El mundo privado…

Xander_xis
EÑES
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2 min readMar 10, 2018

Qué oculta cada uno dentro suyo, cuánto se niega a traslucir, de qué sirve el pasado si no muestras haberlo vivido, cuántas palabras quedan mudas por imaginar un final distinto, cuántas lágrimas realmente llegarán al río, y cuantos sueños sinceros han de volar al espacio. Cuántos besos ocupan un lugar en el infinito, cuánto calor puede soportar el invierno, cuántos domingos pueden ser eternos, a cuántas estrellas podés nombrar sin pensar en esa persona, sin ceder ante el hambre del deseo de estar ahí, donde diablos sea, pero ahí. Cuáles son esos momentos que te llevan a darlo todo, cuánto dura cada instante, qué define una eternidad, cómo se aprende a querer, por qué, nos preguntamos cada día pero con temor a buscar la respuesta.

El mundo se convierte en privado cuando nos olvidamos de soñar, cuando sosamente disminuyen los pasos, cuando todo provoca que se alargue la distancia, cuando se atizan los colores, el día se vuelve insulso, y la noche inevitable. Pero hay que seguir, hay que insistir, no hay más remedio que adentrarse en la selva al grito de coraje y concentrarse en encontrarle cualidades, cualidades de un mundo vasto, fascinante, lleno de misterios por resolver, sabores desconocidos, encuentros inesperados, y por sobre todo… cada uno sabe qué quiere por sobre todo, qué enciende su alma.

«La tristeza siempre va a volver, porque vive acá, es esta su gente» (Gustavo Napolitano, Sabes que), así dice, ¡para que vuelvas a ser feliz!, porque no hay día sin noche, ni dolor sin pena, no hay vida sin muerte, y no hay mundo si no estás vos. No hay verdad en la falsedad, ponte a construir un futuro incierto rodeado de valles de colores, imperfecto y cargado de detalles facinerosos, pero que sea tuyo, llénalo de unicornios, de flores aromáticas, de trilladas canciones, de cursis momentos, y de cuantas locuras quieras, pero haz que valga la pena. Las palabras se las lleva el viento, los momentos te los regala el tiempo.

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