Cartas a Victoria XXVIII

Nada bueno se fructifica de un mate amargo y una silla vacía enfrente

Juan Pablo Malo
EÑES
3 min readSep 18, 2017

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Imagen: Anónimo

Resucitando.

Te pido gentilmente autorización para arrimarme y enseñarte a interpretar las miradas, y favorecer a nuestra manera única de comunicarnos; motivo por el cual si esto continúa de la manera habitual, de la ausencia del habla, lejos no se llegará.

Puede parecer maleducado el que rete a cada ciudad que visito, pero lo hago con un único motivo, el volver a tener que elegirte.

En una ciudad medianamente pequeña como lo es Glasgow, uno conoce a cada uno de sus habitantes, pero en Múnich la cosa cambia, ya no existen amigos, solo conocidos, y ya no existen personas, solo habitantes. Y de sus a veces extenuantes calles y plazas, luego de mis típicas cavilaciones llego una vez más a la conclusión acerca de tu forma y cuán por encima está del resto de mujeres, que me pican y buscan incendiarme con su débil llama. Tus exclusivas cualidades son inimitables, no cualquiera se encuentra en tu mismo nivel, y eso es algo por lo que deberías sentirte orgullosa, ser mucho sin tener la necesidad de recurrir a dificultosos ritos de belleza ratificados por la autoridad.

Volviendo a lo nuestro, aquel reencuentro el lunes 14 de agosto me dejó entumecido. Lo irreal se volvió viral y lo referente a tu apariencia cobró forma y figura. Dicen que Venus nunca suele ser tan generosa, mucho menos con un mortal que ostenta el papel de mujer, pero sus bendiciones te han correspondido esta vez y afortunadamente logras ser una rica muestra de su poder, de cómo con el tiempo te has embellecido aun más.

Con cada segundo que se desliza en mi muñeca, este sentimiento va en aumento, en definitiva me di cuenta de lo pobre que anduve todo este tiempo. He vuelto a enamorarme a como fue en un principio, y si no me llego a apasionar más es porque esta delgada piel es una limitante.

La Victoria de la que me enamoré yace aquí reinante, no hay muralla que detenga su regencia.

No es mi culpa llegar siempre tarde, aquella es una simple señal de que estoy preparando algo nuevo, grande, tal es el caso que no importa cuán cómoda y placentera pueda ser Glasgow, si cuando decido salir a hacer ciudad (caminar) tú ya no te hallas, no por mis calles y aceras, no por el…

…muy querido Siempre Bicycle Cafe al cual he vuelto deseoso de retomar el arte de trabajar la palabra, escribir y conjurar, y por mediación de alguna bebida llegar a crear. Ah, por cierto, de ella derivar todo lo que mi alma esconde, todo lo que por simple inspección aparento y que por dentro va en aumento.

Hoy también salí en camiseta porque solo imaginar tu esplendor proyecta en mí el calor, ese mismo que padre y madre —por nombrar a ciertas personas— me permiten sobrevivir a la duras tempestades de Múnich.

A veces pienso que esta estricta necesidad de escribirte no existiera sino gracias a los cuatro dioses que prueban su suerte dentro de este juego de supervivencia, porque es lo que somos, fichas sobre un mismo tablero. Si en verdad cada uno de nosotros tomara las riendas de su propia determinación, nuestra existencia dejaría de ser un calvario y los malos no vivieran entre los buenos.

Vivir muerto en vida es la condena que a toda costa logro evitar, mientras viva perdido en tu mirada no hay mal con el que no pueda lidiar.

Hasta que me halle la verdad,
Juan Pablo Malo.

P.D. No pertenezco ni a este tiempo ni a este lugar, mucho menos a este cuerpo de mortal. De la carne nace todo mal, pero del alma la cura a dicho mal.

Escrito originalmente un jueves, 17 de agosto de 2017.

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Juan Pablo Malo
EÑES
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I regret nothing you see in these letters and poems 🦭 (Spanish & English)