La humildad como una habilidad para el aprendizaje

Para aprender debes aceptar que no sabes, y para enseñar, que alguna vez no supiste

Germán Castaño
EÑES

--

Algo que he aprendido en mis años de vida es que en nuestro proceso de crecimiento personal y profesional, cambiamos constantemente entre el rol de alumno y maestro. Al igual que muchos, siempre he tenido cosas que he querido aprender y otras que he tenido la fortuna de compartir y enseñar. Este proceso de aprendizaje también me ha llevado a conocer a una gran variedad de alumnos y maestros en diferentes áreas de conocimiento e incluso en lecciones de vida.

Durante los años de este proceso de aprendizaje continuo, en aquellos casos que en mi concepto han tenido éxito, he visto una constante que no tiene que ver con las capacidades o conocimientos que fluyen de un individuo a otro y van más asociados a su actitud: La humildad.

Tanto los alumnos que mejor aprenden, como los maestros que mejor enseñan deben ser personas humildes con su saber.

El alumno que desea aprender debe tener la humildad de aceptar que no conoce lo que quiere aprender y así, sin temor al juicio, preguntar aún las cosas más obvias; pero de igual manera, el maestro debe tener la humildad de aceptar que alguna vez no supo y también sin ningún prejuicio debe responder a las preguntas de su alumno por muy elementales que parezcan. Cuando esta libertad de expresión se da, el conocimiento se ve fluir libremente en ambas direcciones, porque son muchas las cosas que un buen maestro puede aprender de un alumno que pregunta hasta lo más obvio.

Algunos ejemplos de la humildad en el aprendizaje

Les voy a compartir 3 casos en los que he experimentado cómo la humildad genera equipos y comunidades que aprenden constantemente.

  • En comunidades de emprendimiento y conocimiento he visto como el simple hecho de aprender a valorar los aportes y opiniones, por encima de los títulos académicos o logros, ayudan a que se genere un proceso de intercambio de conocimiento en el que, seas un experto en determinados temas o un novato, todos se sienten con la libertad de preguntar y de responder a otros desde su conocimiento. Nadie presenta comentarios que demuestren soberbia, solo comentarios con buenas intenciones que desean compartir conocimiento. Este caso lo he experimentado en comunidades como hashtag700 donde llevo un buen tiempo aprendiendo y compartiendo y en otra llamada Hablemos de SEO donde los expertos se notan por sus acertados comentarios y aportes y no por la demostración de logros.
  • En el ambiente laboral sucede algo similar. Llevo más de 17 años en el mundo corporativo y siempre he aprendido más de quien me tiene la paciencia de novato o he enseñado más a quienes tienen la humildad del aprendiz. Esto además, puedo dar fe, genera equipos con resultados casi mágicos ya que el conocimiento colectivo fortalece los vínculos del equipo y su confianza, aumentando enormemente su productividad. Todos saben que el equipo en conjunto tiene mayor conocimiento que el que cada uno aporta, pero seguimos aprendiendo juntos, aceptando cada uno lo que tiene para ofrecer y fortalecer.
  • En el ambiente de startups y emprendimiento sucede igual. Formo parte del equipo de Toky, donde apoyo con contenidos y marketing. Allí todos aportamos y aprendemos siempre desde la perspectiva de que todo se aprende experimentando. Este es un aspecto que me encanta de las startups; la experimentación continua. Todos somos claros en aceptar lo que no sabemos, la meta que estamos buscando y los medios que esperamos usar para ello; luego entre todos, sin juzgar, sino con críticas constructivas, tratamos de enfocar las ideas integrando la visión de los founders, los desarrolladores, ventas y marketing por el bien de nuestro producto o servicio. Compartimos libremente dudas, ideas y sugerencias y quien sabe más, o cree poder aportar, da su comentario de por qué algo puede o no ser; cosas que salen del conocimiento o rol de cada uno puede ser compartidas y respondidas con la humildad de quien sabe y de quien solo quiere enseñar por el bien del equipo. De esta manera no solo hemos creado un equipo unido, a pesar de estar en 4 países, sino que la humildad del equipo nos lleva a aceptar nuestras limitaciones y a enfrentar con honestidad cada reto, generando un nivel de confianza que supera las fronteras y un nivel de conocimiento colectivo que nos da la confianza de que, ante un reto, no importa si uno no sabe algo, entre todos aprenderemos lo necesario, preguntando y respondiendo; todos somos maestros, todos somos alumnos y el equipo aprende.

La clave siempre es que tanto el maestro como el alumno actúen con humildad. Si esto se da solo en una de las partes, el proceso tiende a fracasar.

El error de no ser humilde en un proceso de aprendizaje

Cuando el maestro carece de humildad enfrenta los siguientes problemas:

  • Dificulta la creación de un vínculo de confianza y agradecimiento de su discípulo. La conexión que enlaza a un maestro con su alumno no se crea o si lo hace es demasiado débil como para que el conocimiento fluya y se afiance adecuadamente.
  • La soberbia aparece como una barrera que evita que el alumno se exprese libremente y hace que aprenda con desagrado, lo cual generalmente termina no siendo un conocimiento efectivo, sino que se desvanece fácilmente con el tiempo.
  • El maestro pierde la oportunidad de aprender. El no aceptar que hay cosas que no conoce evita que el alumno, mediante sus preguntas, lo lleve a aprender cosas nuevas y a descubrir nuevos conocimientos juntos. Cuando tanto alumno como maestro aprenden juntos, el conocimiento tiende a ser más perdurable.

Cuando el alumno carece de humildad enfrenta los siguientes problemas:

  • La soberbia crea una barrera que evita que el maestro transfiera todo el conocimiento que pueda. Como leí en un cuento alguna vez, un alumno soberbio es como una copa llena a la que no se le puede echar más ya que lo que se eche se derrama y se pierde; lo mismo sucede con el conocimiento.
  • Al no aceptar que hay cosas que no sabe, el alumno puede limitarse solo y no preguntar cosas por creerlas demasiado obvias. La pena de preguntar cosas aparentemente simples es uno de las mayores barreras que he visto en los procesos de aprendizaje y a veces lleva a las mayores catástrofes ya que, en muchos casos, son los conocimientos aparentemente obvios y simples los que han salvado una situación.

Mi consejo final

Mi consejo es simple; tanto si vas a actuar de maestro como de alumno, ten presente cómo la humildad puede beneficiar el proceso de aprendizaje. Comprende que todos fuimos aprendices y que muchas veces la única diferencia entre un alumno y un maestro es que este último fue alumno primero, pero con dedicación, esfuerzo y pasión puedes aprender lo que necesites para alcanzar tus metas. En el camino encontrarás grandes maestros que, si son humildes, serán excelentes, y al lograr un verdadero vínculo con ellos, todos aprenderán mucho más de lo que ambos creen.

--

--

Germán Castaño
EÑES
Writer for

Las ideas, la creatividad, la innovación y el emprendimiento son la solución para un mejor futuro. Marketing en www.2chat.co