La discusión que nos toca

Roberto Castillo
Soñar en colectivo

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“Error 404. Democracy not found” “Lo llaman democracia y no lo es” Frases del 15-M

Hace ya 26 años de que Francis Fukuyama publicara su artículo The End of History?, en el que desarrollaría su tesis más famosa: la idea de que la historia como lucha de ideologías había concluido con la caída del muro de Berlín. El fracaso del socialismo real abanderado por la URSS, dejaba al mundo sin una alternativa fuerte al modelo de democracia occidental impulsado por Estados Unidos; de acuerdo con Fukuyama, a partir de ese momento todos los debates políticos se darían dentro del marco liberal, las tareas de los gobiernos quedaban claras, estas consistirían, principalmente, en garantizar condiciones para el funcionamiento del mercado, Estado de Derecho, elecciones, etc. Desarrollando su tesis de una forma simplista, el apellido “liberal” se quedaba como el único que podía acompañar a la democracia. A pesar de que esta forma de democracia trajo consigo grandes victorias: derechos políticos y civiles, etc. Éstos quedaron subordinados a libertades económicas y a una visión egoísta-racional de los individuos.

Sin embargo, cinco años bastaron para que la insurrección zapatista en México demostrara al mundo que la discusión no había terminado. Mediante sus discursos, el subcomandante Marcos dibujaba mundos alternativos, en los que la dignidad de las personas y los pueblos no debía estar sujeta a los designios del mercado, ni de unos pocos políticos que, distantes, pretendían representar a aquellos que ni conocían. Posteriormente, en los años 2000, vinieron las manifestaciones de ambientalistas que señalaban que el desarrollo económico no podía seguirse dando a costa de una explotación ambiental desmedida, como la provocada por las mineras transnacionales, que en contubernio con gobiernos locales legislaban para quitar la protección a reservas naturales y que así pudieran ser explotadas. En años más recientes, nuestra generación ha experimentado con movimientos de protesta como el 15-M en España, Occupy Wall Street o el 132 en México. Si bien, protestas muy distintas entre sí, las une la inconformidad con un sistema que permite que unos pocos políticos, que se supone que representan los intereses de la sociedad, decidan en lo oscurito a favor de sus intereses personales y en detrimento de los intereses de sus representados.

Lamentablemente, estas protestas y movimientos de resistencia no han logrado vencer a una hegemonía discursiva e ideológica que actualmente tiene la derecha. Las ideas fundamentales de este discurso, según Juan Carlos Monedero, son: la idea de que el ser humano es egoísta por naturaleza, la idea de que lo público no funciona, que el mercado es mejor que cualquier forma de gestión de lo colectivo, que está bien la desigualdad siempre y cuando se genere riqueza, etc. Y uno de los problemas es que estas ideas están tan internalizadas en las personas, que el sentido común de nuestra sociedad es creer que somos individuos independientes de nuestra comunidad y, por lo tanto, no vale la pena conocer al vecino, ni escucharnos los unos a nosotros para resolver los problemas que compartimos.

En este sentido, es claro que Wikipolítica siempre ha apostado por devolver la política a las personas, hacerlas parte de las decisiones que las van a afectar. Sin embargo, creo que sería un error pretender que esto convierte a Wikipolítica únicamente en un vehículo de participación, un espacio de diálogo. Es cierto que somos eso, pero también es cierto que tomarnos en serio la agenda de devolver la política a las personas implica reconocer que una persona no puede participar si vive en el miedo de no saber qué comer al día siguiente, si vive con el miedo de saber que no existe una cancha pareja para todos, pues la justicia beneficia a los que tienen más dinero, poder e influencias. En mi opinión, apostar por devolverle las decisiones a las personas, implica, necesariamente, tomar una postura que reconozca y combata la existencia de desigualdades (aunque no creo que esto implique posicionarse discursivamente en el continuo izquierda-derecha, conceptos muy desgastados y que cargan pesos en lugar de ser apoyos ).

En Wikipolítica tenemos conceptos que nos dan luz sobre una primera definición de este tipo: creación colectiva, inteligencia colectiva, localismo y ampliación de Derechos Humanos. Pero esto no basta ¿Cómo construimos un discurso con el que sea capaz de identificarse una mayoría que está harta de cómo se han hecho (y no se han hecho) las cosas hasta el día de hoy; y que al mismo tiempo respete las particularidades de cada localidad? ¿Qué alternativa real quiere dibujar WikipolíticaMx? Esta es la discusión que nos toca.

Finalmente, apunto algunas ideas particulares que, en mi opinión, necesitamos discutir:

  1. ¿Qué mundo queremos dibujar? ¿Qué realidades queremos transformar
  2. ¿Por qué queremos lanzar candidaturas independientes y por qué son un MEDIO necesario para las transformaciones que queremos hacer?
  3. ¿Queremos ser partido político en el futuro?

Nota del editor: Roberto Castillo es coordinador de WikipolíticaDF. Este texto es una respuesta a la propuesta de Angel MoMa de discutir ¿qué es Wikipolítica? y ¿en qué cree la organización?

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Roberto Castillo
Soñar en colectivo

Integrante de @WikipoliticaCMX. CPyRI: CIDE. Interesado en: políticas públicas, urbanismo, ciudades y desarrollo local. Ciclista urbano.