El caos del universo de Sonic
Tras ver algún vídeo o tráiler del juego, me pregunto si la gracia de la saga es su excesiva saturación en más de un sentido
En estos últimos días, parte de Internet está un poco loca debido al último lanzamiento de SEGA: Sonic Mania para PS4, Xbox One, Nintendo Switch y PC. No me sorprende en absoluto, puesto que Sonic fue una de las sagas de los 90 que tanta nostalgia ha dejado entre los gamers viejos, por decirlo de algún modo. Sin embargo, mi reacción, incluso para mí, es un tanto extraña: «No está mal, pero… hay algo que me chirría un poco».
Puede que sea el hecho de que en la jugabilidad los niveles son mucho más grandes y haya más de un camino, o de que hayan dos actos por mundo en vez de tres (por lo menos en el original, en los posteriores ni idea). Pero también me doy cuenta de otra cosa: tiene el mismo caos de siempre, tanto como en jugabilidad como en lore.
Vale, sonará extraño lo de caos, aunque creo que mis razones tengo en ambos aspectos. En el de jugabilidad, tenemos esta velocidad tan loca y niveles tan espectaculares que tanto gustan, algunos con momentos en los que toca parar y darle un poco al coco para pasar ciertas zonas. Eso está bien, pero lo que no me gusta tanto, viéndolo de pasada, es la aparente saturación presente en los niveles. Todo tan lleno de cosas puede llegar a ser bastante confuso.
En el aspecto del lore sí que tengo bastante que decir, y es que me da la impresión de que tanto esta historia como la totalidad de las historias de los juegos (así como series y demás) de Sonic (globalmente hablando) es un cúmulo de personajes y acontecimientos un tanto inconexos entre sí. Según qué series, ya sean de videojuegos o de dibujos animados, te encuentras cosas muy distintas, por ejemplo, sobre los aliados, la situación del mundo en el que se ambienta, o cómo (sobre)viven en él. Es como si el mundo de Sonic se reinventara cada pocos juegos o en cada una de estas series, y esto, en ciertos aspectos, desorienta bastante.
De hecho, la inconsistencia del mundo de Sonic es algo que, si miramos con atención en cada juego, puede notarse bastante bien. En cada juego van apareciendo nuevas zonas, y las viejas, por contra, se esfuman como por arte de magia, como si nunca hubiesen existido. Lo mismo puede decirse sobre los jefes, dado que cada pocos juegos aparecen nuevos y esperpénticos monstruos a los que hace falta derrotar, tal vez con mecánicas nuevas, pero sin una historia clara que los conecte a todos entre sí.
Puede que esto no sea realmente un punto malo de la saga Sonic, pero, para mí, entre los puntos que pueden hacer muy memorable un videojuego o una saga está la historia, sobre todo si se sacan a relucir perlas que puedan dar sentido a nuevos juegos, como precuelas o secuelas. Sin embargo, si esta historia tiene tramos totalmente inconexos entre ellos o es pobre en sí, puede hacerle perder mucho juego o provocar sensaciones extrañas a la hora de jugar las siguientes entregas.
Tal vez esa es la razón por la que estoy tan aficionado a los vídeos que tratan el lore de Overwatch, un videojuego competitivo muy popular, aunque esa condición no le impide en absoluto tener un lore rico, misterioso y que provoca cambios en los escenarios con el tiempo. Es algo que la saga Sonic no ha sabido hacer bien, darle un universo rico, con sentido y lleno de misterios a sus juegos. Por no hacer, últimamente ni han hecho tramas demasiado interesantes, sobre todo si tenemos en cuenta que casi siempre hay que parar a Eggman y sus malvados planes.
Hace bastantes años flipaba con todo lo de Sonic que iba saliendo; en ese periodo, se me podría considerar como un fanboy de dicha saga, pero supongo que unas cosas y otras fui madurando y disfrutando de historias (aunque no tanto de jugar los propios juegos, ya que no he sido capaz aún de pasarme un Final Fantasy y no tengo acceso a demasiadas consolas de videojuegos) con gran profundidad que, poco a poco, me hicieron ser bastante más exigente en lo que a lore se refiere. Supongo que eso es lo que hace que no sea capaz de mirar algún material de Sonic sin poner una mueca: el fragmentado lore y los recuerdos tan inmaduros que tengo en torno a esta saga.
Otras sagas surgidas durante la década de los ochenta también tienen ese mismo problema, como Mario o Pac-Man. Sin embargo, en estos juegos no se ve de forma tan acusada, puesto que la historia no es algo tan importante en estos juegos. Eso sí, con respecto a lo de Pac-Man… mejor tomárselo como una broma de muy mal gusto, porque apesta a comercial a dos kilómetros.
Pero tampoco hay que malinterpretar, la saga Sonic es icónica en el mundo del videojuego (clásico, porque entre Call of Duty y similares y que se ha estado dando batacazos una buena cantidad de años…), pero su lore no parece tener una base sólida en casi ningún sentido, y ojalá se hubiese trabajado un poco más para que todos los personajes e historias que se han creado alrededor del erizo azul hubiesen tenido un hueco en una línea argumental en condiciones.