10 consejos y una goma

Bruno Losal
EÑES
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3 min readMar 15, 2018
Fotografía por Sofia Sforza en Unsplash

Lo reconozco, el título es trampa, este texto no tiene consejos, no tiene gomas y no habla de ningún personaje, no tiene historia ni nudo, ni desenlace. Aquí y ahora no tengo la más mínima intención de contaros algo, de abriros mi imaginación y que a través de ese hueco que es internet podáis ver los personajes que me persiguen cuando cierro los ojos.

Aquí y ahora estoy realmente indignado. De entrada con los de marketing y acto seguido con los de Medium. Pero vamos por partes porque tengo reprimendas para dar y vender, y todas ellas a un precio realmente asequible.

De entrada, los de marketing, esos seres que parecen íncubos y súcubos surgidos del averno para destrozar cualquier vestigio de dignidad que exista sobre la faz de la tierra.

Más o menos os he soportado en este duro proceso por el cual os habéis cargado una herramienta preciosa como internet. Teníamos el correo electrónico para comunicarse con amigos y conocidos y no pudisteis evitar la tentación de llenar nuestro buzón de trucos para que nuestra polla sea más grande, hacernos ricos con algún príncipe africano y cualquier truco rastrero de hijo de mala madre para vaciar el bolsillo de los incautos. Salió la web y a los cinco minutos la llenasteis de anuncios, surgieron los buscadores e inmediatamente ya empezaron las formas de intentar hacer trampas para colocar en primera posición una web que no interesa absolutamente a nadie. Luego aparecieron blogs y lo mismo de siempre, corromper una herramienta interesante, y herramienta tras herramienta, solución tras solución, llegáis vosotros y la corrompéis del mismo modo que llenáis de pozoña cualquier alma que se os acerque.

Y tras todo esto, llegamos a Medium, una herramienta común para la gente que le gusta la literatura, aprender a escribir, comunicarse, explicar historias. Vamos, lo que se ha hecho toda la vida del señor paseando, cenando o simplemente, cuando andas barrutando en tu monólogo interior mientras haces cola en la plaza. Por supuesto, aquí también han llegado estos seres infernales con sus historias que buscan saltarse nuestra inteligencia apelando a nuestros instintos. Pues ya estoy hasta el gorro de vuestros link baits, vuestras historias que no aportan nada, de que me pidáis que me subscriba. Soy muy fan de seguir a la gente que escribe en mi idioma (que esta es otra de las desgracias que me afligen hoy) pero a partir de ahora, el que me quiera colar una historia que no sea humana y que su único objetivo es conseguir visitas, followers, likes, subscriptores o cualquier tipo de métrica que usen esos de marketing, lo dejo de seguir sin dudarlo.

Por supuesto, ahora llego a Medium en español (si es que existe, sino Medium directamente). Vale, es una empresa privada y vuestro cortigo particular, esto os da derecho a hacer lo que más o menos os plazca, pero como usuario de pago diría que quizás tengo derecho a algo más que un pataleo.

Vamos a ver señores sajones, mi idioma es el castellano, español o como quieras llamarlo. Puedo leer inglés pero fundamentalmente prefiero algo más cercano a mí. Pues no señor, no hay narices porque siempre sale alguna historia en inglés por ahí dando vueltas. Quizás es que el español solo sea hablado por casi más de cuatrocientos millones de personas — es la tercera lengua del mundo, tengo entendido — , con lo que tengo dos opciones, o realmente pasáis de la diversidad cultural o me hago cruces pensando en lenguas más minoritarias como puede ser el italiano o el francés.

¿De verdad cuesta tanto poner un filtro por idioma o poner una etiqueta a los textos para saber que tienen un idioma y poder usarlo para ofrecer a vuestros usuarios — de pago y no pago — algo en su idioma materno?

En fin, tenía que decirlo y este me pareció un momento tan bueno como otro cualquiera.

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Bruno Losal
EÑES
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Mi vida esta basada en hechos reales, como lo cuento quizás no tanto.