‘Middle class’

Julián González
EÑES
Published in
4 min readApr 5, 2016

Cali, 31 de marzo de 2016

Dos mil de pan.

Dos latas de atún Isabela.

Dos Coca colas.

El joven no tiene más de 15 años. Luce un pequeño arete en la oreja izquierda que brilla en la noche helada. Adentro, el tendero —un hombre delgado y cuarentón — va apilando su pedido. Está molesto porque el joven desgrana la compra cuando podría despachar la lista completa de un sola vez.

¿Algo más?, pregunta mordiéndose el labio.

Sí. Una papeleta de café.

Ujum…

Un sobre de desodorante.

Va y viene el tendero.

Y cuatro huevos.

(¡Puta mierda!, y qué más).

Mil pesos de jabón de lavadora.

La pila se completa cuando el tendero suma al arrume un frasquito de aceite.

¿Cuánto es?

El joven termina añadiendo dos huevos más para redondear los 15 mil pesos (poco menos de 5 dólares) que vale la compra.

El Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Gobierno Santos, en Colombia, lo consideran una persona de clase media. Ingresos per cápita entre 10 y 50 dólares diarios te clasifican en la clase media consolidada, y entre 4 y 10 dólares diarios, en clase media vulnerable. El mercado de 5 dólares es evidencia de la Prosperidad para todos que proclama el gobierno. El presidente afirma que por primera vez en la historia somos mayoritariamente clase media. Y algunos de mis vecinos del barrio popular en el que vivo están de acuerdo:los pobres están en otro lado, en Aguablanca, la otra ciudad, la de los humildes al oriente de Cali, o en los cerros cuajados de casitas en Terrón Colorado, Alto Nápoles o Patio Bonito. No saben, mis vecinos, que allí crecen casas de 70 mil dólares, y desfilan autos de 10 mil.

El joven recibe el mercado por la ventanita enrejada de la tienda. Ha habido ocho robos en el barrio en los últimos dos meses.

Los ladrones vienen de afuera, sentenció hace un mes uno de mis vecinos en una reunión en la que no faltaron esos enérgicos llamados a la acción que preceden el linchamiento de mañana y el grupo de limpieza social de pasado mañana.

Y mi vecino tiene razón: los ladrones vienen de afuera. Pero muy afuera.

El Reporte del Suisse Credite dice que la riqueza global alcanzó el año pasado 350 trillones de dólares y atribuye un rol cada vez más importante y central a la creciente clase media del mundo, aunque reconoce que la inequidad también se ha acentuado. La pirámide de la riqueza cada vez se hace más puntiaguda y obscena: 34 millones de personas controlan casi la mitad de la riqueza mundial, y 3 mil millones de personas apenas el 3%.

El joven se retira de la tienda con su mercado de 5 dólares mientras revisa en la pantalla de su teléfono móvil algunos mensajes en WhatsApp. Tiene plan de datos.

Ni él ni yo sabemos, en ese momento, que el lunes 4 de abril estallará un escándalo global titulado los Papeles de Panamá o Panama Papers. El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación reveló parte de 11,5 millones de documentos consignados en 2,6 terabytes del bufete Mossack Fonseca, reponsable de la creación de miles de empresas fachada para que personas adineradas ocultaran sus fondos y evadieran el fisco. El joven del arete pagó, por consumo e impuesto al valor agregado, un poco menos de 8 centavos de dólar. Puttin y Macri, Messi, Agustin Edwards — dueño en Chile del poderoso pool de medios alrededor del periódico El Mercurio — , varios financiadores de Keiko Fujimori y de Pedro Pablo Kuczynski — los candidatos presidenciales más opcionados en Perú — , Adrián Velázquez — el ex edecán de Hugo Chávez — , varios miembros del PMDB — el partido que acaba de desmarcarse de Dilma Rousseff — y políticos del PSDB — el mayor partido opositor del actual gobierno brasilero — , el flamante Eduardo Cunha — presidente del congreso de Brasil y enemigo número 1 de la Rousseff — , un cuñado del ex alcalde Petro, de Bogotá; Juan Armando Hinojosa Cantú — el empresario constructor de la famosa Casa Blanca de Enrique Peña Nieto — ; Pilar de Borbón — hermana del actual rey de España — , Pedro Almodóvar, Gonzalo Delaveau Swett — el presidente del capítulo chileno de Transparencia Internacional, que a raíz del escándalo acaba de renunciar — , la esposa de Sigmundur David Gunnlaugsson, primer ministro de Islandia; Ian Cameron, el padre muerto de David Cameron, premier inglés; los puños y patadas de Jackie Chan, y cientos de personas más, aún no reveladas, nunca pagaron un centavo de impuestos por sus fortunas.

El joven del arete y estos evasores adinerados solo tienen en común una cosa: declaran ingresos como si fueran clase media.

Y mi vecino tiene razón: los ladrones vienen de lejos, muy lejos. Y de arriba, muy arriba.

--

--

Julián González
EÑES
Writer for

Diseñador de juegos de mesa, comunicador social y educador. Puede descargar gratis Todo está tan raro en el siguiente link: https://bit.ly/3BiGjMB