Lo que te llena

Y que no me llena

Loy Salazar
EÑES
3 min readMar 20, 2018

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Esto no es sobre mí, es sobre vos. Más bien para vos. Es sobre lo que te llena. Porque lo que a vos te llena a mí no me llena más. Ni tendría por qué llenarme. Esa fue la lección que aprendí en medio del remolino de cosas que me pasaron hace ya varias lunas. ¿Te acordás? Supongo que sí porque todo te lo contaba. Tonta que fui. Y que sí, que esas cosas me llenaban… o eso pensaba yo, aunque en realidad solo me ayudaban a olvidar. O a ignorar, que no es lo mismo. Ignoraba lo que no quería afrontar, cambiar o mejorar. Así que agarraba camino a donde fuera y hacía cualquier cosa para no pensar. Y eso, como a muchos, era lo que te llenaba. De orgullo, de satisfacción, de cariño hacia mí. Verme dispuesta a hacer lo que te llena a vos. Pero mudé. No de casa ni de cuerpo, de mente quizás. ¿Te sorprende realmente? Se suponía que eso era lo que querías, que cambiara, que fuera «mejor». Lo que pasa es, a mi parecer, que la versión de mí que me gusta no te gusta a vos. Pero ahí no puedo hacer nada. Que no, que no soy una terca, que sí sé lo que estoy haciendo. Ah, ese es el problema, ¿cierto? Te molesta que no te consulte, que sepa lo que estoy haciendo. Te molesta que me elija por encima de otras personas o situaciones. Resumamos más este resumen: no te gusta no ser el centro de la galaxia porque eso te llena. Sol, deberías de llamarte. Yo te hacía caso al pie de la letra hasta que entendí y me sentí lista para dictar las directrices de mi propia vida otra vez. ¿Viste qué maduro suena eso? Deberías de sentir orgullo leyendo estas líneas. Te quité el poder y no te diste cuenta hasta que fue muy tarde. Así que las opiniones pasaron a ser eso, opiniones. No más imposiciones. Lo que te quiero decir, en fin, es que no voy a volver a buscarte por el camino que dejé atrás. Si no estás aquí es porque en algún punto dejaste de caminar conmigo. O yo apuré el paso o tomé otro camino. ¿Y seguís diciendo que soy débil? Insistís en que la fuerza que proyecto es una pantalla. ¿Será? No lo es y te cuesta aceptar que cuando decido irme no hay vuelta atrás. A lo mejor si te pusieras en mis zapatos entenderías todo. Está bien que vos no cambiés, que estés feliz con lo que te llena. Yo te acepto. Pero tampoco podés pretender cambiarme a mí de vuelta ni que te encuentre por el camino al que renuncié. Tampoco podés decirme que antes todo era mejor porque solo era mejor para vos. Yo seguía estando jodida. Salir de una para caer en otra. Así soy ahora y seguiré mudando, te guste o no. Te llene o no. A lo mejor si dejás de ver lo que no te gusta y te das una oportunidad de conocerme, de nuevo, vas a ver que lo que ahora me llena es bueno… Incluso, si así quisieras, también te podría llenar a vos. O no. Es tu decisión.

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