Poesía

Esto no es un poema

Jesús Arriola Rivera
EÑES
Published in
2 min readNov 3, 2017

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Sådan er verden un indrettet
Sandheden mangler
Inger Christensen

Tiempo: dientes podridos
que muerden un falo de roca.
Boca sangrante.
Escupitajo de pus.

Cefaleas eternas
que adoquinan la cama enmarañada después del sexo
y derrumban un cuarto repleto de condones usados.

Un vaso de vodka barato.
Vómito de borracho.
Un coño indestructible.

Ciudades de polvo
levantadas sobre petróleo;
edificios de acero y penuria
frágiles como la arena fundida.

Democracia: una puta
follándose a un tuberculoso en el rescoldo de la noche.
Costras de semen rancio
sobre un vestido negro.

Hombres de plomo
que con sus pies de cristal templado
aplastan cucarachas de serrín imaginarias.

Una virgen vestal
de himen roto,
pezones mordidos
y culo violentado.

Niños famélicos
que mastican jeringas usadas.
Las hordas de Tamerlán
defecando en las ruinas del Partenón.

Pobreza: gusanos negros surgen del fango:
nos muerden los pies.
En minutos devorarán nuestras entrañas:
un sinfín de placas madre oxidadas.

(Tú y yo
nos hemos alimentado
de un bebé muerto que flotaba bocabajo
en un canal de aguas negras).

Un renacuajo enfermo
nada en el interior de una niña de doce.
Vientre alquitranado.
Fin de la existencia.

Un puño de alcohol
que se estrella colérico
contra un rostro de yeso.
Sal y plasma pavimentan los pómulos.

Educación: una torre de papeles enmohecidos.
Verborrea aceitosa y hedionda
que se desvanece antes de alcanzar
una cabeza sin oídos.

Nuestra madre es un smartphone
libamos ávidos
la leche putrefacta que derraman
sus enormes tetas magulladas.

Nuestro padre es Internet
su miembro flácido, tumefacto,
nos escupe todos los días
hacia una matriz fétida.

(Quememos todos los libros,
ponzoña que derruye
los cimientos del alma.
Seamos libres y felices)

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