Cultura colaborativa: impulsora de la innovación y la creatividad
Cuando hablamos de cultura organizacional, abordamos una complejidad propia de un concepto intangible tan amplio como poderoso. ¿Por qué es tan poderoso? Porque es un factor fundamental para el éxito de cualquier empresa, siendo capaz de retener pero también de expulsar a talentos y hasta clientes.
La cultura es la personalidad de una empresa y es básicamente la manera en que se hacen las cosas en ESA organización. Abarca comunicación, procesos, relaciones, liderazgo, clima, ritos, desarrollo e infinidad de aspectos más. La cultura es única porque es la suma de las prácticas que cada empresa, pero podemos distinguir una cierta tipología: paternalista, de la norma, competitiva y colaborativa. De este último tipo queremos hablar aquí, porque es la cultura que nos caracteriza en Codeicus.
La cultura colaborativa como su palabra lo indica, representa aquella forma de organización donde la gente trabaja junta, en pos de objetivos compartidos que los impulsa a compartir ideas y generar soluciones innovadoras y creativas. Esto logra por contrapartida, un efecto positivo en la moral y motivación del equipo, porque cada miembro se siente escuchado, valorado, apoyado y reconocido en el éxito al haber contribuido en la solución. Y es Multiplicador!! Mientras más participan y más ejercitan la colaboración, más creativo y confiado e integrado se vuelve el equipo y más innovador!
Y ¿Cómo logramos que nuestra cultura sea colaborativa? ¡Te contamos nuestra experiencia!
La base es garantizar un entorno de confianza, donde no haya vergüenza para compartir opiniones, recibir críticas y donde aprender y colaborar sean los objetivos básicos. La comunicación y la escucha activa deben darse a todo nivel y sobre todos los temas que hagan al negocio: triunfos, fracasos, proyectos, entre otros.
Desde el primer día en Codeicus alentamos a nuestros talentos a que hablen, propongan y tomen lo que está hecho, en constante formato beta. Para eso, nos proponemos siempre estar para ellos, escucharlos activamente y darle espacios para que esas opiniones puedan ser tratadas.
Lógicamente la cultura debe ser coherente con la visión, los valores y la forma de operar en la organización. Esto implica que si pedimos participación al equipo e intervenir activamente en las decisiones, la empresa deberá reconocer y recompensar el desempeño excepcional, y ofrecer oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional.
En resumen, te recomendamos revisar cómo y por qué se hacen las cosas en tu empresa. Eso permitirá conocer rápidamente los rasgos de tu cultura actual. De ahí en más, quedará decidir si querés mantener ese estilo u optar por culturas más aggiornadas y que se correspondan con las necesidades organizacionales de estos tiempos!
Escrito por el Team de Capital Humano: Giannina Genova y Romina Novoa.
