4 minutos…

Dicen que los sueños duran en promedio 4 minutos, dicen que soñamos cuando estamos a punto de despertar, por eso llegamos a recordarlo como algo recién vivido, a veces tan fuerte como si realmente estuviera pasando. Tal vez sea que 4 minutos son suficientes para crear una historia.

Bastaría ese tiempo para rodear tu cintura y con un suspiro recorrer todo tu cuerpo; envolverte con mi piel en un abrir y cerrar de ojos; susurrarte al oído aquellas palabras que te aceleran los latidos; ver cómo se eriza tu piel y, cual suave escalofrío, ver tus labios temblar; poder respirar en tu cuello para impregnarme de tu suave aroma; detener el tiempo para lentamente acariciarte punto por punto, como en código Braille, hasta leerte completa; dejar que me percibas sin siquiera tocarte; aumentar tu deseo a medida que mi cuerpo se acerca al tuyo; aproximarme a tu boca lentamente ya sin poder retener el impulso; deslizar tu cabello mientras las caricias nos llevan a ser cómplices de algo más, y entre las sábanas a punto de entregarse a la pasión, a la locura… de aquel sueño despertar oyendo tu nombre susurrar, a tu lado amanecer, por al menos 4 minutos más…