Distancia y tiempo
Esta entrada no habla de la física que conocemos, habla de otra física
La verdad, no comprendo si esta manera de pensar fue causada por ingenuidad, mediocridad o ambas. Concebimos, porque así nos lo inculcaron, que la distancia entre dos puntos se mide en centímetros o pulgadas, que el tiempo se calcula en segundos, horas y años. Por ingenuos, aceptamos lo anterior redactado, y por mediocres admitimos esto sin buscar alternativas. Lo que no sabemos, o no reconocemos, es que hay otras opciones, de carácter más espiritual, para establecer distancia y tiempo. Un ejemplo claro, para entender a lo que me refiero, es que, un beso de la persona que amas, puede ser eterno aunque lo midamos en segundos y un abrazo que dure minutos, si es frío será sólo un breve instante. Dos cuerpos pueden estar a miles de kilómetros, y sus almas a sólo centímetros y viceversa. El secreto está en la percepción. Las medidas que utiliza el mundo fueron creadas con el fin de normalizar las cosas, pero eso no significa que siempre un minuto dure sesenta segundos o un kilómetro esté compuesto por mil metros. Todo depende de lo que estamos haciendo en ese minuto o las ganas de recorrer ese kilómetro. Tan paradójicas son estas dos variables, tan largo es el camino hacia un sueño y tan breve parece cuando lo conseguimos.
Instantes de eternidad en una vida donde nacimos para morir. No importa cuánto dure un momento, sino cuánto vivirá entre los recuerdos. No importa cuán lejos estemos siempre y cuando nuestras almas estén conectadas, nos sonreiremos como la primera vez cuando nos volvamos a ver y un te amo resuene en la sala. No te olvides. No hay tiempo ni distancia que venza al verdadero amor.
Igual flasheo.