Cartas a Victoria XXVI
Se permite llorar
Por más empeño que le ponga al acto de escribirte, estoy altamente afónico y adolorido que no podré ponerte al tanto de la situación, solo que me encuentro ahora mismo junto a padre y nada más.
Valiéndome de la poca energía que dispongo, sabré decir únicamente que estoy más cerca de irme yo que él.
Ya no hay reparo, lo he perdido todo, hasta la noción del tiempo, y eso incluye tener que escribirte y pensarte todos los días… Pero descuida, soy un paciente afortunado al tenerte, porque el final del túnel significas mi cura a este mal.
Volveré junto con las cartas que te debo.
Hasta aquí llego el día de hoy.
Juan Pablo Malo.
Escrito originalmente entre el jueves 3 y viernes 4 de agosto, 2017.