‘La casa de papel’ y el fenómeno ‘Deus ex machina’

Camilo A. Romero
EÑES
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7 min readMay 5, 2018

Gran polémica sucedió en mi Facebook cuando publiqué en mi muro:

BUENAS TARDES.
OPINO QUE… LA CASA DE PAPEL ES UNA MIERDA.
GRACIAS POR SU ATENCIÓN.

Vamos a empezar por el final. Y no por el final de la segunda temporada, porque no me aguanté llegar allá. Sino por el final de lo que para mí fue la serie La casa de papel. Me refiero más exactamente al episodio seis de la segunda temporada. Un episodio que en cuanto lo vi dije «esta serie es una completa basura».

Tal vez la expresión «completa basura» fue algo exagerada. No puedo desprestigiar el nivel de producción audiovisual que tiene la serie. Nada que envidiarle a series estadounidenses o inglesas y ciertas actuaciones notables que vale la pena resaltar, como la del personaje Berlín, interpretado por Pedro Alonso, una actuación magistral. Pero todo esto se ve opacado por la inverosímil historia que rodea esta serie. Y no me refiero inverosímil porque crea imposible cometer un robo con secuestro incluido en la Casa de la Moneda de España. Me refiero a inverosímil porque el desarrollo de la trama que envuelve a los personajes es ilógico y nada coherente. En palabras coloquiales «un guion estúpido» que para mí cae constantemente en un agujero negro en el que debería perderse.

Guiones estúpidos encontramos a diario, en novelas, películas, seriados y hasta en libros. Basta con ver las últimas películas de Adam Sandler para entender lo que es un guion estúpido. Sí, esas películas avaladas por Netflix, en las que no tienes que pensar, solo entretenerte en el sentido más básico de la palabra. Pero en el universo de las películas de Sandler esa estupidez es justificada porque es a propósito. Esas películas solo quieren entretenerte con situaciones ridículas, fuera de lo real y absurdas. Básicamente sacarte carcajadas sin hacerte pensar demasiado. Entonces al verlas aceptas la realidad que te proponen y todo es coherente con la trama, los personajes, el drama y las situaciones. Entonces aquí definimos lo que para mí es un guion estúpido. No es el resultado de una historia mal escrita. Es una historia que no te haga pensar.

Dejando en claro esto, el argumento «es que esto es ficción, por lo tanto cualquier cosa puede pasar y es válida» no es válido para excusar los errores de La casa de papel. Porque esta serie se sumerge en un mundo posible que no exagera y cuya base fundamental es el drama de un atraco perfectamente planeado y en eso no hay nada para reírse y evidentemente nada estúpido.

Ahora bien. Quisiera ponerlos en contexto con un término conocido en el mundo audiovisual.

Medea salvada por el carro de sol.

Deus ex machina es una expresión latina que significa «Dios desde la máquina». Una expresión que nace en el teatro grecorromano cuando autores como Esquilo y Sófocles empezaron a usar la intervención de los dioses en los conflictos humanos. Pero sería Eurípides el que lo convertiría en un recurso común. Un ejemplo es en Medea, cuando Helios salva a Medea de morir mandando el Carro del Sol, en el que escapa.

Bien sea la llegada del héroe en el último momento, la inesperada carga de caballería, el oportuno eclipse o la sorprendente necedad del villano perdiendo el tiempo al contarle los planes a los protagonistas, este fenómeno se manifiesta cuando básicamente necesitas de una especie de milagro que solucione un conflicto en el que la trama por sí sola no puede salir. Teniendo en cuenta que la trama es el hilo primario de creación al que se tienen que adaptar todos los demás elementos, para mí, desde el punto de vista de un guionista, el deus ex machina es necesario cuando algo falla en la construcción de la trama y pierdes el control de la misma. Entonces el recurso se vuelve una solución rápida para evadir el conflicto en el que te hundes y continuar con tu historia.

El principal problema de este tipo de acontecimientos es que, al percibirse la falta de coherencia interna, puede producir incomodidad, ya sea entre lectores, espectadores o actores, dependiendo de la obra. La cantidad justa de causalidad impuesta por la narración es un ingrediente difícil de manejar para el guionista: por una parte, es un método fácil para obtener la trama deseada, pero también puede hacer que el conjunto no resulte creíble o que incluso roce en el surrealismo.

Volviendo a la serie en cuestión, La casa de papel abusa constantemente de este recurso.

¿Y cual es el deus ex machina de La casa de papel? La deidad divina que lo soluciona todo porque todo lo sabe, en el centro de un conflicto que no avanza en la trama.

Estamos hablando del magnífico «Profesor».

Un sujeto que parece tener cualidades divinas omniscientes al saber exactamente cómo van a pasar los acontecimientos de la serie, incluso las variables infortunadas que se salen de sus planes. El que todo lo ve, lo oye y lo sabe.

Uno puede excusar dicha sabiduría con el argumento de llevar muchos años estudiando los diferentes factores que podrían afectar su plan. Pero es que han abusado tanto de este argumento que ya perdió su validez real y empieza a ser fastidioso e incoherente. Porque básicamente sabemos que tantas casualidades no pasan en la vida real y que nada sale justo como lo planeas. Como que planees conquistar a alguien y lo logres tal como lo planeaste (el Profesor y la inspectora). O que encuentras los elementos necesarios en un deshuesadero de carros para parecer un indigente y te tropieces con el policía indicado que te dejará ir (el profesor escampando del deshuesadero de carros). O que termines en el carro del exnovio de tu novia y que este lleve la única prueba que te involucra en un crimen, le buscas peleas, SABES QUE VAS A GANAR, lo noqueas y cambias la prueba que te incrimina (ya saben qué escena es).

Y puedo listar unos veinte casos más en los que convenientemente las situaciones se dan para que los conflictos que atacan la serie busquen salidas oportunas. Y eso que no he hablado de las absurdas. Como que pierdas un año entrenando a unos ladrones para el robo de tu vida del que todos van a salir siendo multimillonarios, y lo primero que hacen estos el primer día del robo es enamorarse de los rehenes. O exactamente hablando del episodio con el que decidí no ver mas la serie, que es cuando la inspectora le da por ir a interrogar al profesor (SOLA) y era de esperarse que este escaparía, la asfixiaría, se le llevaría el carro y etc. ABSURDO.

Pero el caso en este texto es que el deus ex machina puedes usarlo una vez o varias, pero dilatadas y no constantes en cada conflicto. Y lo que pasa en La casa de papel es que todo conflicto se soluciona con este recurso. Siempre hay algo que convenientemente pasa en el momento exacto, bajo las circunstancias perfectas y con los personajes indicados, para que todo se solucione. Eso hace al guion un guion mediocre y estúpido.

Un ejemplo de un buen empleo de este recurso fue en la aclamada Breaking Bad, una serie magníficamente escrita y realizada, tal vez lo mejor que he visto para televisión. Una historia que avanza naturalmente, sin forzar situaciones y en la que los personajes se desarrollan a través de situaciones fantásticas pero completamente reales y posibles, pero con un final absurdo. Me refiero al último capítulo de Breaking Bad donde Walter hace este mecanismo con la ametralladora en el baúl del carro y mata a todo el mundo terminando así con los conflictos de la serie y con la serie en sí.

Claramente el Carro del Sol enviado por los dioses es la ametralladora que salva a nuestro personaje del conflicto y todos viven felices. Es una solución absurda e inverosímil, totalmente llevada al extremo de la ficción y que se sale de las posibilidades de lo real en el mundo que plantea la serie. Pero absolutamente válida. Y es válida porque lo hicieron tan bien durante toda la serie, respetaron la realidad de todo el universo que crearon, dejaron que la trama evolucionará tan naturalmente que hacer esto al final se les permite y se les aplaude. Es un final contundente y heroico, digno de los dioses.

¿Cómo me hubiera gustado La casa de papel? Tal vez que sin tanta novela romántica hubieran hecho una serie en la que mostraran el drama real de lo que sería un secuestro real de un grupo de personas reales en la Casa de la Moneda de España. Solo con eso. Quítenle tanto amor y enamoramiento y ya con eso algo mejoraría.

¿Cómo terminará la serie? Al paso que vamos. Los ladrones y los rehenes tendrán familias felices y vivirán comiendo perdices.

PD: TOKIO, que actuación más insípida y aburrida.

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