Desde una cruz

I

Una gota de sangre ha caído al océano
y ahora alimenta los lirios
que se abrieron para ti.

Luz de todos los colores
derramada en el centro de mi mundo
¿Dónde estás en estas noches
que necesito tanto de ti?

Cielo de mis estrellas
envuelve en tu manto todos mis pesares
cúrame la herida
que tu ausencia a mi alma le ha grabado.

Esta es la vida que me tienes viviendo
Magdalena sin ti
Sin tus besos, sin tus caricias
Mujer, vuelve por mí.

II

Estoy lleno de odio
y el odio es como un ácido
escociendo desde adentro
se siente como una vergüenza
como un reto.

Me siento frustrado
la frustración se me refleja
en las manos y en la cara
en la tinta que no escribe
y me dan ganas de gritar
y de hacer daño.

Nada de lo que pienso es bueno
me duele en el fondo no poder amar
seguramente es el peso de los ojos
por el hechizo de odiar.

Odio no poder transformarme
no poder entender qué soy
Odio sobre todo no saber volar
a voluntad
como las hojas tostándose al sol.

III

Siento ganas de llorar
Hinchado de orgullo en el ego
Quisiera poder ahogar esta pena
Sin elever un mar que a todos quema.

Quisiera no ser como el animal herido
Que enseña los dientes a su salvador
Quisiera quisiera quisiera
Que el corazón halle de nuevo el amor.

No el amor frío de novela
No el amor que no interesa
Sino el amor que soñé alguna noche
Y que no recuerdo despierto.

Espero el deja vú eterno
En la fría soledad donde me encierro
Y no soy capaz ya de nada
Más que esparcir rencor y sufrimiento.