Brayan desciende

Los 68 escalones de un joven que no quería morir

Julián González
EÑES
6 min readSep 23, 2017

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Cali, Septiembre de 2017

¿Y si la vida no fuera más que un elaborado modo de transformar minerales inertes en materia orgánica compleja, pero igualmente muerta? Al final, toda la vida termina convertida en cadáveres que se deshacen poco a poco, ¿o no? Hace algunos siglos conseguimos despertamos de la ilusión geocéntrica. Hoy sabemos que la Tierra no es el centro del universo. Y hace poco más de un siglo también nos sacudimos de la ilusión antropocéntrica y logocéntrica. Entendimos que la razón no gobierna por completo nuestras vidas (¡gloria al poderoso inconsciente!) y que los seres humanos no somos el centro de nada. Entonces, ¿no habrá llegado el momento de quitarnos de una buena vez otra ilusión persistente e insensata: el biocentrismo? ¿Quién dijo que la vida es esencial, especial y un importante propósito del universo?

Respuesta de Big Data, el rapero más viejo del mundo, cuando le preguntaron por el sentido de su poema Poeisis.

En cruz

Entre enero y junio han muerto asesinadas en Cali 589 personas. Un tercio tenía entre 18 y 24 años. 93 de cada 100 personas asesinadas son hombres. Y son hombres casi todos los victimarios.

Dice llamarse Brayan. Dice que está drogado y que le duele mucho el cuerpo. Dice que no lo lleven al Realengo, un barrio humilde al oeste de Cali. Ruega este jovencito enclenque, tendido bocarriba sobre el piso —los ojos entornados, vencidos— que no lo dejen morir. Que lo van a matar, dice. Le pide a los policías, dos hombres tan jóvenes como él, que lo internen en un hospital, que le duele el corazón, que se le va a estallar. «No sé lo que hice», dice, como si entre la bruma de su trance intuyera que recién estuvo envuelto en un delito. Uno de los policías le pregunta si viene huyendo por lo de una camioneta blanca. (10 autos son robados cada día en Cali). Brayan no responde y se limita a sollozar. Que se le va el alma, dice. Acostado en cruz sobre el piso de la casa de mi vecino, apenas consigue respirar. Babea. Los zapatos rotos y percudidos. Los cordones sin atar. Al flacucho, le cuelgan y casi se le caen los pantalones.

Hace una hora y media entró corriendo en la casa de mi vecino, trepó las escaleras aterrado, y agotado por el esfuerzo se dejó caer sobre el piso. Y hace quince minutos llegó la policía luego de telefonearlos una y otra vez. No sabíamos si Brayan estaba armado o, si en efecto, lo seguían algunos hombres armados que no dudarían en entrar a la casa para ejecutarlo —8 de cada 10 asesinatos en Cali involucran armas de fuego.

Tras requisarlo la policía no encuentra armas en Brayan. Tampoco tiene documentos de identidad. No tiene nada en el raído maletín naranja que carga al costado derecho, y se queja ruidosamente cuando los policías consiguen levantarlo del piso ajedrezado para llevárselo esposado. Se tambalea mientras desciende los 68 escalones que van de la casa de mi vecino hasta el parqueadero de la urbanización donde lo aguarda una patrulla.

Brayan tendido en el piso. Cali, Urbanización El Aguacatal, 11 de septiembre de 2017. Fotografía: Julián González.

¿Por qué va esposado Brayan? ¿Por el delito de irrupción en propiedad privada?

No. Ese no es un delito; a lo sumo supone una contravención.

¿Entonces por qué va esposado?

Va esposado porque es joven, está drogado y parece pobre. Y eso es suficiente para convertirse en un sospechoso usual en Colombia, el segundo país con peor índice de distribución de la riqueza en América Latina, y en el que la justicia se arrastra cuando se trata de los poderosos, y apedrea ciegamente y sin piedad cuando se trata de los humildes.

Río

Al día siguiente atisbo un poco en la extensa corriente de las muertes, ese enorme río de cadáveres en el que las aguas heladas, oscuras y espesas disuelven el tiempo. Por cada persona viva arriba en la tierra, aquí abajo hay 17 muertos. En esta corriente mansa duermen 107 mil millones de cadáveres humanos.

Y de este caldo mortuorio venimos y hacia él vamos todos.

11/09

Hoy es 11 de septiembre de 2017 y en las aguas superficiales de Hades se advierten los rostros de los que murieron hace 10, 20, 3.000 o 45.000 años un día 11/09. Cada efemérides, Cloto tira de sus hilos y eleva del fondo de las aguas a todos los que cayeron en la fecha aniversaria. Y Dukúr Bulu, el dios murciélago, les susurra algo estimulante en los oídos para que despierten y se muevan cuando el jalón de Cloto no es suficiente. Y cuando ninguno de los dos puede despertar al muerto, se suma a la tarea Tlantecuhtli, que dispara una descarga eléctrica azul y dolorosa que galvaniza a los que siguen roncando, y se asegura de que vengan todos, que no falte nadie. Tlantecuhtli requisa con cuidado los 9 ríos subterráneos para arrastrar incluso a los que se han quedado atrapados en los recodos y remolinos.

Y debajo de los del 11/09 vienen los del 12/09, que hundirán mañana a los del 11/09. Y luego flotarán los de 13/09 a expensas de los del 12, y así, sucesivamente hasta que, a lo largo del año, todos los muertos pasan un día en la superficie de las aguas. Un día al año cada muerto vuelve a sentir punzadas en el vientre y risa en los pulmones, y Kwányip sopla alegría en sus bocas y párpados. Y todos tienen 24 horas para parlotear y retozar antes de volver al fondo de las aguas.

Catrina. Tomado de fuente

Pero, por supuesto, el 1 de noviembre, la señora, la uñilarga, doña huesos, Madame Calavera, la Catrina, despierta a todos sin excepción, y la juerga es tan poderosa que por un único día se equilibran y aparejan los nudos de la vida con los tajos de la muerte en una embriaguez incandescente que solo los mexicanos, mejor que cualquier pueblo del mundo, han sabido reconocer y celebrar. Ese día todos festejan. Los vivos de arriba y los muertos de abajo.

Pero hoy no es primero de noviembre. Es 11 de septiembre, y solo suben y flotan desde adentro de las aguas oscuras los muertos correspondientes. Los muertos chiquitos, los que cayeron arrasados por un evento trivial, una bala perdida, una pena de amor, un resbalón. Una indigestión. Los de 2017 (de Cali, Moscú o Rotterdam) y los de 2015 (de Paris, Mogadiscio o Delhi) . Pero también suben los de las muertes grandes e históricas, los de las tragedias colectivas, los de los genocidios vergonzosos y las epopeyas gloriosas. El 11/09 se levantan los de 2001 (Nueva York) para unirse a los de 1973 (Santiago de Chile) y hermanarse con los de 1714 (Barcelona) y 1857 (Mountain Meadows). Carrie R. Blagburn le da la mano a Claudio Patricio de la Fuente Castillo, y David W. Laychak se codea con Agustín Patricio Luna Barrios, e Iris del Carmen Reyes Reyes consuela a Angela M. Houtz. Luciana Jaramillo se mece trepada en los hombros de Francisco Lorenzo Rozas Fernández; y Domingo Faustino Sarmiento conversa con Odessa V. Morris. Y el murmullo de los muertos en los ríos de abajo hace eco en los ríos de arriba. Por eso si acercas con cuidado la oreja y prestas atención a las aguas de las acequias, de los riachuelos, de las correntías y de los ríos caudalosos escucharás voces humanas, un parloteo incomprensible y sin sentido al principio, como el de las multitudes en el metro de Paris o en una plaza de mercado en Lima. Son muy tenues esas voces, por supuesto, pero allí están. Con el debido entrenamiento puedes aprender a aislarlas y enfocarte en unas u otras, y con suficiente paciencia podrás descubrir, por ejemplo, el relato de un muerto que pidió inútilmente que lo salvaran, que lo llevaran a un hospital, que no lo arrastraran hacia el barrio de donde venía porque lo matarían; que le dolía el corazón, que estaba drogado y no sabía qué había hecho.

Algunos de los 68 escalones que descendió Brayan el 11 de septiembre de 2017. Fotografía: Julián González.
Algunos de los 68 escalones del viaje de Brayan. 11 de septiembre de 2017. Fotografía: Julián González.

Brayan desciende

¿Y Brayan?

Allí va. Baja escoltado por dos policías. Lleva su morral al hombro. Se tambalea un poco mientras camina a rastras los 68 escalones que terminarán en las puertas de una patrulla policial.

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Julián González
EÑES

Diseñador de juegos de mesa, comunicador social y educador. Puede descargar gratis Todo está tan raro en el siguiente link: https://bit.ly/3BiGjMB