Análisis

‘Inuyashiki’

Guillermo
EÑES
Published in
9 min readFeb 4, 2018

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Normalmente, no suelo ver animes en 3D; no tengo la costumbre de ponerme a ver una serie animada en 3D, en general. Y, quitando los casos de occidente, en el anime no me suele atraer para nada el que se use 3D. Y lo entiendo, el 3D reduce costes, hace que se vaya más rápido y es mucho más eficiente, es obvio que desde la perspectiva de la empresa es mucho mejor, se ahorra más dinero y es, totalmente, entendible. Pero desde el punto de vista del espectador, en ocasiones, no se ve nada bien. Prácticamente, no suelo tener buenas experiencias con obras en 3D al completo y no me importa que haya partes de una serie animada en 2D en el que, en ocasiones, haya algo en 3D, por supuesto, pero si la obra es con un 3D al completo, suelo rechazarla y este caso no se acerca demasiado, ya que la obra esta animada a mano. Aun así, esto lo dejaremos para después.

Tengo ejemplos como Ajin, una obra que me pareció simplemente entretenida y que, ya de por sí, no me llamaba la atención debido a su motor. Aun así, me puse y me parecido una obra que no cumplió mis expectativas y que, actualmente, han sacado segunda temporada, OVA y siguen avanzando. Me da bastante pereza ponerme ahora, sé que me pondré en algún momento, pero es una serie en 3D y, como ya he dicho, no suelo encontrarles el interés. No tengo muchos ejemplos de obras en completo 3D, ya que, aunque no salgan muchas, suelo quitarlas y ponerme a verlas más tarde. Son obras que no me atraen visualmente y, por supuesto, la animación no lo es todo, pero en este caso sí suele afectar a la propia obra en sí.

Tanto las expresiones como el movimiento es demasiado estático, en comparación con el 3D, el 2D se mueve de forma más fluida en la mayoría de las ocasiones y suele dar impresiones mucho mejores. El hacer una animación a mano siempre queda más fluido, natural y se suele disfrutar mejor. Sí que es verdad que nos hemos acostumbrado, llevamos años con el 2D, y que nos quiten esta técnica para pasar a las tres dimensiones suena algo chocante. Te puedes acostumbrar, por supuesto, pero siempre cuesta adaptarse.

El 3D, en general, suele costar más en adaptarse debido a que es demasiado diferente del 2D y esto hace que suela causar rechazo. No hay que mirar las primeras imágenes y animaciones en 3D, era algo que dejaba bastante que desear, ya que, en su mayoría, la figura se resumía en polígonos en 3D. Era algo que fue costando y hoy en día si no se hace un buen 3D es mejor irse al 2D. En la mayoría de los apartados (el color, movimiento, expresiones, forma, etc.) le veo ventajas al 2D, el 3D es algo que tendrá que ir cambiando y poder adaptarse mejor a la industria de hoy en día.

Además de la animación, la obra de la que vamos a hablar hoy destaca en el creador por el quien esta hecha esta obra, el creador de Gantz. El género que mueven estas obras son la ciencia ficción, un campo que al autor le gusta y se nota que se mueve más por la tecnología; explora un mundo más metálico y orgánico a la vez, se ve reflejado en lo que el mundo le dice con lo artificial y lo eléctrico.

Hoy hablamos de una obra que afronta todos estos problemas, los lleva a la sociedad, profundiza sobre ello y hace que la gente sufra y llore. Hoy hablamos de Inuyashiki.

Ajin

Inuyashiki es una obra del creador de Gantz, una serie anime que ha tenido algo de fama y ha causado que el manga tenga una adaptación en anime. Es una obra que profundiza sobre la máquina contra el humano; un tópico muy usado —lo sé—, la máquina sometiendo al hombre, ambos en lucha, hay guerras y luchas por todos lados. Como en la mayoría de los casos, cuando es un caso tan peculiar, el ser humano activa sus instintos y se dispone a pelear ante lo desconocido. Eso pasa, prácticamente, en muchos lugares, el que se disponga de algo extraño siempre lleva a una guerra y, sobre todo, cuando es algo violento. Por ejemplo, en GATE es algo constante, el ejército siempre está encima y, sí, el protagonista es soldado profesional y estos aspectos se van acumulando, en muchas ocasiones es inevitable, pero en otras es mejor colocar algo diferente y que se distinga de lo demás. En Inuyashiki, la mayoría de las ocasiones, se van salvando vidas por medio de las máquinas, algo irónico. ya que es todo lo contrario con el otro personaje y es algo totalmente distinto.

Aunque se hable mucho de tecnología y robótica, Inuyashiki deprime, es decir, te hace sentir y tiene muchísimos lloros. Sí que es verdad que hay acción, muerte y unos buenos personajes. Aun así, en mi caso bajó bastantes mis expectativas y no por este género en concreto sino por una visión general de la propia obra. Inuyashiki, en ocasiones, te deja depresivo, se preocupa por sus personajes y los pone en la peor situación posible, causando daño a sus familias y a los demás. Es una obra que impide un enfrentamiento directo y que empieza a hacer sentir tanto al héroe como al villano. Ya que, no hay héroes ni villanos, en esta obra hay personas sufriendo con sus nuevos poderes, personas que les surge el tener un objetivo en la vida.

Es una serie que, a medida que avanza, vas viendo todo ese pasado e historial que se hace por la vida de los demás, no tiene la mejor narrativa pero sí que explota muy bien el recurso de contar el trasfondo por medio de las acciones. Tiene una estructura en la que cuenta parte de la historia de otras personas. ya que es una obra que habla de las personas y sobre cómo afecta toda esta situación de la maquinaria. Es un problema que les surge y que, al fin y al cabo, no han hecho nada. Ellos son solo los protagonistas y el público lo que quiere es que lleguen, batallen y se den de tortas hasta que solo quede uno. Trata a las víctimas como lo que son, pero a los asesinos no, este tipo de personas hay que odiarlas, escupirlas e insultarlas. Así quedas bien en Internet y esto hace que el sentimiento del propio asesino por seguir haciéndolo invita a ir deduciendo una batalla. Es más una historia de enfrentamiento contra uno mismo de forma física, que con otra persona de forma mental.

Inuyashiki

En cuanto a la trama en sí, Inuyashiki nos cuenta la historia de Ichirou Inuyashiki, un hombre mayor de más de 50 años, pero aparenta más de 60, es alguien bastante cansado, con una familia que poco le respetan, además, trabaja como un asalariado normal. Es un panorama que, cuando se pone en ejecución a lo triste, el padre habrá estado con su familia más de 30 años y parece que nadie le respeta. Es alguien que habla poco y que no suele alzar la voz, pero el ambiente que presenta hace que te metas mucho en el papel del protagonista; además, el protagonista es alguien mayor, no como en la mayoría de obras, donde el personaje principal no crece en ningún momento (por una parte es normal, el público al que se suelen dirigir este tipo de series no son para gente con más de 40, son para adolescentes y niños).

Siguiendo con la trama, la serie nos presenta, también, a Hiro Shishigami, el antagonista y villano de la propia serie. Es algo que poco se menciona o que simplemente no se deja observar del todo bien. Pero sí, Hiro es un personaje como cualquiera otro: llora, ríe y sus planes van saliendo como el espera. Aquí entra también la diferencia de edad que se ve, un personaje de 50 años y otro de alrededor de 30. Es más que una generación, esto puede servir para poder distraer a cualquiera, lo que lo hace, incluso, más interesante.

Un día, a Ichiro le diagnostican cáncer y le notifican que tiene un mes de vida. Una noticia cortante, rompedora y clave para poder encontrarle el eje principal de la historia: su arma. Al anochecer se dirige a un parque algo alejado, cuando de repente, una luz viene; hay que correr, huir o esconderse, pero al parecer no se puede, la nave ya les ha destrozado, da la impresión de ser una nave del espacio exterior que sin querer ha aplastado a los dos personajes principales, los aliens tienen que organizarse y poder recuperarles la vida. El problema es que se dan cuenta que no tienen los utensilios para poder salvarles, así que la única opción es convertirles en lo que tienen, en armas.

Es una escena muy buena, la obra no profundiza en cómo son los aliens (en si van a volver o en qué pasa con ellos). De momento, el que empiece con un guión tan introspectivo, como este, es digno de seguir con esa dirección. No les hace falta seguir profundizando con los aliens, la obra puede seguir, incluso, sin el nuevo mecanismo. Es algo que dejan totalmente fuera a muchas personas, pero también lo convierte en una mejor obra. Después del incidente de la nave, algo les pasa, ya que, sí, Hiro también estaba ahí. Por algún motivo los dos estaban en el parque y se produjo el accidente: el de volverse máquinas. Al parecer, lo que han hecho es convertirse en robots, específicamente, cyborgs.

Seres medio robots, medio humanos. En este caso tienen un complejo mecanismo que hace que, prácticamente, sean robots del todo, aun así, siguen teniendo recuerdos de sus vidas, pensamientos, sentimientos y pueden hacer la vida de forma normal. A partir de aquí, comienza la serie y el argumento de la misma. En este caso, el argumento se vuelve muy interesante, ya que no solo cada capítulo es algo nuevo por descubrir, sino que los dos personajes tienen una personalidad muy distinta el uno del otro. Ichiro es alguien amable que quiere despojarse del metal, ayudar a las personas y vivir en paz, Hiro es un chaval hipócrita, egoísta y muy racional, es alguien que si lo quiere te matará, una persona que irá asesinando a cualquiera que se le cruce por el camino. Dos ideas muy distintas y dos ideologías que prácticamente no se pueden cambiar.

Es un buen planteamiento y una buena escena el contrastar tanto a los dos personajes, un supuesto héroe y un villano. A medida que avanza el argumento se intenta ir a un thriller aunque acaba siendo más un drama, diferentes historias de cómo la malicia de las personas está en todas partes y de cómo Ichiro puede hacer uso de sus poderes, tanto para ayudar a su familia como para poder sentirse realizado. Es un objetivo que persiguen los dos y que se muestra de forma muy contrastada. Mientras que Ichiro va ayudando, Hiro va matando a gente cada noche con su nuevo cuerpo. Al parecer son armas y, de algún modo, tienen diferentes mecanismos para volar, atacar y defender.

El único problema que tengo con esta serie es su animación, la mezcla que hace con el 2D y el 3D es algo mala y en muchas ocasiones innecesaria, le quita expresividad, movimiento y todo lo bueno que puede tener en animación la obra en sí. Puede quitarle algo de belleza, desencuadrar; aun así, es una buena obra y da una muy buena dirección.

Inuyashiki
Nota de Inuyashiki

En conclusión, Inuyashiki es una obra que profundiza sobre el, ya hablado, tema de la máquina y el hombre, sobre cómo convive la humanidad todo el día con la tecnología, tan conectada a ella. Es una obra que habla sobre la vida de las personas, el poco caso que le hacemos y el gran valor que hay que tenerle. Es una obra que trata el drama, el sentimiento puro y toda la maldad que yace en las personas.

La tecnología empieza a afectarnos, pero solo el que esté sano mentalmente podrá estar preparado, es posible que ni siquiera la tecnología sea el enemigo, sino que seamos nosotros mismos. Un mundo en el que no existe la justicia absoluta. Un mundo en el que no hay un héroe ni un villano al que ir a por él. Un mundo en el que la máquina solo está permitida para el hombre que puede utilizarla.

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