolverle el gobierno a las personas, reconstruir la comunidad como forma de organización y la ciudadanía como sujeto político. Es decir, debemos emprender proyectos electorales pero también proyectos que generen comunidad y repoliticen a las personas. Esa fue la otra gran victoria de Jalisco: los ocupantes; reconstruir la esperanza y el espíritu de colaboración. El trabajo que hacemos día a día en cada uno de los nodos, consiste en invitar a las personas a soñar en colectivo, a mostrarles que otros mundos son posibles pero que hay que trabajar para construirlos.

Habrá que ser inteligentes y tener templanza. Habrá que estar a la altura del objetivo pero también habrá que empezar a apostar en grande, a controlar el miedo y a vivir en la línea. Es tiempo de aprender a volar.

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