‘Cumbres borrascosas’

o ‘Bad Romance

-Ixca-
EÑES
11 min readMay 2, 2018

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Fuente.

Nota 1: La siguiente reseña es del libro.

Nota 2: Contiene spoilers.

Nota 3: Navegando por el Internet me di cuenta que la edición que yo leí tiene los nombres de los protagonistas traducidos, pero creo resulta muy obvio quién es quién.

Decir que vivimos en un época sin pasión es ya un tópico. Entre toda esa cháchara que dicen esta que la era moderna nos ha hecho conformistas y que la tecnología nos deshumaniza. Así a menos que luches por salvar a los delfines o viajes por África construyendo casas en medio del desierto tu vida es insípida.

Pero en donde ha desaparecido del todo es en el amor. Nuestra condición modernista de deconstruir todo hasta los roles masculinos y femeninos, ha destruido esas antiguas historias románticas apasionadas. Y terminamos pensando que fanfictions eróticos con tendencia sadomazoquista o bobadas manipuladoras como 3 metros sobre el cielo son una película romántica.

Sinceramente, esa idea de entregarte ciegamente a una pasión me parece cándida e inmadura. Creo que tenemos un idea muy poco clara de lo que es la pasión en nuestros tiempos y de como manejarla.

De qué va

La historia gira en torno a Heathcliff. Lo conocemos en tres momentos claves de su vida.

Juventud

Heathcliff desaparece cual padre que va comprar cigarros y no vuelve. Esto después de que Catalina Earnshaw, aquella mujer de la que ha estado enamorado desde que llegó a Cumbres borrascosas, dijera que se casaba con Eduardo (su rico vecino), pues hacerlo con él seria rebajarse. Más desde que Hindley Earshaw (hermano de Catalina) lo rebajó a la servidumbre.

Años después regresa montado en Rolls Royce y con maletas Gucci, pateando la puerta de la Granja de los Tordos, de la cual es propietario Eduardo Linton. Catalina lo recibe con más entusiasmo del que debería una mujer casada. Eddy y H tienen una pelea causada por Catalina, digámoslo, que no sale como Cat esperaba y del coraje se provoca un enfermedad que le deja peor que Hodor. Su padecimiento se complica y muere.

No sin antes dar a luz a Catalina 2.

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Mediana edad / Venganza

Por cierto, Hindley murió en medio de su vómito en una borrachera y dejo a su hijo, el pequeño Hareton, solo en Cumbres con Heathcliff, que era su rentero. Sí, lo dejo con su archienemigo.

Otra causa del coraje de Cat era que Heathcliff cortejó a Isabel Linton (la hermana de Eduardo) y aunque Chabelita pudo huir de Heathcliff esta tuvo un hijo con él, Linton. Linton es un tlaconete salado y con una actitud hacia la vida peor que el burro de Winnie de Pooh. A quien Catalina 2 le tiene lástima y termina enamorándose de él. Tanta lástima que se casa con él.

Aunque como aprendemos después, H cual Meñique en Juego de tronos, ya lo tenía todo previsto. Tras la muerte de Linton, se convierte en el heredero de Granja de Tordos pues Eduardo lo nombró su heredero. Y con Hareton no sabiendo ni escribir su nombre se convierte en dueño de Cumbres también.

Y triunfó el mal.

Madurez

Ustedes pensarán que tras esto Heathcliff iba diariamente a realizar un tómala papá en la tumba de Eduardo y en la tumba de Hindley, y su risa burlona podría oírse a kilómetros. Pues no. Resulta que la odiosa de Catalina ni muerta lo dejó en paz y se le aparecía hasta en la sopa.

Pero como diría Panda: Y de entre la gasolina renació el amor. Catalina 2, atrapada en Cumbres y obligada a ser la sirvienta de H tras la muerte de Linton, empezó a ver a Hareton de otra manera.

Y aquí gente, AQUÍ no antes, es donde de verdad empieza la historia de amor y de pasión. AQUÍ. Caty enseña a leer a Hareton y superando su historia anterior se enamoran. Es un amor tan inesperado que Heathcliff, viéndose reflejado, les hace el mayor regalo y la obra mas bondadosa que hizo en su patética vida: se quita de su camino y los deja ser.

Como dirían los Beatles: Let it Be.

El amar y el querer

La relación entre Heathcliff (Sid) y Catalina (Mandy) es una de las clásicas relaciones románticas. Pero su unión es peor que chispa y gasolina, que bicarbonato de sodio y vinagre, que sección de comentarios y trol.

Pensemos en el momento clave y más famoso de este libro, aquella declaración de amor de Catalina:

[…] Ahora con esta explicación podrás comprender mi secreto. El mismo interés tengo en casarme con Eduardo Linton como de ir al cielo, y si mi malvado hermano no hubiera tratado tan mal al pobre Heathcliff, yo no habría penado en ello nunca. Para mí sería una humillación casarme con Heathcliff, pero él nunca llegará a saber cuánto le quiero, y no porque sea guapo sino porque hay más de mí en él que en mí misma. No sé de qué estarán hechas nuestras almas, pero sean de lo que sea la suya es igual a la mía, y, en cambio, la de Eduardo es tan diferente como el relámpago lo es de la luna, o el hielo del fuego. […]

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Cuando Elena le pide le explique por qué ama a Eduardo, ella claramente no sabe darle una razón. Después deja claro que aunque Eduardo es un tipo lindo ella solo le ve cara de billete. Su media naranja no es otro que Heathcliff, a quien ve como igual. Aun así se llena la boca diciendo que casarse con él sería rebajarse. Catalina tenía una cariño especial por Heathcliff, eran compañeros de juegos y tenían gustos parecidos, pero siempre lo creyó un monigote que la seguía a todas partes al cual podía manejar de la manera que prefiriera.

Por otro lado, Heathcliff solo sabía recibir cariño pero no regresarlo, si Catalina era amante de andar igual de limpia que «el Mochilas», pero tal vez pudo hacer un esfuerzo al ver el cambio de Catalina. En ningún momento verbaliza o demuestra el amor que siente hacia la chica de los Earnshaw e incluso cree que al no tener nada que hacer ella será la que le divierta.

La peor es Isabel. Conoce la naturaleza de Heathcliff desde pequeña, pero se deja deslumbrar por él a su regreso, pues ahora traía ropa fina. Se forma una imagen errónea y, como Manuela cuando se enamoró de El Zarco, no tenía ni idea del craso error que cometía. Isabel termina pasando un infierno.

Catalina tenía una vaga idea de lo que era estar enamorada, Heathcliff tenía una idea aún más vaga e Isabel ni siquiera estaba enamorada. Yo tampoco sé que es el amor pero recuerdo esa frase: No sé lo que es, pero si sé lo que no es. Reflexionar sobre qué es lo que no queremos en un relación puede ser la clave para dar con lo que de verdad buscamos —no sé cómo poner esa reflexión sin sonar a artículo de la Cosmopolitan, lo siento.

Digo, si dijeran que Lana del Rey fue quien escribió la historia y no Emily Brontë lo compraría totalmente. Ella misma lo dice: «Baby we were born to live fast, die young».

Esto que ellos viven no es para nada lindo y mucho menos romántico, hay drama tras drama tras drama. Ojalá nadie termine el libro creyendo que es una historia que le gustaría vivir.

Pasión que mata

Aún peor, la mayoría de los personajes se dejan consumir por una pasión que en muchos es autodestructiva, en otros destruye todo a su alrededor.

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Catalina elige a Eduardo pero no está dispuesta a dejar a Heathcliff. A pesar de que Eduardo (e Isabel) se desviven cumpliendo cada uno de sus caprichos, en cuanto aparece su antiguo pretendiente le prefiere y desea que Eduardo deje pasar esto. Cuando el señor Linton no lo permite, está dispuesta a permitir una disputa entre ellos para que se haga su voluntad.

Al final se queda como el perro de las dos tortas: ni con uno ni con otro, y sin mente… ¿Entienden? Porque queda ida por su padecimiento… Ok, paro.

Luego esta Hindley. Su odio hacia Heathcliff provocó la venganza contra su familia, perdió su propiedad y condenó a Hareton a la ignorancia. No olvidemos que cayó en la bebida tras la muerte de Francisca y tomó esa pasión como pretexto para aplicarla la de «la bebida acabó con mi vida, ahora voy a acabar con la bebida», aunque no tenga lógica.

Heathcliff, cual Beatrix Kiddo que fue a buscar su catana Hattori Hanzo, no queda satisfecho hasta que destruye a las familias que evitaron su felicidad, pero a diferencia de la novia, que al final obtuvo redención, nuestro amigo sin etnia clara no tuvo paz hasta que murió. Literal.

A la mayoría de nuestros protagonistas les hizo falta sentarse a reflexionar sobe la mayor parte de sus acciones y las consecuencias que tendrían.

Nuestra autora nunca está de acuerdo con el accionar anterior. Elena, la narradora (voz de la razón), no deja de censurar a todos y cada uno de los actos mencionados. Aunque como a Margaery Tyrell en el Septo de Baelor nadie le hace caso. Y al igual que en Juego de tronos, no oírla provoca que se destruya en medio de una explosión color verde.

La dictadura del proletariado

De una o de otra forma nuestros personajes son conscientes de su clase social y esto afecta sus acciones en la historia. Caty piensa que con Eduardo no tendrá que mover un dedo en su casa y que incluso podrá pagarle a alguien para que le limpie el fundillo. Eduardo es un tipo de modales refinados, de apariencia pulcra y que obviamente está consciente de su posición, de ahí el rechazo que siente por Heathcliff desde la primera vez que lo ve. Catalina 2 permanece menos de una tarde en Cumbres y ya piensa que los sirvientes de ahí deben obedecerla, llora cuando le contestan feo y cuando vuelve se burla de la ignorancia de Hareton.

Pero luego viene el revire.

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Heathcliff, sin siquiera tener apellido al ser recogido por papá Earnshaw, tras ser rebajado a ser un sirviente y escapar sin un centavo, regresa con una fortuna, se hace de Cumbres borrascosas y de la Granja de los Tordos y estoy seguro que, de ser posible, le hubiera quitado la tierra de las uñas a Hindley y a Eduardo cuando murieron.

Quiero creer que la moraleja del libro es dejar de lado eso. De ahí que Hareton y Catalina 2 enamorándose al final del libro, perdonando acciones del pasado, dejando de lado quién si sabe leer y quién no, pero sobre todo aceptando los fallos de cada uno sea lo que detuvo a Heathclif fy cierra la novela.

Al parecer, de dónde vienes no termina de ser algo que influya de verdad en tu devenir. Tanto ricos como pobres se dejan dominar por sus sentimientos insanos. Al final eso no es una barrera para tener un vida feliz.

La isla de Gilligan

El conocer a los personajes fue un proceso horrendo, pues no sabía a quien odiaba más conforme los fui conociendo.

Primero esta ese mojigato de José, que para ser el más santo se rodea de chamucos y saca a Jesús a cuenta a la menor provocación, podría ser un villano de Stephen King muy claramente. Heathcliff, que no es más que un bruto que no se esfuerza ni poquito en entender los sentimientos de los demás. Linton es enfermizo, taciturno, apocado y cobarde. Catalina 2 es ingenua e inocente, pero al final toma decisiones interesantes. Luego está el remilgado y perfumado señorito Eduardo, a quien después termine queriendo pues demuestra que no es un pusilánime cuando se enfrenta a Heathcliff, quien ya se creía ganador. Además de Elena, es el único que trata de usar la cabeza para más cosas que solo ponerse sombrero.

Para finalizar, la arpía llamada Catalina Earnshaw es una calculadora, caprichuda y manipuladora. Quiere tener a ambos pretendientes: por un lado al que puede mantenerla, por otro al que le comprende; es capaz de enfrentarlos solo para demostrar un punto y se provoca una enfermedad para lograr su cometido. ¡Madre mía! Lo peor es que aún hay mujeres así. ¿Alguien dijo attention whore?.

Después me di cuenta de lo bien que están escritos estos personajes. Emily Brontë logra que me interese por ellos hasta incluso cuando ya Heathcliff se había establecido como el Skeletor del libro; con una sola mención que hiciera me ponía tenso, pues lo más seguro es que el tipo estuviera preparando una maldad. Me angustié por todo lo que sucedía con ellos y para el momento en que Catalina 2 se deja vencer tras la muerte de Linton, ya estaba decepcionado de la vida.

En todos ellos llegue a ver actitudes mías. Cada uno de los personajes tiene un trasfondo y una razón para su actuar de la forma en que lo hace. Este es uno de los puntos fuertes del libro. Llegué a entender el insano cariño entre C y H, porque C siente que «es su langosta»: se ve reflejada en él, ha pasado su niñez con él e incluso a ambos les gusta revolcarse. No simplemente la quiere por que no puede leer su pensamientos y ya. Ustedes saben de qué hablo, ¿no?

Sobre el libro en general

Cuando empece a leer el libro sinceramente me pareció un tanto pesado. Lo deje unos días, pero en cuanto volví a leer no lo pude soltar hasta que lo terminé.

Cada personaje tiene su manera muy particular de ser y de contar las cosas. Desde las protestas de Elena y su posterior resignación, Heathcliff y su delicado lenguaje o los sentimientos que le provocó a Isabel el enfrentamiento entre Heathcliff y Hindley.

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El libro tiene un ritmo muy bueno, pues siempre están pasando cosas y cuando no lo hacen te da alguna información importante.

Conclusiones

Cumbres borrascosas es vendida como un historia de amor eterno y apasionado. En cierta enferma manera lo es. La pasión que unía a Heathcliff y Catalina no se extinguió ni siquiera con la muerte de ambos. Aunque en el desarrollo de las misma destruyó a los Earnshaw y a los Linton. Incluso continúa con la siguiente generación con el romance de Catalina 2 y Hareton.

La historia es una muy obvia crítica a esas historias de amor apasionadas y entregadas. La narradora no deja de condenar cada acción que le parece errónea de nuestros protagonistas, narra todas las escenas de violencia, el abuso que esta pasión desmedida produce, cómo llevó a la desgracia de todos y cada uno de los involucrados.

Con lo anterior reflexionamos sobre qué es lo que de verdad queremos de una relación personal, cómo las relaciones idealizadas no existen y que hay que poner cabeza en todas. Catalina 2 y Hareton tuvieron que superar herencias familiares de odio y problemas de clases para poder tener un final feliz.

Tal vez no necesitemos salir a rescatar defines o construir casas en medio del desierto para vivir un vida con pasión.

Pero si pueden, por favor ayuden a lo delfines y a los sin hogar, se los agradecerán.

Where is my mind?
Ixca

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-Ixca-
EÑES

Entusiasta de la Cultura Pop. Abogado. Nerd. Cerebro en un frasco.