Creo que todos en algún momento de nuestras vidas tuvimos un déjà vu (en francés, «ya visto antes »). Gracias a ellos no es tan loco pensar, que puede haber errores en la matriz que establece el entorno en el que nuestra vida transcurre y nada es tan monótono y aburrido como parece.
Este término se le atribuye al investigador psíquico francés Émile Boirac gracias a su libro L’Avenir des sciences psychiques (El futuro de las ciencias psíquicas), basado en un ensayo que escribió mientras estudiaba en la Universidad de Chicago. Donde explica que este fenómeno se da al tener la fuerte sensación de que un evento o experiencia que se vive en la actualidad se ha experimentado en el pasado.
Imagina que en estos momentos te dan a elegir entre dos opciones; al seleccionar una, tomas una decisión tan importante que se vuelve un hito en tu vida y como consecuencia direcciona el curso de tu tiempo en esta. Pero ¿qué pasa si hubieras tomado la otra opción? ¿Existirá un punto en donde estos flujos alternos de tiempo lleguen a cruzarse, causando así el tan famoso déjà vu? Suena muy loco no creen.
La ciencia ficción es un género fascinante, y desde que existe la fantástica idea de que el hombre en algún momento logrará descubrir la forma de viajar en el tiempo, ha enriquecido este género con historias fascinantes. El ejemplo más claro y trascendente para todos es el de Back to the Future de Robert Zemeckis, donde nos plantearon muchas reglas y el concepto de viajes en el tiempo de manera digerible para todo el público.
Pero no estoy escribiendo esto para volver hablar sobre Marty McFly, y sus aventuras por tratar de no acostarse con su madre. Realmente hice esto porque quería hablarles de Dark.
Esta gran serie alemana es responsabilidad del director suizo Baran Bo Odar y la guionista alemana Jantje Friese, producida por la plataforma más querida de los fanáticos de Stranger Things y Rick and Morty, Netflix. La historia es impresionante y te atrapa desde el primer capítulo con la cantidad de misterios que guarda en ella, es un gran rompecabezas que poco a poco, junto a la narrativa, iremos armando hasta que nos vuele la cabeza. Y es que cada episodio es una pieza de ese rompecabezas, da nuevas pistas, hasta que descubres que todo tiene que ver con una especie de fenómeno que juega con el tiempo.
Muchos la comparan con IT o con la ya mencionada Stranger Things, yo creo que es una falta de respeto para la serie que la comparen. La serie habla por sí sola, y aunque sí tiene algunas similitudes, no van para el mismo lado. La serie desborda calidad, tanto que me atrevería a decir que es una de las mejores series de Netflix que han salido en el 2017.
Tomaré los puntos en lo que creo puede haber comparación (sin llegar a los spoilers), pero explicando un poco las diferencias, para que se den cuenta que no tratan de lo mismo.
- Los niños desaparecen: Sí, como en IT y Stranger Things, hay niños desaparecidos, un bosque y todo pasa en un pequeño pueblo perdido de Alemania. La diferencia es que el culpable de todo esto no es ningún payaso o bestia de otra dimensión, sino algo un poco más complejo.
- Existe un ciclo de tiempo: En esta serie los escritores al igual que IT plantean que los sucesos extraños en este pueblo pasan luego de «33 años». Pero, a diferencia de IT, el tiempo en esta serie alemana es un factor fundamental en el relato.
- Con la fiebre de Stranger Things es muy difícil no comparar algo que tenga un bosque y adolescentes como protagonistas en su trama. Pero, hay que decir que Dark es bastante más adulta y menos complaciente que la historia de Eleven y sus amigos. Aquí no hay humor, ni personajes carismáticos. Aquí todos los personajes están dañados por dentro, con su amargura y su invencible soledad, sus mentiras y secretos inconfesables. La música y las referencias ochenteras aquí no son fundamentales en la historia, todo pasa ser parte del contexto de la narrativa.
- No existe el factor «nostalgia»: Aquí hay hechos históricos. En el verano de 1986, Europa entera se estremeció con la catástrofe nuclear de Chernóbil, que hizo mirar al cielo todos los días con desconfianza y reflexionar sobre la energía nuclear. Así, nos quedan claras las influencias de Dark, el cine político de los setenta y en las películas de terror coreanas.
Es lo más que puedo contarles acerca de la serie, realmente no quiero llegar a caer en ningún spoiler. Son 10 episodios de esta primera temporada que sin duda me dejaron más de lo que esperaba. Y es que seamos honestos con el género, a estas alturas «ciencia ficción» ya es sinónimo de series o películas de superhéroes… No es que las odie, pero se ha vuelto una fórmula que tiene como único fin hacer dinero fácil.
