La dependencia no es tener apoyo

Mario Alfaro
EÑES
Published in
4 min readAug 21, 2017

Debemos tener en cuenta que todos, absolutamente todos en algún momento de nuestra vida siempre debemos encontrar apoyo, ya sea en alguien o algo. Pues en realidad esto, a veces, muchas personas lo confunden con una dependencia; dependencia que al final conlleva una carga emocional a la persona que la busca, haciendo que tenga un nivel de «inutilidad» creada, ya que si depende de otros, no puede tomar sus decisiones, no tiene su identidad propia para poder discernir entre lo que es bueno o malo para su ser individual.

Fotografía por Foter.com.

En el ámbito psicológico, esto es un problema que se genera desde la infancia, desde el nivel más arraigado en nuestro ser: la familia. Si en nuestro hogar, los padres nos enseñan a depender de ellos, a que ellos nos harán todo o en su defecto, que nos coloquen a una persona que nos cuida y nos haga las cosas, pues seremos una persona adulta dependiente. Y no hablo que nosotros buscamos depender de alguien, no. Hablo de mucho más que de una persona. Cuando hablamos de una persona dependiente es mucho más complejo, porque puede ser una persona que depende de lo que digan otras, de lo que otros hagan, de lo que la sociedad dicte. Es más complejo que solo decir depende de otra persona.

La dependencia es tan cruel que, en muchos casos, los afectados vuelven un circulo vicioso el querer tener la atención de otros, buscando, sin reservas de problemas o efectos en su contra, que se fijen en ellos. Cuando esto sucede puede que se vea a todo mundo como una figura tan «benevolente» o quizá que sea una figura en quien confiar; pero en realidad lo único que hace es crear una imagen de como quiere que sea la persona y el problema viene cuando este ser «benevolente» utiliza este problema emocional a su favor, comienzan a aprovecharse, en muchos casos, de un individuo ya sea por medio emocional o hasta físico. He leído en casos donde el individuo hace diferentes actos como homicidio y robos porque «la persona de confianza» le ha hecho ver en este caso que son actos que debe de hacer.

Fotografía por: ulisse albiati vía Foter.com / CC BY-SA.

Es difícil porque en realidad por más que se quiera dar una pauta de lo que se está haciendo, el individuo se ciega a que no es así y es donde entra otro problema: la zona de confort. La persona dependiente se acomoda a un estilo de vida cómodo, donde le es más útil ser así para cegarse, en este caso, a todo lado racional de un análisis complejo que conlleva el si afecta su ser, a otro ser, a ser una persona manipulada y demás cosas que van en este mismo sentido. En muchos casos, mejor dicho casi siempre, olvidan la individualidad y el ser egoísta. Y cuando hablo de egoísmo no me refiero a que no debo de llevarme con otras personas, no. Me refiero más al sentido de ver que las acciones son predeterminadas por un agente exterior más que de un acto de razonamiento personal.

No soy un psicólogo, pero en lo personal me gusta leer sobre esta profesión. Hasta el momento entiendo que depender no es lo mismo que apoyo, el apoyo es el buscar a alguien que, sea como sea, nos ayuda a buscar un sentido a una disyuntiva de la cual nosotros ya tenemos caminos trazados y que nada más queremos esclarecer cual es mejor y el que menos afecta en nuestras vidas y la de los demás. Mientras tanto, depender es buscar qué alguien me diga que hacer, porque no tengo el valor de actuar por mí mismo, porque aunque tenga pensados los caminos a seguir no los quiero seguir, porque me da miedo, porque actúo bajo un esquema que otros me deben de decir qué hacer, el miedo al fracaso.

Y entre lo que leo, lo que comprendo sobre las terapias para poder olvidarse de la dependencia, es un proceso largo y bastante complejo; porque abarca desde un «divorcio» parental virtual, hasta un acto de valor, porque se debe de llevar al individuo a la raíz del miedo, porque en realidad la dependencia es un miedo, y hacer que se enfrente a este y que pueda decidir como un ente individual. Muchas veces esto sirve, pero otras no. El problema más grande es cuando se llega a una edad adulta, porque va a depender tanto de otros que su vida va a tener un yugo en una pareja donde, por miedo, no podrá decidir si es buena o no para su vida.

¿Conoces a alguien con un problema de codependencia? Ayúdame a enriquecer este tema, te invito a que si eres profesional de psicología me ayudes a tener más datos y si me he equivocado igual, me corrijas.

--

--

Mario Alfaro
EÑES
Writer for

If I'm a little crazy, anyway And luckily, I'm another. And although I don't know anyway, and luckily I have spare Joy // RRPP-CM-Producer-Editor \\