Si la vida te da limones, hacé limonada: Cómo hacer un juego a partir de un bot conversacional para explicar cosas

Armamos un bot para tratar de entender de una forma lúdica y entretenida, qué tan fácil -o difícil- es ser Ministro de Economía

sociopublico
Sociopublico
5 min readOct 1, 2019

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Elige tu propia aventura… ¡estoy segura de que perderás!

1. Todo empieza con una idea compleja

No es posible adivinar los números ganadores de la lotería sin un golpe de suerte, pero no es descabellado adivinar los grandes títulos de la sección de Economía de los medios argentinos: “Aumentó N por ciento la inflación”, “El precio del dólar…”. Cuando la economía se vuelve un tema tan cotidiano y, además, angustiante ¿cómo contarla para promover un mayor y mejor debate público? Con ese desafío entre manos, Red/acción nos propuso la siguiente misión:

2. Un chatbot puede hacer más que resolver preguntas frecuentes

Después de mucho brainstorming e investigación propusimos crear ¿Quién quiere ser ministro de Economía?, un chatbot para explicar las principales variables que impactan sobre la inflación y sus posibles consecuencias a través de un diálogo con el presidente Mauricio Macri y su entonces ministro, Nicolás Dujovne. Para lograrlo, el juego te propone convertirte en ministro de Economía por un rato, con la misión de bajar la inflación tomando decisiones sobre tres grandes variables macroeconómicas: la tasa de interés, el gasto y los impuestos. Si lo lográs, Macri promete nombrarte ministro de Economía y si no, bueno, mejor probalo acá si aún no lo hiciste.

3. Lo importante es el proceso

Podés contar con programadores o no, pero lo más importante es definir la historia y el universo de posibilidades que el usuario tendrá al jugar. ¿Te acordás de la colección de libros Elige tu propia aventura? Un bot conversacional funciona de la misma manera. Si uno pudiera ver en una sola página todo el contenido, encontraría un gran árbol con bifurcaciones para todos lados. El del bot de red/acción, se ve así.

4. Escribir el guión de un bot y no morir con las preguntas incómodas

La otra gran tarea a la hora de pensar un bot es escribir el copy. Guiados por el esquema, es momento de ponerle vida a través de los diálogos. Para construir un universo de verosimilitud, es bueno pensar en cómo escribimos nuestros propios chats. Por ejemplo, casi nadie pone un punto cuando el texto es una sola oración, entonces mejor evitarlo. O en el caso de un bot escrito en español, tampoco se suelen escribir los signos de apertura de interrogación y exclamación. Por otro lado, solemos usar emojis y gifs a lo largo de toda la conversación. Lo que buscamos, siempre, es que los usuarios se olviden aunque sea por un momento de que están charlando con un bot.

Y a todo esto, “¿los usuarios?” o “¿les usuaries?”. El lenguaje inclusivo es todavía motivo de discusión en muchísimos ámbitos, pero lo cierto es que lo primero que hay que hacer cuando nos ponemos a escribir un bot es definir quiénes son los que lo van a usar y en qué espacios van a usarlo, para elegir lo que sea más cómodo para nuestra audiencia. En el caso de Red/acción, decidimos que los usuarios elijan sus propios avatares, y que algunos hablen en femenino, otros en masculino, y otros sean inclusivos.

5. Prototipá y hacé tu bot realidad

“Mejor fallar más y rápido para aprender” ya es lugar común, pero no pierde vigencia. Prototipar nuestras ideas es crucial para testearlas y evaluar qué es lo que funciona y qué no, para corregir rápido y de manera más eficiente.

Hay muchas maneras de armar un prototipo. En el caso del bot de Red/acción, nos cruzamos con Dexter, una herramienta increíble que lanzó Quartz para crear bots de manera fácil y bastante sencilla. Armar esta primera versión fue muy importante para:

  • Ver si el copy funcionaba
  • Confirmar que los emojis y gifs estaban bien
  • Chequear que el juego no fuera muy largo
  • Evitar callejones sin salida en el árbol de preguntas y respuestas previstas

Además de un bot conversacional, ¿Quién quiere ser ministro de Economía? es también un juego. Cada respuesta tiene un puntaje y de acuerdo a tus elecciones como usuario podés bajar la inflación y consagrarte como campeón o no. Esa complejidad adicional tuvimos que desarrollarla con nuestro equipo de programadores. Lo mismo que el diseño original que queríamos para que nuestro producto se integrara perfectamente en la web de Red/acción.

Si no necesitás puntajes ni diseño ad hoc, Dexter es perfecto para desarrollar un bot simple. Podés dejarlo listo en tu sitio web o incluso armar integraciones con Facebook o Slack.

Solo hay que dedicarle tiempo para aprender cómo usarlo, pero tiene buenos tutoriales y plantillas temáticas que pueden servir como punto de partida para experimentar y lanzar tu primer bot. ¿Más fácil de lo que pensabas, no?

6. Medir y aprender

Las buenas recetas nunca fallan. Así como empezamos este proyecto poniendo a la audiencia en el centro de la escena, el secreto está en no perder esa misión de vista, incluso después del lanzamiento del bot. Para lograrlo, es útil monitorear los resultados teniendo algunas preguntas en mente, como cuántas personas jugaron y durante cuánto tiempo. En nuestro caso, ya con eso encontramos aprendizajes importantes. Por ejemplo, aunque el juego podía resolverse en 30 segundos como era el objetivo, los primeros mil usuarios se quedaron en promedio tres minutos. Esto nos indica que las personas efectivamente se interesaron por el juego y le dedicaron tiempo a tratar de resolverlo y, en definitiva, que por más compleja o desafiante sea una idea, siempre hay maneras de contarlas y generar entusiasmo.

¡Pero ojo! No todo el feedback es positivo y lo más importante es poder recibirlo y corregir. Uno de los aprendizajes más sobresalientes que tuvimos surgió cuando muchos usuarios expresaron la necesidad de complejizar más el juego para hacerlo más parecido a la realidad y de explicar con más detalle cómo funcionan las variables que priorizamos. Entonces con Red/acción decidimos sumar notas explicativas que acompañaran el juego.

Como podrán imaginar, esta experiencia nos llenó de ganas de hacer muchos otros bots nuevos, pero por ahora nos contentamos con haberles contagiado un poco de curiosidad a ustedes también!

Por Ana Soffietto
Ilustración por Marcelo Morán

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