El preámbulo de una nueva etapa de innovación tecnológica

Creo que no sería justo decir que a Apple se le ha ido la olla con los precios de sus nuevos iPhone. Sí, la subida de precios es descomunal. El iPhone 8 más barato es de 808 €. No parece tanto respecto a los 769 € a los que se vendió el iPhone 7 más barato aquí en España, pero si miramos el precio del protagonista del nuevo catálogo de Apple, nos vamos a los 1.159 €. Son casi 390 € más. Una subida de algo más del 50 % respecto al iPhone 7.

Apple ha tenido la inteligencia de sacar dos modelos. Uno continuista y otro futurista. Y con esa jugada ha sacado una nueva gama más alta que vende al precio de lo que vendía un iPhone y medio. Pero no ha sido la única que ha subido los precios…

Samsung hace cosa de un mes sacó su nuevo Note 8, cuyo precio de salida se sitúa en los 1.010 €. Mientras que el anterior modelo, el famoso Note 7 se vendía por 859 €. Una subida de 150 €, que después de un gatillazo como el del Note 7 ya es atrevimiento.

En su momento, cuando vi el precio del Note 8 pensé que Samsung quería jugar en la misma liga que Apple. Esa liga en la que no tengo ni la más remota intención de hacer unos rondos. Pero ayer viendo los precios de los nuevos iPhone vi que Apple quiso tener la ventaja que siempre ha tenido.

¿Por qué suben de precio los móviles?

Puede que haya quien piense que los precios de los móviles no han subido, y el argumento es lógico, pero yo pienso que sí lo han hecho, y mucho.

La tecnología es sinónimo de avance, de innovación, de superación respecto al modelo anterior. Ofrecer lo mismo con leves pinceladas de cambio en productos tecnológicos es como entrar en el mercado de los electrodomésticos. Si no ofrece nada diferencial, ¿por qué pagar más?

Pero no puedo evitar acordarme de otro gigante y de su producto tecnológico estrella. Hablo de Amazon y su Kindle. El gigante del comercio electrónico ha vendido Kindle como churros. Durante varios años su modelo Paperwhite se fue renovando de forma continuista. Cuando los usuarios pedían renovación sacó el Voyage, pero a otro precio (+50 %). Tiempo después sacó otro nuevo modelo, el Kindle Oasis (+150 % del precio del Paperwhite).

He de reconocer que aquello me mosqueó. La razón es que estaba deseando una renovación del Kindle, con el que estaba muy satisfecho por la experiencia de lectura y de gestión de librería que ofrece.

El resultado es que he pagado más de lo que cuesta el Kindle Oasis por el reMarkable, un producto en pleno desarrollo que sí ofrece aspectos innovadores que dan nuevas utilidades al libro electrónico.

La razón de mi cambio ha sido no estar dispuesto a pagar más del doble por un producto que solo mejora el diseño de su anterior modelo, y que debería ser simplemente la evolución natural del Kindle Paperwhite.

Y menciono el caso del Kindle porque creo que algo parecido nos encontramos ahora en el mercado de gama alta del smartphone. El iPhone X es la evolución natural del iPhone 7. El iPhone 8 está allí para pulir el mensaje que se lanza al consumidor: «La innovación tecnológica se paga más cara, ya no es una exigencia del mercado».

Antes pegábamos pataletas a modo de tuits por los pocos cambios que traían los nuevos modelos, ahora lo hacemos por los altos precios a los que se venden esas novedades.

Sí, sí… pero ¿por qué han subido los precios de los móviles?

El mercado de los móviles se lleva estancando al menos un par de años. La tecnología está madura. Su curva de evolución ha aflojado, y en estos dos años ha sido en el diseño del smartphone donde se ha puesto toda la carne en el asador.

Pero bajo mi punto de vista, los móviles han subido de precio por las siguientes razones:

• Se venden menos móviles. La gente aguanta más tiempo con su smartphone. Las novedades no aportan diferencias tan significativas como antes. Así que un buen porcentaje de usuarios hemos reducido el tiempo de nuestro ciclo de renovación. La subida de precios sostendrá algo de los enormes beneficios que sacan.
• La innovación tiene un precio. Soy de la opinión de que una revolución con un impacto similar a la del smartphone está por llegar pronto. Inteligencia artificial, coches autónomos, altavoces inteligentes y el internet de las cosas van a suponer grandes cambios. Sobre esto he hablado en mi blog Revolución digital, que todavía estoy montando, pero que viene muy al caso mencionar. La implementación de dichos avances será progresiva, como en toda tecnología que ha existido hasta hoy. El poder adquisitivo es el filtro.
• El buen hacer de la gama media y los móviles chinos. La gama alta estaba en problemas. Los móviles de gama media les estaban pisando los talones. Quizás no sobre la hoja de especificaciones, pero si en el uso diario teniendo en cuenta que se pagaba la mitad del precio. La gama alta ofrecía una resolución de pantalla superior, pero que tenía uno que ser un lince para apreciar; una cámara de fotos superior, pero que no valía doblar o triplicar el precio para la mayoría de gente; un procesador de lo mejor, pero que la enorme mayoría de gente (entre los que me incluyo) no notaba en el uso que hace del móvil.

La gama alta con un problema de identidad en un mercado maduro

No estoy dedicando mi tiempo a escribir estas líneas para decirte que eres un tonto si compras el nuevo iPhone X. Creo que cada uno se gana el derecho de gastar su dinero como quiera. Bastante nos cuesta ganarlo, como para que otro nos venga a decir cómo gastarlo.

Pero la gama alta ha cambiado de identidad. A pasado de ser el estandarte de la evolución del smartphone a ser un producto de lujo haciéndose palpable por su diseño y precio.

Al mismo tiempo se ha desmarcado de la gama media, para que nadie vaya a pensar que la evolución de un producto tecnológico tiene que ser un supuesto a un año vista y al mismo precio.

Samsung ha anunciado que su próximo Note tendrá pantalla flexible. Puede que alguno piense que es una estrategia desacertada justo cuando el Note 8 está en pleno aterrizaje en tiendas. Pero es una promesa a sus consumidores, la promesa de que si cedes a la barrera de los 1.000 €, volverás a disfrutar de novedades significativas.

Es por esa razón que he titulado este post de la forma que lo he hecho, pues veo en la subida de precios de los móviles de gama alta un preámbulo de una nueva etapa de innovación tecnológica. Innovación que será para el que la pueda pagar, y para los que decidan hacer un esfuerzo considerable para hacerse con ella.