El sesgo de la percepción y cómo creamos nuestra realidad
El cerebro recibe a través de los cinco sentidos una cantidad inimaginable de información. Tal es la cantidad de estímulos a procesar que para poder darle sentido tiene que hacer foco en ciertos patrones e ignorar otros. Esto lo hace con la atención.
Cada individuo dirige su atención consciente e inconscientemente de una forma única. Por eso, ante una misma situación o “realidad objetiva”, dos individuos pueden formar en sus cerebros dos “realidades subjetivas” completamente distintas.
El proceso de construcción de realidad
Después de “hacer foco” dirigiendo la atención a determinados detalles, nuestro cerebro procede a asociar formas, colores, sonidos, gustos y sensaciones a palabras. Algo puede ser lindo, feo, raro, intrigante, aterrador.
El lenguaje con el que describimos y etiquetamos nuestra realidad estará influenciado por nuestro estado emocional del momento; si estamos tristes, ninguna broma nos resultará “graciosa”.
Cada palabra está conectada a través de su red neuronal a otras formas, olores, sonidos, gustos y sensaciones experimentados previamente; tenemos en nuestra mente una “biblioteca” de imágenes asociadas a cada palabra.
La forma en que construimos nuestra “realidad” momento a momento influencia a su vez hacia qué aspectos puntuales de la información externa dirigimos nuestra atención, cerrando así un loop de construcción de realidad.
Estímulo > atención > percepción > estado emocional > lenguaje > realidad subjetiva > atención
Controlar nuestra atención es indispensable para modificar nuestra realidad.
Disclaimer: Este texto presenta una hipótesis filosófica práctica y deja por fuera los cuestionamientos de la existencia o no de una realidad externa objetiva, el solipsismo, la consciencia como raíz de toda existencia o cualquier otro paradigma posible de concepción de la realidad.
Si te gustó lo que leíste, hay más en soltando ideas.